Ministro Cossío se va satisfecho con su trabajo en la SCJN

Es despedido en sesión solemne

Redacción
Política
Ministro Cossío
Foto: Cuarto Oscuro

México, 29 Nov.- En sesión solemne, los plenos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), del Consejo de la Judicatura Federal y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación despidieron al ministro José Ramón Cossío, quien este viernes dejará el cargo de 15 años.

“Me voy muy contento y muy satisfecho, me voy en paz y muy agradecido”, señaló al pronunciar unas palabras en la ceremonia efectuada este jueves en el edificio sede del alto tribunal.

En presencia de familiares e integrantes del Poder Judicial y de su equipo de trabajo, señaló que se va con una tranquilidad personal y emocional y con la idea de seguir habiendo cosas para el derecho, la Judicatura y para la profesión.

En su intervención recordó sus inicios en la SCJN y aseguró que cuando llegó en 2003, “la democracia mexicana gozaba de cabal salud”, lo mismo pasaba con la justicia constitucional, pues “estábamos en un momento extraordinario”.

En junio de 2011 se modificó el Artículo primero, importantísimo en los cambios centrales en la historia constitucional del país. “Se modifica el juicio de amparo y nos dota de mayores herramientas”.


Hoy, “si nos preguntamos dónde estamos, me parece que el panorama no es tan halagüeño como estaba en ese año en el que llegué”, añadió.

De acuerdo con Cossío Díaz, en el mundo hay gran cantidad de procesos diferenciados, la aparición de nuevos poderes, autoritarismos, aprovechamientos militares, una mayor concentración de la riqueza y mayor capitalismo financiero, así como un reverdecimiento de los muy peligrosos nacionalismos.

“Hay una conflictividad con la democracia”, la cual no se mira como hace 15 o 20 años, “no se mira ni como sistema electoral ni como democracia sustantiva, como entendimiento racional de las comunicaciones entre nosotros”, expuso.

En su opinión, esta crisis de la democracia que se está viviendo está trastocando la imagen general de la justicia constitucional, lo cual “me parece peligrosísimo”, porque la democracia en el apoderamiento de los órganos de Estado está suponiendo que puede hacerse desde estos órganos de Estado lo que venga en gana, porque a final de cuentas se tiene un gobierno legítimo y mayoritario.

Al respecto, advirtió que “la justicia constitucional puede morir así como muere la democracia cuando no somos capaces de generar todos los elementos de refuerzo para ellas”.