LAS FORMAS HORROROSAS DE PUMAS

En Pumas habían dejado de improvisar, pero volvieron a las andadas…

Redacción
Todo menos politica
Notimex
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Es una verdadera tristeza la forma como se está manejando el Club Universidad en estos instantes: sin estrategias claras, por lo menos en la parte deportiva del primer equipo. En el entorno universitario solo pesa para la actual directiva lo que grite la tribuna y lo que dicen los medios porristas de comunicación.

Por cierto, en una apreciación personal creo que el presidente del patronato del Club Universidad, Rodrigo Ares de Parga, habla mucho, pero los resultados buenos en su gestión son pocos.

Señoras y señores: ahora fue David Patiño el sacrificado, despedido sin argumentos contundentes, porque eso de cobrarle las dos eliminaciones ante América en 2018 me parece muy bajo y poco ético. Y no pretendo poner a Patiño como el gran estratega del futbol mexicano, porque tuvo sus errores comunes y normales en cualquier entrenador, pero ahí están los números, esos que nos dicen que el ex técnico de Pumas hizo mucho, muchísimo diría yo, con muy poco.

Para mí un tercer lugar general, conseguido en el torneo anterior, no es poca cosa…Pero de pronto a alguien por ahí en los medios se le ocurrió decir que a Patiño le falta personalidad, le falta carácter, que no es amigo de los medios, que no se viste de esmoquin o frac, etcétera. Todos esos comentarios, o calificativos, terminaron por influir primero en la tribuna y después en la estructura directiva; o viceversa quizá.

Vuelvo a traer el nombre de Rodrigo Ares de Parga, quien cada que puede insiste en que debe resurgir la cantera auriazul y yo le diría que no le han salido tan bien las cosas en ese sentido, pero sí que en su mandato el único que ha podido dar brillo a las fuerzas básicas de Pumas ha sido el propio David Patiño, ya sea debutando jugadores o dándole continuidad a los pocos que recibieron de milagro la oportunidad de saltar a la cancha en los últimos semestres.

Señor presidente del patronato del Club Universidad Nacional: las cosas con David Patiño, es cierto, no eran perfectas, pero tampoco eran un desastre y prefirió hacer caso a lo que su servidor llama “el aplausómetro”, ese que básicamente puso a Bruno Marioni como nuevo estratega del club que usted representa. Y por el amor de Dios, señor presidente de Pumas, ¿qué méritos tiene Marioni para ser entrenador de tan honorable institución? Por lo menos su antecesor estaba más preparado, era de casa y con mayor conocimiento de causa. Ahí están los resultados, écheles una ojeada.

¿Quién es Bruno Marioni?

Es uno de los entrenadores extranjeros más suertudos del futbol mexicano; ya le digo, las porras, los aplausos, alguno que otro medio molero, lo pusieron donde ahora está. Pero claro, él es el menos culpable. Ya sabe usted el dicho…

¡Ah! También Marioni fue el último campeón de goleo que tuvo Pumas, en el ya lejano Clausura 2004, pero para eso lo trajeron y le pagaron. ¡Faltaba más!

Me despido diciéndoles que no alcanzo a ver el éxito para Pumas en un mediano plazo; ojalá me equivoque y si es así ya se encargarán el propio Marioni y Rodrigo Ares de Parga de taparme la boca, pero por ahora las formas como cambian los procesos en Pumas son horrorosas y poco razonables.