PREVALECE LA INCERTIDUMBRE EN LA CARAVANA MIGRANTE

En estos momentos la situación de los migrantes centroamericanos es de incertidumbre.

Ángel Hernández
Política
Migrantes
Notimex

A 49 días de que partiera la primera caravana de migrantes centroamericanos de Honduras rumbo a la frontera norte de México para tratar de ingresar a Estados Unidos y solicitar refugio, el sueño que los movilizó en busca de un nuevo horizonte alejado de la pobreza y la violencia parece estar demasiado lejos de cumplirse, no obstante que recorrieron ya más de cuatro mil kilómetros.

El desánimo invade cada día más a gran parte de los ocho mil hondureños, guatemaltecos y salvadoreños que se encuentran acampados en la ciudad fronteriza de Tijuana, Baja California, después del intento frustrado de un grupo de 500 migrantes que buscó ingresar atropelladamente a Estados Unidos la mañana del domingo 25 de noviembre.

El éxito logrado semanas atrás cuando entraron de manera masiva a territorio mexicano tras burlar a través del río Suchiate el dispositivo montado por la Policía Federal en el cruce fronterizo de Chiapas esta vez no se repitió y fueron repelidos por soldados estadunidenses con bombas lacrimógenas y balas de plástico.

En estos momentos la situación de los migrantes centroamericanos es de incertidumbre: el presidente Donald Trump reafirma que no permitirá su ingreso a Estados Unidos, se refuerza la seguridad en las garitas de ingreso en Tijuana y la afectación en esa ciudad fronteriza genera un sentimiento cada vez mayor de rechazo entre los tijuanenses.

Severos obstáculos

Hasta ahora la administración Trump ha cumplido su advertencia de no permitir el ingreso de los integrantes de la caravana: a las disposiciones que emitió para endurecer las reglas de solicitud de asilo se sumó el reforzamiento de la vigilancia en la frontera con California con más de seis mil militares que “sellaron” los cruces fronterizos de ingreso por Tijuana.

Además de las difíciles condiciones de hacinamiento que viven los migrantes centroamericanos en los albergues —se les trasladará a otra instalación mucho más grande en esa misma ciudad—, ya se dieron cuenta de que tomará mucho más tiempo de lo que pensaban que sus solicitudes de asilo se tramiten por parte de la autoridad estadunidense.

El personal de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EU en el cruce fronterizo tiene en lista de espera dos mil solicitudes de asilo que ya existían antes de que los integrantes de la caravana llegaran a la ciudad y llevan meses en espera de respuesta.

Las autoridades de Baja California informaron que en promedio los funcionarios de inmigración de la Unión Americana atienden 40 solicitudes de asilo al día, por lo que a partir de ese número se puede calcular el tiempo que requerirán los migrantes para realizar ese trámite inicial.

Condiciones adversas

De acuerdo con funcionarios estatales, antes del endurecimiento de las reglas de solicitud de asilo el tiempo para que una persona reciba respuesta iba de uno a seis meses para que un juez estadunidense diera una respuesta a dicha solicitud. Si a ello se añade la política de tolerancia cero de Trump la situación podría prolongarse aún más.

Un ejemplo de lo anterior es el caso de los ciudadanos de Haití que ante la imposibilidad de ingresar a Estados Unidos decidieron establecerse en la ciudad bajacaliforniana y buscar empleo ante la falta de respuesta a su petición de asilo.

La presencia de las diversas caravanas centroamericanas en territorio mexicano genera una creciente tensión en la relación entre México y EU, así como una constante presión del mandatario estadunidense para que las autoridades mexicanas detengan a los migrantes, a lo que nuestro país responde que se otorga un trato humanitario a los ciudadanos centroamericanos, a quienes se les pidió antes de ingresar al país que lo hicieran de manera legal.

Casi dos meses después de que iniciaran su éxodo, y a unos cientos de metros de la entrada a Estados Unidos, su presencia es utilizada por Trump para proseguir con sus amenazas de cerrar toda la frontera con México si vuelven a presentarse nuevos intentos violentos de ingreso a ese país.

Esperanza y realidad

La deportación por parte de México de 98 migrantes a quienes se vinculó con el intento de ingreso violento a la Unión Americana, así como la detención de 42 centroamericanos por la Patrulla Fronteriza por ingresar de manera ilegal en territorio estadunidense, despierta desasosiego en el resto de los migrantes.

Si bien la mayoría mantiene viva la esperanza de solicitar asilo en Estados Unidos la realidad es que cada día aumenta el número de quienes optan por un regreso voluntario a su país (más de mil), en tanto que grupos cada vez mayores empiezan a ver con interés la posibilidad de regularizar su situación legal en el país.

Luego de los hechos violentos del domingo anterior aumentó la solicitud de información de los migrantes para buscar un empleo en los módulos instalados en Tijuana para orientarlos.

Por medio de la Feria Nacional del Empleo se les hacen ofertas de trabajo en los sectores de turismo, construcción y servicios, en las que participan unas 60 empresas de Baja California.

Quienes formalizan su solicitud de empleo inician los trámites para recibir una visa humanitaria con vigencia de un año y renovable por tiempo indefinido. También se les genera una Clave Única de Registro de Población (CURP) y se le asigna un número de Seguro Social, documentos con los que termina su situación de ilegal en nuestro país pero que también los hace inelegibles para solicitar asilo en Estados Unidos.

La Secretaría de Gobernación, mediante el Instituto Nacional de Migración (INM), informó que tras regularizar su situación migratoria 686 centroamericanos que se encuentran en Baja California y la Ciudad de México recibieron facilidades para obtener un empleo formal en nuestro país.

Las opciones de empleo que se han ofrecido a los migrantes centroamericanos van desde la especialización en técnicas industriales hasta la prestación de distintos servicios, de acuerdo a su experiencia y/o habilidades para desempeñar las actividades que requieren las empresas ofertantes.

Sin acuerdo

La próxima titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que México no será tercer país para asumir la responsabilidad y acogida a los migrantes que piden asilo a Estados Unidos.

La responsable de la política interior reiteró su postura luego de que el periódico The Washington Post afirmó que había un acuerdo entre el futuro gobierno de México y el de Estados Unidos para que los solicitantes de asilo permanezcan en nuestro país mientras los tribunales del vecino del norte evalúan los casos.

El influyente diario afirmó que el gobierno entrante acordó apoyar los planes estadunidenses para cambiar su política en la frontera y pedir a los solicitantes de asilo que esperen en territorio mexicano.

El presidente Trump difundió por su parte que los migrantes que soliciten asilo en EU desde la frontera sur deberán permanecer en México mientras esperan que sus pedidos se procesen, lo que parece confirmar las afirmaciones del diario estadunidense.

Sánchez Cordero, sin embargo, respondió que la administración entrante no considera en sus planes asumir la condición de tercer país seguro para la atención de los migrantes centroamericanos o de otros que se encuentren en territorio nacional ni para quienes tengan esa intención en el futuro.

“No hemos tenido acuerdos porque aún no somos gobierno. Le insistí mil veces al Washington Post que no hay acuerdo, aunque hemos tenido pláticas. ¿Cómo podemos hacer un acuerdo si no hemos sido instalados todavía como gobierno?”

Subrayó que México seguirá siendo un país de refugio y generoso con los migrantes centroamericanos pero negó las declaraciones que le atribuyó ese medio.

Preocupación por niños migrantes

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) manifestó su preocupación por la seguridad y el bienestar de los más de mil niños migrantes que se desplazan por México o esperan en la frontera en Tijuana a que sus solicitudes de asilo sean escuchadas por las autoridades de inmigración en Estados Unidos. Recordó que estos niños tienen acceso limitado a muchos de los servicios esenciales que necesitan para su bienestar, incluidos nutrición, educación, apoyo sicosocial y atención médica. Advirtió que además corren el riesgo de sufrir abuso o explotación o de ser víctimas de trata durante su viaje o en las inmediaciones de los campamentos y centros de descanso en la frontera. “Estas condiciones tan difíciles se suman a su huida de la violencia, la extorsión, la pobreza devastadora y la falta de oportunidades en sus países de origen en el norte de América Central”, subrayó. La UNICEF instó a todos los gobiernos a garantizar que los niños migrantes “tengan un acceso adecuado y en el tiempo debido a los procedimientos de asilo, sin importar cómo han entrado al país”.