Migración preocupa a europeos

Se reúnen en talleres y conferencias sobre diversos temas.

Redacción
Política
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Foto: NTX

Madrid, 29 Diciembre.- Miles de jóvenes europeos reflexionan aquí, en el 41 encuentro de la comunidad ecuménica de Taizé, sobre la importancia de la hospitalidad como valor fundamental, en momentos que miles de refugiados tocan las puertas del continente.

Unos 15 mil jóvenes del continente se dan cita del 28 de diciembre al 1 de enero, convocados para la comunidad monástica con sede en Taizé, Francia, en la que se valora la reconciliación cristiana por encima de las diferencias políticas e ideológicas.

El prior de Taizé, Alois Loeser, en su mensaje a los asistentes les recordó la hospitalidad que da Madrid, sus familias y comunidades religiosas a los miles de jóvenes llegados de otros países, pero también entre éstos y el entorno que les rodea.

Como sucede todo el resto del año, la comunidad reúne a creyentes católicos, ortodoxos y de distintas tradiciones protestantes, que además de realizar oración conjunta, se reúnen en talleres y conferencias sobre diversos temas, entre ellos la crisis de refugiados en Europa.

La línea ecuménica es la trazada por el fundador de la comunidad, el pastor protestante suizo Roger Schutz en 1940, cuando llegó a Taizé, en la Borgoña (al centro-este de Francia), y acogió y escondió a judíos que huían de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

“Mi propia identidad se construye a través de mis relaciones con los demás. Por supuesto, el otro siempre sigue siendo diferente a mí, del otro nunca lo comprendo todo y, sin duda, tampoco puedo compartirlo todo con el otro”, expresó el prior Aloise en su mensaje.

“Acogernos mutuamente supone entonces aceptar los límites, los míos y los de los demás. Va de la mano del discernimiento. Pero esto nunca puede convertirse en un pretexto para encerrarnos en nosotros mismos, cediendo al miedo al otro, ese miedo que está presente en todos nosotros”, agregó.

La organización del evento destacó ejemplos más cercanos, como el hecho de que de entre los nueve mil jóvenes que son recibidos por familias de Madrid, una parte no son creyentes ni tienen contacto con la religión o son de otra confesión.

En el inicio del encuentro se dieron además gestos de reconciliación entre jóvenes que provienen de comunidades anteriormente enfrentadas por la guerra y la religión, de zonas fronterizas de países balcánicos.

Sobre estos esfuerzos de acercamiento, Aloise los considera “signos de esperanza: de que las jóvenes generaciones pueden preparar para la humanidad un futuro marcado por la cooperación y no por la competencia”.

Además de las oraciones y conversaciones bíblicas, los jóvenes tienen talleres sobre diversos temas como la trata de personas, el cambio climático, el trabajo con refugiados, deportes y valores humanos, la economía de agua, la actividad política, entre otros.

También uno que pregunta “¿La religión puede promover la paz mundial?, conversaciones entre una mujer musulmana, una judía y una cristiana”, y otro que plantea cómo es la economía según el Evangelio.

La iglesia de San Antón, en el centro de Madrid, del padre Ángel García, de la ONG Misioneros por la Paz, imparte talleres sobre su labor de puertas abiertas las 24 horas para recibir a personas sin hogar.