MONUMENTAL CAMPEÓN SUDAMERICANO

River dejó atrás a campeones anteriores de la Libertadores en la fase de eliminación directa.

Alejandro Zárate
Todo menos politica
Foto: Especial
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River Plate disfruta la dulzura de ser campeón. El justo premio al camino de un retador que llegó a su fin levantando el trofeo de vencedor, fuera de casa y en la llamada superfinal de la Copa Libertadores: sobre la cancha del Santiago Bernabéu en Madrid dejó alma, corazón y algo más para imponerse a su archirrival Boca Juniors por marcador global de 5-3.

El Millonario forjó una de las páginas más gloriosas de su historia de 117 años al imponerse en campo neutral debido al castigo de su estadio luego de que “aficionados” de River agredieron el camión de Boca, camino al Monumental.

Por cierto que en sus dos anteriores finales en Libertadores disputadas en campo neutral tenía marca negativa de igual número de derrotas. Nunca antes los dos equipos grandes de Buenos Aires se habían enfrentado en el máximo torneo de clubes en Sudamérica.

Este campeonato cae justo ante una afición que en cada encuentro les recordaba su descenso a la división B de apenas hace unos años. Una memoria humillante en cada cántico y pintada en los muros aledaños a su estadio.

River dejó atrás a campeones anteriores de la Libertadores en la fase de eliminación directa. En octavos superó al Racing Club, en cuartos al Independiente de Avellaneda y en semis al Gremio.

Debido a los disturbios que parecen no tener fin entre los aficionados argentinos visitó una Bombonera a su máxima capacidad con solo hinchas de Boca. A lo largo de la serie final se encontró tres veces abajo en el marcador hasta que finalmente se impuso en tiempo extra para alzar su cuarta Copa Libertadores.

En puerta

Su técnico, Marcelo Gallardo, se erige como el verdadero líder de un equipo que tenía años sin disfrutar momentos gloriosos. El Muñeco ha sabido conformar cada línea con eficiencia para ya sumar nueve títulos, de los cuales dos son de Libertadores. Además regresa a un Mundial de Clubes, torneo que ya disputó en 2015, cuando cayó en la final.

Sin días de descanso, El Millonario ahora se alista para enfrentar este torneo de campeones de clubes ya bajo la etiqueta de monarca sudamericano. A Emiratos Árabes llega como máximo favorito para avanzar a una hipotética final ante el Real Madrid, el monarca de la UEFA y quien le prestó su casa para darle conclusión a la superfinal.

Madrid es el favorito del certamen. Se presenta como el vencedor de la Liga de Campeones por tercer año consecutivo y con tres campeonatos dentro de este torneo internacional. Si bien ya no se encuentran ni Zinedine Zidane ni Cristiano Ronaldo en el banquillo y en la cancha, respectivamente, el equipo aún impone categoría.

Las Chivas del Guadalajara, por su parte, hacen su debut en el torneo por primera ocasión y con la ilusión de dar una sorpresa. Se ganaron su lugar después de obtener su primera Liga de Campeones de la Concacaf. Buscan lo que ningún club mexicano ha logrado: avanzar hasta la final del certamen.

Ante estos rivales el club argentino desea mantener su eficiencia sobre la cancha. Incluso en plenos festejos River Plate alista ya su estrategia para continuar creciendo su legado como una de las mejores generaciones que hayan portado la remera Gallina.