La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana que se adquiere por la picadura de una garrapata infectada. Entre las primeras señales se encuentran presentar sarpullido, fiebre, dolor de cabeza, malestar general, agotamiento físico y rigidez en el cuello. Las personas que se encuentran en mayor riesgo de ser afectados son los viajeros amantes de acampar, excursionistas y quienes prefieren las zonas boscosas, al igual que los trabajadores agrícolas, de la construcción o mantenimiento de parques, ya que esta especie suele encontrarse aferrada a ramas, arbustos o maleza muy espesa, e incluso en algunos animales.
Si no se trata la infección se puede extender a las articulaciones, corazón y sistema nervioso central. En Estados Unidos cada año se reportan 300 mil casos nuevos y en México tan solo en el periodo de 2016 a 2018 se tienen 63 casos registrados, principalmente en los estados del norte del país.
Molesta picadura
“La enfermedad de Lyme es conocida como la gran imitadora (copia cualquier padecimiento autoinmune como lupus, artritis, fibriomialgia o puede parecer una gripa, entre otras). Es provocada por la bacteria Borrelia burgdorferi, que se transmite por la picadura de garrapatas”, explica Elizabeth Macías Barrera, especialista en Medicina del Viajero y directora de Vacunas y visas en viajes.
La garrapata es un parásito externo que se alimenta de la sangre de animales y seres humanos. Es un artrópodo perteneciente a la familia de los arácnidos. Se conocen 850 tipos distintos de garrapatas y, aunque la mayoría son inofensivos, algunas especies pueden transmitir distintas enfermedades, como la de Lyme. De hecho, tanto en Europa como en Estados Unidos constituyen el primer transmisor de enfermedades en el ser humano y el segundo en el mundo, después de los mosquitos, asegura Macías Barrera, especialista en Medicina Tropical por la Universidad Panamericana de España.
La también integrante de la Sociedad Internacional de Medicina del Viajero informa que las garrapatas buscan para su picadura los lugares húmedos y calientes del cuerpo humano, como los pliegues de las ingles, las axilas, la parte posterior de las piernas y el ombligo. Es importante remarcar que si bien perros y gatos pueden contraer la enfermedad de Lyme, no pueden infectar a los humanos.
“Esta enfermedad no tiene distinción: ataca a cualquier persona sin importar sexo o edad; incluso varias personalidades han contraído la enfermedad de Lyme, como es el caso de la cantante Thalía, los actores Richard Gere, Alec Baldwin y Avril Lavigne, entre muchos otros”, menciona la especialista.
Prevención
Algunos consejos que ofrece la asesora para prevenir la picadura de la garrapata y evitar la transmisión de enfermedades cuando se practican actividades al aire libre en zonas de riesgo son: evitar meterse entre los arbustos o vegetación alta —es preferible caminar por el centro de los senderos; no usarropa con colores brillantes o vivos como amarillo, rojo, naranja, etcétera; siempre llevarpantalones largos, playeras de manga larga de preferencia y calcetines altos; el calzado debe ser cerrado o botas,aplicarse repelente adecuado.
Sugiere además usar un repelente a base de DEET (Dietil-meta-toluamida) con una concentración de entre 40 y 60% cuando el riesgo es alto o el tiempo de permanencia es prolongado.
“Una forma de hacer más efectiva la acción de los repelentes para piel es complementarlos con el uso de un repelente para ropa; de ellos la permetrina es la sustancia más conocida, que se aplica en la superficie externa de ropa, calzado, bolsas de dormir y otros objetos para impedir que los insectos se acerquen: brinda hasta seis semanas o seis lavadas, ya que se adhiere a las fibras de las telas”, recomienda.
Problemas crónicos
La bacteria Borrelia burgdorferi de la enfermedad de Lyme también habita en ratones, ardillas y otros mamíferos pequeños. Se transmite por medio de la picadura de las garrapatas y el santuario en los humanos es el sistema nervioso central, por lo que causa fiebre, malestar muscular, articular y esquelético, un tipo de gripe sumamente agotador, menciona por su parte Jorge Garay Ramos, presidente de la Asociación Mexicana de Terapia Intensiva Pediátrica e integrante de la Clínica de Lyme en México.
Aunque la infección no es mortal, al menos hasta el momento, en la mayoría de los pacientes causa problemas crónicos.
En México no hay una estadística sobre la prevalencia pero desde hace cinco años se investiga la bacteria y su comportamiento en la población que habita el norte del país, expone el especialista.
En la Clínica Lyme México de octubre de 2016 a mayo de 2018 se detectaron 63 casos de la enfermedad. Garay Ramos añade que 20% de las personas que la contraen no presenta al principio signos ni síntomas; 11% desarrolla problemas neurológicos; de 4 a 8% manifiesta problemas cardiacos y/u oculares, y de 40 a 60% síntomas en las articulaciones.
“El paciente sufrirá de otros padecimientos en el rostro, cuello, cabeza, ojos, oídos, estómago, en los genitales, en el sistema músculo-esquelético, sistema circulatorio y respiratorio, además del nervioso… Todo ello le causará trastornos sicológicos. De ahí la importancia de su pronta atención”, comenta.
Detalla que se puede confirmar el diagnóstico con una prueba de Elisa y PCR, pero recomienda prevenir la infección porque el costo a corto y largo plazo es significativo, doloroso y tardará en curarse.
Los antibióticos pueden curar la mayoría de los casos de la enfermedad de Lyme. Cuanto antes se inicie el tratamiento más rápida y completa será la recuperación. Sin embargo, después de la terapia farmacológica algunos pacientes pueden sentir dolor muscular y articular y síntomas en los nervios. Esto se llama síndrome posterior a la enfermedad de Lyme. En este sentido existen maneras de lidiar con los síntomas con el uso de analgésicos y la mayoría de los pacientes mejoran con el tiempo.