ABRAZO CIENTÍFICO

Los abrazos también ayudan a que se reduzca el dolor y a que nos comuniquemos mejor.

Daniela Suárez
Columnas
Ilustración
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Éramos el abrazo de amor en que se unían el cielo con la tierra.

Rosario Castellanos

Esta semana se celebró el día del abrazo. Este lo nombró Kevin Zaborney en 1986 en Estados Unidos y se ha ido popularizando con el paso del tiempo. En este día Zaborney impulsa a las personas a que se den un abrazo, reconociendo lo que nos entrelaza como seres humanos. Sin importar a quién se abraza este gesto ayuda a liberar estrés y a estrechar los lazos invisibles que existen entre nosotros.

Para celebrar este día quiero contarles acerca de algunos datos científicos del poder que representa tener a alguien tan cerca. El promedio de un abrazo dura 3.17 segundos, asegura un estudio liderado por la Universidad de Dundee. Para llegar a esto analizaron 188 abrazos espontáneos entre atletas y competidores durante los Juegos Olímpicos de 2008.

El abrazo ayuda a reducir el estrés y a mostrar soporte, según una investigación realizada por expertos de la Universidad de California con base en 40 personas. Al darles pequeños choques eléctricos, aquellos que sostenían un abrazo redujeron significativamente el estrés y el dolor.

Un gesto de estrechar los brazos también podría ayudar a subir el sistema inmunológico y reducir el riesgo de contraer enfermedades respiratorias. Suena extraño, ya que estas enfermedades se contraen mediante el contagio aéreo. Sin embargo, investigadores de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh hallaron mediante estudiar a 400 personas que aquellas que tienen un mayor soporte emocional también cuentan con las defensas más elevadas y se enferman menos.

Parejas

Por si fuera poco los abrazos también ayudan a mejorar la salud del corazón. Para llegar a esta conclusión científicos de la Universidad de Carolina del Norte dividieron a 200 adultos en dos grupos; ambos grupos iban con sus parejas. Dentro del primero las parejas se tomaron de las manos por diez minutos y abrazaron por 20 segundos. En el otro grupo las parejas se sentaron en silencio por diez minutos con 20 segundos. En el primer grupo las personas presentaron una mayor reducción en la presión sanguínea y el ritmo cardiaco que los segundos participantes. De acuerdo con este estudio, estar en una relación afectuosa ayuda a la salud del corazón.

Cuando nos abrazamos también liberamos oxitocina, también conocida como la hormona del amor. Cuando esta se eleva nos sentimos felices y esto sucede comúnmente al abrazar, estar cerca o acariciar a otra persona. Además de ello un abrazo ayuda a reducir el miedo y la ansiedad. El hecho de estar cerca de alguien más previene que nos aislemos.

Como últimos datos me gustaría mencionar que los abrazos también ayudan a que se reduzca el dolor y nos ayudan a que nos comuniquemos mejor. Si bien los datos no son algo que necesariamente puedan describir lo que se siente recibir un abrazo por lo menos nos dan excusas para siempre brindarlos.