POSIBILIDAD ÓPTIMA

Georgianna Meza
Columnas
Ilustración
Ilustración

El destino se ríe de las probabilidades.

Lord Lytton

De nuevo hablaré sobre el tema del amor. Es algo que me parece realmente fascinante. ¿Llega cuando menos lo esperas? ¿O entre más lo buscas menos lo encuentras? En verdad considero que todos (o por lo menos muchos de nosotros) pensamos que el amor sí existe y es tanto un sentimiento como una experiencia que vale la pena experimentar.

Sin importar la edad que se tenga o las ilusiones que cada uno construya el amor es algo único y personal. Pero ¿a qué edad es bueno dejar de anhelarlo para convertirlo en algo real? Si piensas que el juego del amor es algo completamente emocional resulta que existe una fórmula matemática que lo puede racionalizar.

De acuerdo con la teoría del matemático Ted Hill, conocida como “frenado óptimo” (optimal stopping), se puede encontrar una relación ideal. Quizá suene bizarro poder encontrar el amor a través de una fórmula matemática pero este concepto se centra en la idea de parar antes para maximizar el beneficio y minimizar los costos. Es decir, si dejamos de buscar en el momento adecuado el resultado de encontrar a alguien será óptimo.

Y ese momento óptimo tiene un porcentaje específico. Según la teoría antes mencionada este es de 37%. Lo que significa que debemos pasar este periodo de tiempo conociendo gente para poder descartar tras ensayo y error a las personas que no nos convienen y poder regresar a la que sí es para nosotros. Si el rango de conocer a posibles parejas se midiera entre los años 18 a 40 quiere decir que a los 26 años (y un mes para ser exactos) deberíamos dejar de buscar.

Experiencias

Otra manera de explicarlo es la siguiente: si sales con once personas distintas eventualmente descartarás a todas pero regresarás a una que se asemeje más a lo que buscas y esta pequeña ventana de oportunidad es la que te puede ayudar a elegir a esa persona correcta.

Tal vez esta teoría de 37% suene terrible para encontrar pareja pero en realidad puede servirnos en todo lo que hacemos día con día, como elegir un lugar en el estacionamiento o comprar un departamento.

Lógicamente esto suena muy decente pero en mi opinión esto puede ser algo que quizá se base más en el sentido común pero no le prestamos mucha atención porque hay veces en las que nos basamos más en nuestra propia intuición. Considero que las decisiones de qué nos queda mejor muchas veces las hacemos a través del ensayo y el error.

Con la experiencia de caernos y levantarnos repetidamente es como definimos aquello que nos acomoda mejor, como decidir qué es el amor.