Así como usted, escuché y miré con atención el discurso de Andrés Manuel López Obrador el pasado 1 de diciembre cuando tomó protesta como presidente de la República Mexicana. El primer mandatario habló de temas varios, por supuesto muchos de ellos fundamentales para el buen desarrollo de este país, e imagino compartió la agenda de deberes y tareas en orden de prioridad, aunque insisto: es lo que imagino.
Debo decirle que estoy consciente de que hay asuntos más importantes que atender que otros pero hay uno al que creo no han atacado con firmeza y es un problema severo: se llama SEDENTARISMO. Si no tenemos un país con una buena cultura física y de deporte, créamelo, como nación no vamos a presumir de ser competitivos o capaces en diferentes ámbitos. Es decir, necesitamos por ejemplo de policías sanos, con buena condición física para su buena labor; maestros con vitalidad, listos para poner el ejemplo e impartir una buena cátedra, o estudiantes que de igual manera, con buena salud, puedan primero conseguir trabajo y después trascender. Así me puedo ir ejemplificando profesión por profesión, vocación por vocación y en todas ellas se necesita que el recurso humano goce de buen estado de salud.
La verdad debo reconocer que cuando el presidente López Obrador expresó en su discurso: “Se fomentará el deporte y las actividades artísticas, ciencia y tecnología”, me quedé algo tranquilo. Sí, solo un poco tranquilo, porque al final el asunto del deporte y la activación física es parte de todas las promesas y las promesas a veces se cumplen o a veces se medio se cumplen o, de plano, no se cumplen.
Llamado
En múltiples ocasiones he aprovechado este espacio para darle a conocer la importancia de la cultura física y el deporte en nuestro México, sobre todo porque seguimos ocupando los primeros lugares de obesidad y de problemas vasculares o diabetes.
Damas y caballeros: no somos un país sano. Según el último ejercicio de Ensanut (Encuesta de salud y nutrición) siete de cada diez personas en México tienen diabetes y somos el país con más obesidad infantil del planeta Tierra. Casi siete de cada diez niños sufren de obesidad. ¿Usted cree que no es importante el fomento a la cultura física y deporte en un país que tiene un grave problema de salud pública? ¡Claro que es de capital importancia! Por eso agradezco al presidente López Obrador que le haya dado una embarradita a su agenda con el fomento al deporte y a la activación física.
No sé cuál será la estrategia a seguir para que el país disminuya su índice de sedentarismo pero sin duda se tiene que contar con muy buen presupuesto para continuar con campañas y crear otras en las que el ciudadano tenga un sentido preventivo que le permita reaccionar y evitar su deterioro físico y mental.
Por otro lado la Conade (Comisión Nacional de Cultura, Física y Deporte), que comanda la ex velocista Ana Gabriela Guevara, no se debe limitar a ciertas asignaturas sino a promover precisamente la cultura del deporte en territorio nacional, empezando por los más pequeños. De esa labor en la Conade se han olvidado en los últimos años. Necesitamos una población sana y que conozca la cultura del deporte de verdad: esa tarea es igual de importante que bajar el costo de los combustibles.
Cuando se habla de fomentar el deporte también tenemos que involucrar a los atletas olímpicos y de alto rendimiento, esos que deben gozar de lo mínimo indispensable para su buen desarrollo. El llamado puntual es para la Conade y el COM ( Comité Olímpico Mexicano), que deberán trabajar de manera muy pulcra junto con las diferentes federaciones deportivas y llegar a un mismo criterio en beneficio del atleta mexicano.