Nadie ignoraba que la Constitución Política de la Ciudad de México se reformaría para adecuarla y hacerla más perfectible, pero este I Congreso le ha restado facultades al Poder Legislativo en la designación de 116 titulares de los órganos internos de control, de la Administración Pública local y órganos autónomos. ¡Increíble!
“Las Comisiones Unidas de Transparencia y Combate a la Corrupción y de Rendición de Cuentas y Vigilancia de la Auditoría Superior de la Ciudad de México avalaron la adición y modificación de varias disposiciones de la Ley de Fiscalización Superior de la Ciudad de México, lo cual es inexplicable por la forma en que quieren poner a los contralores de la capital y porque los nombramientos anticorrupción pierden independencia e imparcialidad”, dice el diputado de Acción Nacional, Federico Döring.
Por supuesto, el dictamen no tuvo problema en el pleno: se aprobó con la mayoría morenista. Pero llama la atención porque se habla de un gobierno honesto, de entregar cuentas claras… y modifica la Constitución local para no tener contrapesos sino que ellos mismos se auditarán y revisarán sus cuentas. Como que es ilógico. ¿O me equivoco?
“El PAN votó contra el retroceso que impone Morena al eliminar facultades al Congreso de la Ciudad de México para ratificar a los contralores de órganos de control y fiscalización de la ciudad. Es una actitud que busca facilitar que una persona designe a una red de titulares de órganos de control y asumir decisiones discrecionales”, precisa el legislador del blanquiazul.
Tiene razón. Es inexplicable que los diputados voten lo que a sabiendas representa un retroceso ya que se restan facultades ellos mismos y evidencian su desconocimiento. ¿O sumisión? Porque son logros que se obtuvieron en el pasado para frenar los malos manejos de los funcionarios y evitar la corrupción. ¿Y ahora cómo explican esa actitud a sus votantes?
“Con las modificaciones a la Ley de Auditoría y Control Interno de la Administración Pública de la CDMX el Congreso local no podrá participar en la designación de 116 titulares de los órganos de control de la Administración Pública local. Y estos serán nombrados por la persona titular de la Secretaría de la Contraloría General de esta ciudad, con lo que se rompe totalmente el espíritu del Sistema Local Anticorrupción, permitiendo prácticas retrógradas para fomentar el compadrazgo político”, advierte el diputado Döring.
Vaya poder que tendrá el contralor general: no solo nombrará a todos los contralores de las dependencias del gobierno de la ciudad sino que además detenterá el control de todo el presupuesto del actual gobierno. Sabrá cómo se aplica. En dónde se desvía. Cómo lo justifica. Es decir, el mismo gobierno será el que maneje a su antojo las partidas presupuestadas y solo ellos sabrán qué hacen. ¿A poco para eso desaparecieron los contrapesos? Qué lamentable esta decisión del pleno. Pero las mayorías mandan. ¡Ni modo!
La escalera de Laura…
Y ahora le cuento que en el Congreso local hay mucha preocupación y angustia por los despidos no solo de trabajadores que fueron sindicalizados antes de concluir la VII Asamblea Legislativa sino también de trabajadores de base a quienes el último viernes de diciembre de 2018 les informaron que serían cesados. Y se sabe que a partir del 2 de enero les retiraron sus tarjetas, por lo que no pueden checar sus asistencias. Y por los pasillos de Donceles se escucha que la nueva mayoría legislativa no quiere nada que huela a perredé. ¡Lo están logrando, pues!... Y esta semana quedó integrada la Comisión Permanente que sesionará tras concluir el primer periodo ordinario de sesiones. Falta que los legisladores lleguen a las sesiones o, como ocurre siempre, se les hace tarde y ya será para la otra. ¡Veremos!