POCO ESPECTÁCULO Y MUCHO MANOSEO EN F1

Hoy las carreras de Fórmula 1 son monótonas, de pronto aburridas y solo algunas veces entretenidas.

Redacción
Todo menos politica
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Está a punto de arrancar un campeonato más de la Fórmula 1 con pilotos incorporándose a nuevos equipos. Y en este sentido quizás uno de los movimientos más sorpresivos es el del australiano Daniel Ricciardo, quien abandona a Aston Martin Red Bull Racing para ir a una escudería de mucha, pero mucha tradición en el automovilismo como lo es Renault, aunque no tan exitosa en los últimos años.

En realidad el cambio de asientos de los pilotos siempre es interesante para los que aún tratamos de disfrutar de dicha categoría del automovilismo.

También la presentación de los diferentes monoplazas, previo al inicio de la temporada, es sumamente emocionante porque dejan ver esa armadura que impone a primera vista.

Luego está el atractivo del calendario, ese que te indica que la F1 afortunadamente sigue haciendo paradas en países con una enorme afición al deporte motor, como Gran Bretaña en Silverstone, en Alemania el circuito de Hockenheim, en Bélgica el bellísimo Spa-Francorchamps, y en México el Autódromo Hermanos Rodríguez, aunque este último peligra posterior a 2019.

Pero señoras y señores: también existe la parte mala. Y para mí, tristemente, está en la pista: en una opinión personal, hoy las carreras de Fórmula 1 son monótonas, de pronto aburridas y algunas veces —solamente algunas veces— entretenidas.

Cierto, es normal en todos los deportes que siempre estén los más poderosos, que en el caso de la F1 por ahora son Mercedes, Ferrari, Red Bull y después el resto, pero también es verdad que en esta categoría el reglamento es constantemente manoseado, recurrentemente modificado y lo único que se origina con ello —diría mi querido amigo Rubén García Novoa, ex piloto y experto en la materia— es una pasarela de monoplazas con poca capacidad de ofrecer espectáculo al aficionado. Esa es la realidad actual de la Fórmula 1. ¡Poco atractiva!

Si no son las llantas, es la caja; si no es la caja, es la parte aerodinámica; y así me puedo ir: las modificaciones no paran. Asegura la gente de la FIA y compañía que esas “innovaciones” son para favorecer a las escuderías más discretas, pero no es así, al contrario: benefician aún más a las que cuentan con un presupuesto boyante, porque al final los cambios se apegan a la tecnología de punta y solo los más poderosos tienen oportunidad de aplicar casi de manera perfecta a sus coches los nuevos requerimientos.

Actualmente, a semanas de que inicie la temporada, precisamente las modificaciones aerodinámicas para 2019 causan serios dolores de cabeza en el entorno de la F1.

Y si bien las últimas modificaciones en el reglamento originaron a partir de 2017 la presencia de los monoplazas más rápidos de la historia, acabaron también con una parte muy, pero muy importante de este deporte: me refiero a los rebases o adelantamientos, mismos que a la fecha han descendido en 52%. ¡Caramba! El registrar las velocidades más altas de la historia no precisamente quiere decir que hay espectáculo. Creo que para este 2019, con el manoseo que persiste en el libro de los estatutos, la pasarela de coches, muchos de ellos bonitos y poco competitivos, continuará.

Sobre Sergio Pérez

Opino que este año seguiremos viendo a un Checo Pérez competitivo y con buenos argumentos al volante con la escudería Racing Point. Que no se nos olvide que ya tiene ocho años en la máxima categoría del automovilismo en cuanto a competencia y en las últimas temporadas la verdad es que no ha pasado desapercibido.

Sinceramente considero que luego de ocho podios, tres con el equipo Sauber y cinco con Force India, además de las 155 carreras ya acumuladas en F1, la mesa está puesta para que Pérez siga representando de manera digna a nuestro país. ¡Que así sea!