FIN DE UNA ERA

Está claro que el gobierno alemán entrará en un periodo de fragilidad.

Lucy Bravo
Columnas
Merkel
AP

El pasado lunes la canciller alemana Angela Merkel anunció al mundo lo que muchos ya veían venir: el fin de la era Merkel. La primera mujer canciller de Alemania, quien lidera su partido desde hace 18 años y a su país desde hace 13, continuará en el cargo hasta las próximas elecciones federales, previstas para 2021, pero renunciará al liderazgo de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en diciembre y no se postulará a más cargos políticos.

“Estoy segura de que es hora de abrir un nuevo capítulo”, dijo a los periodistas en Berlín, pero su decisión muestra hasta qué punto su liderazgo se ha debilitado con los decepcionantes resultados de su partido en las elecciones estatales en Baviera y Hesse. Algunos integrantes de su partido consideran que las polémicas políticas de inmigración de Merkel son responsables de la caída en su popularidad —más de 10% en los últimos cinco años— y la inclinación de cada vez más votantes hacia la derecha nacionalista.

Por su parte el partido aliado de Merkel, el socialdemócrata de centro-izquierda SPD, también tuvo un desempeño pobre en Baviera y Hesse, lo que desencadenó un debate interno sobre si se debe continuar con la coalición de gobierno a nivel federal. Pero ya desde septiembre el CDU vio caer su apoyo en las urnas tras las elecciones federales de Alemania. Y el principio del fin comenzó en realidad a vislumbrarse el verano pasado, tras el enfrentamiento sobre la política migratoria alemana entre Merkel y su ministro del Interior, Horst Seehofer.

Recordemos que la CDU, el SPD y la Unión Social Cristiana (CSU) formaron su “gran coalición” en marzo último, pero ninguno de los partidos se ha mostrado cómodo con la decisión. La única razón por la cual unieron fuerzas fue para evitar otra elección. Y los recientes comicios son prueba de que los votantes parecen agotados de haber sido gobernados por los mismos partidos durante la mayor parte de los últimos 13 años.

Escenarios

Independientemente del futuro de Merkel está claro que el gobierno alemán entrará en un periodo de fragilidad. Si cualquiera de los integrantes de la coalición dejara el gobierno los dos restantes tendrían que decidir si continuar en el poder como gobierno minoritario, buscar otros aliados en el Parlamento o convocar a elecciones anticipadas. Y si Merkel decidiera renunciar como canciller antes de tiempo también se convocaría a una elección anticipada.

Este escenario probablemente resultaría en un Parlamento fragmentado y complejas conversaciones para formar un nuevo gobierno de coalición. De esta manera Alemania, el principal actor político y económico en la Unión Europea, se quedaría sin un liderazgo fuerte y las políticas a nivel continental podrían paralizarse, sin mencionar la amenaza proteccionista de la administración de Donald Trump.

No cabe duda de que ante los desafíos políticos y económicos que recorren Europa y el mundo el fin de la era Merkel no pudo llegar en peor momento.