FUERZAS ARMADAS: COMPROMISO CON DEMOCRACIA E INSTITUCIONES

“El presidente manifestó su confianza en el Ejército, Marina-Armada y Fuerza Aérea por actuar con responsabilidad en las tareas que tiene encomendadas”.

Ángel Hernández
Política
Foto: Especial
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El compromiso asumido por las Fuerzas Armadas con la democracia y las instituciones de México ha quedado de manifiesto a lo largo de más de un siglo, periodo en el que han dejado patente su lealtad, entrega y fidelidad con la vida institucional, mostrando una auténtica vocación de servicio a la República con el respaldo a las autoridades electas en procesos democráticos, en el auxilio a la población en casos de desastres o urgencias y en labores de seguridad y combate a la criminalidad.

La invaluable labor que realizan los integrantes del Ejército, la Marina-Armada de México y la Fuerza Aérea se fundamenta en su vocación de servicio a la patria.

Sin duda, el rol de las Fuerzas Armadas en la vida institucional del país adquiere en estos días un valor trascendental, considerando el papel que desempeñarán en los planes de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia de combate a la criminalidad y recuperación de la paz.

El anuncio del mandatario mexicano, en su calidad de comandante supremo, en el sentido de que los institutos armados tendrán una función destacada en labores de seguridad y continuarán en esa tarea que han realizado en los últimos doce años, además de que policías militares y navales se incorporarán a la Guardia Nacional, refrenda el voto de confianza del Ejecutivo federal a la lealtad, preparación y capacidad de las instituciones que mayor aprecio y reconocimiento tienen por parte de los mexicanos.

La conmemoración del CVI aniversario de la Marcha de la Lealtad este 9 de febrero, que recuerda el episodio de 1913 cuando los cadetes del Colegio Militar acompañaron al presidente Francisco I. Madero durante su trayecto con rumbo a Palacio Nacional, el cual había sido tomado en medio de un cuartelazo iniciado en la madrugada del mismo día, adquiere una relevancia especial a decir de los analistas y especialistas consultados.

Al respecto subrayan que ello se debe a la complejidad que enfrenta el país en materia de seguridad y la necesidad de que el problema se enfrente de manera eficaz y se establezcan las condiciones para restablecer la paz que demandan los ciudadanos, sobre todo en regiones que sufren un mayor impacto debido a la presencia de la delincuencia organizada.

La responsabilidad asumida por las Fuerzas Armadas con el proyecto de nación del presidente López Obrador la refrendó el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval González, quien afirmó que la exigencia del jefe del Ejecutivo de que el Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina-Armada de México cumplan con el objetivo supremo de defender y asistir al pueblo es “un mandato que acatarán todos los integrantes de las instituciones armadas con la lealtad institucional que las ha distinguido en el curso de su historia”.

Permanencia y reforzamiento

En la encrucijada por la que atraviesa el país en materia de seguridad, donde continúan con tendencia al alza los delitos que más afectan a los ciudadanos, como robos, asaltos, homicidios y otros ilícitos de fuerte impacto social, se hace necesaria la permanencia de las Fuerzas Armadas en labores de vigilancia y ataque contra los grupos delictivos.

El presidente López Obrador defiende por ello su decisión de que soldados y marinos continúen en las calles para enfrentar a los delincuentes ya que el diagnóstico no es alentador: relevarlos de esas funciones sería desastroso por el deterioro y las condiciones de corrupción que prevalecen en la mayoría de las policías estatales y municipales.

De ahí que el titular del Ejecutivo federal mantenga su propuesta de reorientar las funciones de las Fuerzas Armadas para hacer frente a la delincuencia, sumando a ellas a la Guardia Nacional, cuya creación se discute hoy en el Senado de la República.

Este nuevo cuerpo lo integrarán en principio policías militares, navales y federales. Y de acuerdo con el proyecto anunciado durante la presentación del Plan Nacional de Seguridad 2018-2024, la nueva institución contará con 266 coordinaciones territoriales en todo el país, de las cuales se tiene previsto que 150 entrarán en funciones en el presente año; en 2020 sumarán 200, y en 2021 entrarán en funciones las 66 restantes.

El presidente calcula que se necesitarán entre 120 a 150 mil efectivos, cifra que no se alcanza a cubrir con la suma de los elementos de las policías Militar, Naval y Federal, por lo que habrá un proceso de reclutamiento de unos 50 mil nuevos elementos.

Instituciones confiables

El espíritu de servicio de los integrantes de las Fuerzas Armadas del país ha quedado ratificado en las tareas que tienen encomendadas por la Constitución, como son: defender la integridad, independencia y soberanía de la nación; garantizar la seguridad interior; auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas; realizar acciones cívicas y obras sociales que tiendan al progreso del país, y en caso de desastre prestar ayuda para el mantenimiento del orden, auxilio de las personas y sus bienes, así como en la reconstrucción de zonas afectadas.

A esas labores que soldados, marinos y pilotos de la Fuerza Aérea han realizado con dedicación y eficacia se ha sumado su importante labor en tareas de seguridad en los años recientes frente al aumento de las actividades criminales, en particular de la delincuencia organizada en sus diferentes modalidades.

Este auxilio de los institutos armados en materia de seguridad, participación avalada por tesis jurisprudenciales emitidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ha permitido que desde diciembre de 2006 comenzara un despliegue de efectivos militares —primero en Michoacán y más tarde en otras entidades— para enfrentar a los distintos grupos de la delincuencia organizada que operaban en diversas regiones del territorio nacional.

Los últimos doce años de participación activa en tareas de seguridad han tenido un alto costo para los institutos armados nacionales, no solo cuanto a bajas de elementos con cerca de 400 marinos y soldados muertos en enfrentamientos con grupos delincuenciales sino que además han resentido señalamientos en su contra por presunta violación de derechos humanos en el desempeño de sus actividades contra el crimen.

Esta afectación a la imagen de las Fuerzas Armadas por su participación en el combate a la delincuencia es reconocida por el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, quien al delinear el nuevo plan de seguridad que aplicará el gobierno del presidente López Obrador anunció que se replanteará la seguridad nacional y se dará una reorientación de las Fuerzas Armadas.

Reconoció que resultaría desastroso relevar a los soldados y marinos de su encomienda actual en materia de seguridad pública ya que “constituyen las instituciones más confiables para mantenerla, a pesar de que no fueron concebidas para ello y pese a las distorsiones y el desgaste institucional de que permanezcan en las calles”.

Por ello destacó que las actuales circunstancias llevaron a proponer que, sin abandonar sus misiones constitucionales, las Fuerzas Armadas participen en la construcción de la paz con un papel protagónico en la formación, estructuración, capacitación y operación de la Guardia Nacional.

A toda prueba

Un día después de asumir como presidente de la República y al recibir honores plenos como comandante supremo de las Fuerzas Armadas, López Obrador manifestó su confianza en el Ejército, Marina-Armada y Fuerza Aérea por actuar con responsabilidad en las tareas que tiene encomendadas.

En el Campo Militar Marte, tras convocar a militares y marinos a resolver el problema de la violencia que padece el país mediante la Guardia Nacional, explicó que se mantendrá la tarea de defensa del territorio porque ahora el pueblo de México necesita a sus Fuerzas Armadas para atender el grave problema de inseguridad.

Ante los titulares de Defensa, general secretario Luis Cresencio Sandoval, y de Marina, almirante secretario José Rafael Ojeda Durán, el mandatario destacó que el rasgo distintivo del Ejército es su carácter nacionalista.

“El Ejército es una gran institución y tiene escuelas para formar a sus integrantes de acuerdo con las nuevas circunstancias; y estoy seguro que reforzará la formación en el respeto a los derechos humanos, y para cumplir con los protocolos en el uso de la fuerza”, subrayó el presidente.

López Obrador dijo que la integración de las policías Militar, Naval y Federal a la Guardia Nacional es una reforma para bien de México y con el apoyo del Ejército que tiene más apoyo popular aunque en los tiempos recientes ha sido utilizado para tareas ingratas que le producen desgastes.

Resaltó que las instituciones que cuentan con más confianza entre los mexicanos son la Secretaría de la Defensa y la Secretaría de Marina, lo que se debe a que ante desastres naturales y emergencias los soldados y marinos son los primeros en prestar auxilio a la población.

El jefe del Ejecutivo federal destacó la lealtad de las Fuerzas Armadas a la patria: “Esa es la que más vale: la fidelidad a los principios, a los ideales, más que la nobleza a los hombres, porque la patria es primero”.

Confianza

Por su parte los secretarios de Defensa y Marina refrendaron el respaldo, lealtad y subordinación de las Fuerzas Armadas al presidente y aceptaron su participación en tareas de seguridad en una Guardia Nacional, cuidando siempre los derechos humanos.

El general Luis Cresencio Sandoval puntualizó: “Tenga la seguridad que no lo defraudaremos y cumpliremos a cabalidad con sus instrucciones”, en tanto que el almirante Ojeda Durán apuntó que ningún marino está obligado a obedecer una orden que pueda constituirse en un delito, en una violación de los derechos humanos o que atente contra la disciplina naval.

El general secretario de Defensa, en su primer mensaje ante el presidente López Obrador, manifestó su confianza en el proyecto de nación que encabeza. “Seguros estamos que su proyecto de nación logrará consolidar las aspiraciones de paz, tranquilidad y desarrollo social del pueblo de México. Quienes integramos las Fuerzas Armadas nos sentimos honrados por la confianza que nos otorga para participar, con toda la disposición y capacidades institucionales, en su consecución”.

Y añadió que ante los retos y desafíos los soldados de la República se encuentran con el ánimo renovado para coadyuvar con la ciudadanía y el gobierno de lograr una transformación que nos permita avanzar, de manera personal, familiar y colectiva, como sociedad.

“Tenga la seguridad, señor presidente, que no lo defraudaremos y cumpliremos de manera cabal con sus instrucciones”, afirmó el alto mando militar.

Comprometidos

Destacó que los soldados tienen ánimos para actuar en las misiones que les sean asignadas para protección del pueblo mexicano, al cual no le pueden fallar. Instruyó a los integrantes del Ejército y la Fuerza Aérea a dar su máximo esfuerzo en cada misión y tarea de seguridad que les sean asignadas, y les pidió que actúen bajo el cobijo de la legalidad y con la premisa de respetar en todo momento los derechos humanos y el uso de la fuerza en las acciones que se realicen para recuperar las condiciones de paz y tranquilidad que todos anhelamos.

El secretario de la Defensa Nacional afirmó que en las Fuerzas Armadas la disciplina, el honor y la lealtad son los principales valores en los que se fundamenta la subordinación a la investidura presidencial y el respeto a las instituciones de la República.

“Sustentados en esos pilares, en el Ejército y Fuerza Aérea mexicanos trabajaremos incansablemente en cumplimiento de las misiones que se nos asignen, en favor del pueblo de México, al que no podemos fallarle”.

Insistió en que bajo este principio de actuación y la imperante necesidad de alcanzar la paz y tranquilidad para todos los mexicanos, tienen la obligación de atender la defensa de la nación y la seguridad interior, la importante estrategia que en materia de seguridad pública ha emprendido el actual gobierno.

“Estamos seguros que la creación de la Guardia Nacional jugará un papel preponderante al constituir gran parte de la estructura que atenderá las necesidades de seguridad pública, y protegerá de manera cercana a la ciudadanía, buscando siempre los niveles de paz y bienestar que demanda la sociedad mexicana”, añadió.

Y aseguró que el Ejército, Fuerza Aérea y Marina-Armada están prestos y a las órdenes para cumplir su elevada responsabilidad, para lo cual soldados, pilotos y marinos reafirman juntos que las Fuerzas Armadas son institucionales, leales y comprometidas con la patria.

Modernización

Los institutos armados del país han emprendido en los años recientes un importante esfuerzo de modernización de su infraestructura, así como una mejor preparación de sus integrantes con el objetivo de alcanzar una mayor capacidad de respuesta.

En los últimos años se entregaron 352 nuevas obras de infraestructura militar entre cuarteles, hospitales, unidades habitacionales e instalaciones educativas.

El presupuesto destinado a esas obras, sin considerar el destinado al equipamiento para los institutos armados, supera los 28 mil millones de pesos, cantidad que representa doce veces más que hace dos administraciones y más de tres veces que la gestión anterior, lo que permite a México contar con militares mejor preparados en auxilio de los mexicanos.

Apoyo a la población

En casos de desastres naturales, como inundaciones por intensas lluvias, desbordamientos de ríos o sismos, la ayuda a la población civil es una de las labores de más alto reconocimiento de la ciudadanía hacia las Fuerzas Armadas.

El Plan DN-III-E —que este año cumplirá 52 años— es un operativo militar que establece los lineamientos para realizar actividades de auxilio a la población civil afectada por cualquier tipo de desastre.

Este plan se pone en marcha para atender fenómenos geológicos como sismos o actividad de volcanes; fenómenos hidrometeorológicos como los efectos de huracanes o intensas lluvias, así como en incendios en áreas naturales o generados por algún fenómeno químico tecnológico.

Para la aplicación del plan se cuenta con la llamada Fuerza de Apoyo para Casos de Desastre, un organismo militar formado para que la Secretaría de la Defensa Nacional proporcione apoyo inmediato con personal y equipo especializado.

Entre las actividades que realizan los integrantes de la Fuerza de Apoyo están reconocimientos aéreos y terrestres para elaborar un informe sobre la situación que prevalece en las zonas afectadas y hacer un análisis de control de daños.

También encabezan labores de búsqueda, rescate y evacuación en el área de desastre; proporcionan atención médica y distribuyen alimentos, además de colaborar en los trabajos de remoción de escombros y el restablecimiento de las vías de comunicación.

La Fuerza de Apoyo se integra por dos componentes: por un lado, el aéreo, que conforman aeronaves de ala fija que se emplean en reconocimientos, evacuación de personas, traslado de personal y material hacia las zonas de desastre, así como los llamados “puentes aéreos” que permiten transportar a quienes se encuentran varados y que de otra forma no podrían abandonar la zona siniestrada.

Y, por otro lado, el componente terrestre, un agrupamiento de ingenieros especializados que disponen de motoniveladoras, excavadoras, trascabos, bulldozer y camiones de volteo que se usan para realizar trabajos de remoción de escombros y restablecimiento de vías de comunicación.

Ayuda humanitaria

Las acciones de los elementos militares en situaciones de emergencia naturales se extienden al auxilio a la población civil de otros países, en los que se realiza mediante el uso de los mismos procedimientos para la aplicación del Plan DN-III-E en el territorio nacional.

La ayuda humanitaria que prestan las Fuerzas Armadas fuera del territorio nacional es de carácter bilateral, por lo que se apoya a la nación afectada bajo un esquema de coordinación y cooperación con sus autoridades.

Hay varios tipos de gestión para solicitar ayuda humanitaria a México, incluyendo la posibilidad de que el presidente de la República la ofrezca como un gesto de solidaridad ante los desastres causados por algún fenómeno natural, que el mandatario del país afectado la solicite directamente al Ejecutivo mexicano o que la petición se haga por medio de las cancillerías correspondientes.

Labor social y ecológica

Otro rubro en el que participan las Fuerzas Armadas es la labor social como parte del Plan DN-III-E y tiene como objetivo hacer llegar ayuda a la población civil más aislada o de escasos recursos que vive en áreas rurales o suburbanas marginadas, o que por su ubicación no tiene acceso a servicios básicos.

Entre las actividades que despliegan los elementos militares se encuentran servicio médico y odontológico, aplicación de vacunas, reparación de aparatos electrodomésticos y electrónicos. Realizan además cortes de pelo y servicios de mantenimiento a planteles educativos.

Los servicios son totalmente gratuitos y no se requiere de ningún trámite o documento para recibir la atención requerida por la población.

Ecología

Para contribuir al cuidado del medio ambiente los institutos armados del país se suman también a las acciones que realiza el gobierno federal para disminuir el deterioro ambiental en México, para lo cual realiza una serie de actividades tendentes a promover el desarrollo sustentable del país.

Entre estas se encuentra la construcción y operación de Viveros Forestales Militares en coordinación con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), operación de plantas de tratamiento de aguas residuales y de producción de composta.