LA DISTRACCIÓN DEL TIEMPO

¿Dónde se perdió nuestro asombro por las cosas reales, si preferimos verlas a través de lentes artificiales?

Daniela Suárez
Columnas
Ilustración
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Qué insensato es el hombre que deja transcurrir el tiempo estérilmente.

Goethe

¿En qué invertimos nuestro tiempo? ¿Preferimos pasarlo con amigos? ¿Salimos a dar paseos más largos? ¿Probamos nuevos restaurantes? ¿Aprovechamos minutos extra para ver a familiares? ¿Nos damos la oportunidad de salir en citas? ¿O lo utilizamos para ejercitarnos?

Tal vez muchos de nosotros ocupamos nuestro tiempo haciendo una o todas las actividades antes mencionadas, tratamos de distribuir nuestras horas laborales y también las libres para distraernos del estrés o las presiones constantes. Pero ¿cómo es que nos distraemos tanto o más bien cómo es que perdemos tanto tiempo?

Podemos darnos una idea con base en una encuesta realizada por la empresa Deloitte entre los norteamericanos, quienes resulta que revisan su celular en promedio 52 veces al día: esta estadística significa que aproximadamente, estimando una población de 270 millones de norteamericanos, los habitantes de ese país revisan el móvil en promedio 14 miles de millones de veces diariamente. Y para ser sinceros esto es algo que realmente no me sorprende.

Al más ligero movimiento o sospecha de vibración de inmediato levantamos la pantalla con tal de estar conectados con alguien más que no está presente. Ya sea para revisar un correo, ver un video, compartir un mensaje de texto o perder el tiempo en redes sociales hemos convertido esta herramienta en una extensión de nuestra forma de socializar. ¿Para qué ver a alguien en persona si puedo hacer una videollamada o intercambiar un par de mensajes?

Eje

A pesar de que la encuesta encontró un número alarmante de uso del celular, 39% de los consumidores reconocen que utilizan demasiado el teléfono inteligente. Incluso el rango de personas de 18 a 34 años admitió su propia adicción a esta herramienta. “Este año avanza la historia de los teléfonos como el verdadero centro de nuestras vidas, tanto fuera como dentro de casa”, aseguró Kevin Westcott, vicepresidente y líder del sector de telecomunicaciones y entretenimiento de Deloitte.

A la par, esta herramienta borra la línea entre el trabajo y la distracción: 70% de los usuarios utiliza los teléfonos personales ocasionalmente para seguir trabajando después de la hora laboral. Y no hay nada de este estudio con lo que no me pueda identificar. De hecho admito abiertamente mi adicción al aparato. Si no estoy revisando los correos de trabajo un sábado por la mañana, de pronto al salir de juntas largas busco distracción dentro de mis redes sociales.

Esto es algo que a pesar de ser verdad me sigue sorprendiendo y alarmando. ¿En qué momento hemos volcado toda nuestra atención a una pantalla que cabe en la palma de nuestras manos? ¿Cómo es que llegamos al punto de apenas mirarnos a los ojos en una comida porque es más importante chatear con alguien que no está sentado en la mesa? ¿Dónde se perdió nuestro asombro por las cosas reales, si preferimos verlas a través de lentes artificiales? Si bien este estudio refleja solamente a un porcentaje de una población considero que todos a la par estamos perdiendo poco a poco la interacción.