NUEVO ORDEN MUNDIAL: UNA PESADILLA INVIABLE

Si no hay una gran guerra destructiva las élites financieras globalistas enfrentan un inevitable desastre económico.

Guillermo Fárber
Columnas
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Tengo algunos años recibiendo imeils cada vez más alarmantes sobre el derrumbe del sistema financiero global que comenzó en el verano de 2007 y sus pavorosas consecuencias. Pero Demagog me hace esta reflexión, a la vez tranquilizadora… y aún más alarmante.

“Los presuntos conspiradores toman como implícito en sus planes de control que el control mundial requerirá de tecnología avanzada para su implementación. Sin esta el control mundial sería imposible. Los whistleblowers que denuncian a esos conspiradores también toman el control mundial por medios tecnológicos como cosa implícita y tampoco la cuestionan. Creo que la verdad es muy distinta. Cualquier guerra en escala destructiva a nivel mundial dará al traste con el control tecnológico, que es sumamente frágil de por sí y no resistiría una semana de bombardeos en serio. El muy probable uso de armas nucleares en tal caso acortaría la vida de la tecnología mundial de control a horas de conflicto o menos. El colapso de un plan de control mundial a través de tecnología tomaría, así, solo una o dos horas a lo sumo.

“Las élites financieras quieren preservar a toda costa sus sistemas bancarios porque el desmoronamiento del sistema monetario y financiero mundial es una viva amenaza y con ese desmoronamiento desaparecen los planes de control. Por eso las élites están tan asustadas”.

La ley de Herodes

“La tecnología cibernética de control por computadoras en los sistemas financieros del mundo ha costado una enormidad y este costo ha sido sufragado con dinero fíat. En un conflicto mundial desaparecerá el dinero fíat en minutos. Reconstruir un enorme, vasto sistema de computadoras y comunicaciones electrónicas con dinero real, que será lo único que quedará, será imposible. El mundo habrá regresado a la realidad económica y a un nivel de vida mucho muy disminuido donde lo que se consume se tendrá que pagar al contado con dinero real, no con dinero digital creado por computadoras. No será posible esa reconstrucción, al menos por un par de siglos, o quizá nunca.

“Si no hay una gran guerra destructiva las élites financieras globalistas enfrentan un inevitable desastre económico. La deuda mundial es totalmente impagable. La bancarrota mundial es un hecho: únicamente falta que se reconozca. Y las élites hacen esfuerzos desesperados por evitar el reconocimiento de este hecho. Pero es tan solo una táctica dilatoria de posponer el momento en que la quiebra financiera mundial se haga patente. Si se opta por una guerra mundial la destrucción de su imperio financiero terminará con el colapso tecnológico implícito e inevitable en tal guerra. En ambos casos el poder de las élites financieras tiene sus días contados. Será ‘interesante’ o, mejor dicho, espeluznante contemplar los acontecimientos próximos tomando en cuenta esta situación. De cualquier manera las élites financieras están atrapadas: no habrá ese Nuevo Orden Mundial controlado por ellas”.

Y yo me pregunto si las atrapadas son nada más esas élites financieras… o toda la humanidad. ¿Fiu o uf?