Río de Janeiro, Brasil, 5 de diciembre. La extrema pobreza en Brasil, uno de los países más desiguales del mundo, aumentó en los últimos 12 meses como consecuencia del alto desempleo y la crisis económica del gigante sudamericano, según datos publicados hoy.
El número de personas pobres, es decir que viven con menos de 5.5 dólares al día, creció dos millones en 2017 y llegó a 54.8 millones de brasileños, 26% de la población.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) informó este miércoles que también creció el número de familias pobres donde viven niños, de 42.9 a 43.4% del total de la población brasileña menor de 14 años.
Un estudio publicado en agosto pasado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ya indicaba que seis de cada diez niños en Brasil viven en la pobreza.
Unos 14 millones de niños y niñas menores de 17 años en Brasil no son monetariamente pobres, pero tienen uno o más derechos (sanidad, educación, etcétera) negados.
El desempleo, que subió para un índice de 12.5% de la población en 2017 por apenas 6.9% en 2014, así como la dura crisis económica que azotó Brasil desde 2014, son los principales motores de este crecimiento de la pobreza brasileña.
Como sucede en todos los estratos sociales de Brasil, existen enormes diferencias en ese acceso a los derechos en función del lugar de residencia y del color, ya que en la zona rural el número de niños que no tienen sus derechos garantizados es el doble que en áreas urbanas, mientras los negros son más discriminados.