En caso de presentar fatiga, dificultad para respirar, hinchazón en pies y tobillos al realizar una actividad física mínima como caminar, subir escaleras o bailar, podría tratarse de una insuficiencia cardiaca derivada de una estenosis aórtica o falla en alguna válvula cardiovascular, lo cual reduce u obstruye el flujo sanguíneo del corazón a la arteria principal del cuerpo —la aorta— y hacia el resto del organismo.
Entre los principales factores de riesgo se encuentran edad avanzada, fiebre reumática, diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedad renal crónica o el haber recibido tratamiento de radioterapia en tórax.
“El dolor torácico es opresivo; muchos pacientes refieren sentir algo pesado en el pecho; se puede irradiar hacia espalda, brazos, mandíbula y se acompaña de otros síntomas como sudación fría, náuseas y ganas de evacuar”, refiere Diana Romero Zertuche, del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS.
La especialista detalla que en pacientes con diabetes mellitus el dolor no siempre se presenta de la manera convencional ya que pueden estar lesionados los nervios sensitivos y se modifica la sensación de dolor; por ello, exhorta a los pacientes a reconocer síntomas no habituales como dolor abdominal, falta de aire y desmayos.
“Tener algún factor de riesgo cardiaco, como diabetes mellitus y dolor de pecho, es una señal de alerta para acudir al médico, ya que se debe descartar la posibilidad de que las arterias del corazón estén obstruidas y sea la causa del dolor”, recalca.
La cardióloga menciona que la falta de aire puede ser un síntoma pivote de muchos problemas cardiacos como presión alta, presencia de arritmias (latidos anormales) o un dato de falla cardiaca. “El tiempo de inicio y otros datos clínicos acompañantes como palpitaciones, hinchazón de piernas y falta de producción de orina son síntomas que pueden orientar al médico y ayudarán a mejorar la eficacia en el diagnóstico y tratamiento”.
Las personas que alguna vez sufren de incapacidad súbita (de mover alguna extremidad) deben “acudir lo más pronto posible a un servicio de urgencias. El diagnóstico temprano de eventos vasculares cerebrales hace una enorme diferencia en el pronóstico del paciente”, advierte. Y añade que la presencia de soplos (sonidos anormales en la exploración del corazón) siempre es indicativa de un examen más exhaustivo y hecho por un especialista para determinar el origen, la gravedad y el tratamiento”, dice Romero Zertuche.
Para evitar serios problemas de enfermedad cardiovascular la cardióloga señala la importancia de tratar y controlar condiciones como diabetes mellitus, hipertensión arterial, obesidad, colesterol y triglicéridos elevados en sangre, evitar el consumo de tabaco, la vida sedentaria y disminuir los niveles de estrés.
Complicaciones
Cuando la válvula aórtica se estrecha el ventrículo izquierdo tiene que esforzarse más para bombear suficiente sangre a la aorta y al resto del cuerpo. Esto puede hacer que el ventrículo izquierdo se engrose y agrande. Con el tiempo el esfuerzo adicional que hace el corazón puede debilitar el ventrículo izquierdo y el corazón en general, lo cual en última instancia puede provocar una insuficiencia cardiaca y otros problemas.
La estenosis de la válvula aórtica puede derivarse de un defecto cardiaco congénito, es decir, los niños nacen con una válvula aórtica que tiene solo dos válvulas en lugar de tres. Otro factor es la acumulación de calcio en la válvula, lo cual puede derivarse de la edad y no solo ser la acumulación de calcio sino presentar rigidez en el tejido y estrechamiento de la válvula aórtica. La acumulación de calcio no se relaciona con la ingesta de calcio ni con el consumo de bebidas fortificadas con dicha sustancia. Y un tercer factor es por fiebre reumática o la complicación de una amigdalitis estreptocócica mal atendida, que provoca la formación de tejido cicatricial en la válvula aórtica y daño en la misma.
Opción terapéutica
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) brinda un nuevo tratamiento para la estenosis valvular aórtica, es decir, la obstrucción de la válvula cardiaca por calcificaciones y colesterol. Dicha terapia consiste en la colocación de una válvula con un método similar al cateterismo, en lugar de realizar una cirugía a corazón abierto.
El procedimiento consiste en introducir las válvulas en la punta de un catéter por la arteria desde la ingle hasta llegar a las áreas dañadas y cambiarlas por el dispositivo. En el hospital regional del ISSSTE yase llevaron a cabo los dos primeros procedimientos a dos adultos mayores: una mujer de 85 años y un hombre de 73. La intervención duró en promedio 20 minutos por cada paciente y fueron dados de alta a las 24 horas.
El procedimiento fue guiado por José Alfredo Merino Rajme, director del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE, y compartió que al menos 7% de la población mayor de 70 años padece de estenosis valvular aórtica.
Después del procedimiento solo se necesitan seis horas de reposo para las heridas en las ingles por donde se introduce el catéter para colocar la válvula, lapso menor a la recuperación de una cirugía de corazón abierto. “Esperamos que estos pacientes tengan por lo menos una sobrevida de 10 años”, concluyó.