RINITIS ALÉRGICA AFECTA A 40% DE NIÑOS EN MÉXICO

Los ácaros son responsables de 50% de las manifestaciones alérgicas y están presentes en el polvo de casa.

Lorena Ríos
Todo menos politica
Foto: Especial
Foto: Especial

En el país la prevalencia de alergias y enfermedades respiratorias pasó de 4% en 1995 a 40% en 2018, lo que representa un incremento de mil por ciento, por lo que se considera un serio problema de salud pública y es ya la primera causa de consulta en los centros de salud.

Entre los factores que incidieron en el aumento de casos están los hábitos alimenticios inadecuados de mujeres embarazadas, nacimientos por cesárea, carencia de lactancia materna, uso indiscriminado de antibióticos, obesidad y contaminación ambiental.

Se hallan entre las enfermedades respiratorias crónicas la rinitis alérgica, asma y alergias respiratorias, que al combinarse con una infección por virus de influenza, bacteria u hongos puede complicarse y dar paso a neumonías, es decir, una infección pulmonar en la cual los alvéolos se inflaman y se llenan de fluido, por lo que resulta sumamente peligrosa en menores de cinco años.

“Las alergias no son una cuestión banal sino que tiene un alto impacto en la calidad de vida de los pacientes, en la economía familiar y en el sistema de salud”, expone el presidente de la Academia Mexicana de Pediatría (AMP), Javier Mancilla Ramírez, quien destaca que “el paciente alérgico, después de tener contacto con el alérgeno, puede presentar irritación y obstrucción de la nariz, picores y estornudos, lagrimeo y enrojecimiento de los ojos. Otros signos que pueden aparecer son tos, sensación de ahogo o erupciones en la piel, señales que son apenas la punta del iceberg”.

El especialista advierte que las personas con alergias en la temporada invernal están más expuestas a cambios bruscos de temperatura y si no se han vacunado contra la influenza el riesgo de que presenten una complicación es más elevado, por lo que resulta común que ingresen a servicios de urgencia hospitalaria.

Rinitis alérgica

Entre las enfermedades respiratorias crónicas, padecimiento de las vías respiratorias y otras estructuras del pulmón, que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) ocasionan hasta cinco millones de casos graves cada año en todo el planeta, se encuentra la rinitis alérgica.

Esta condición es resultado de un mal funcionamiento del sistema inmunitario que provoca que el organismo reaccione de manera anormal o exagerada frente al contacto con elementos del ambiente, conocidos como alérgenos, que son sustancias inofensivas transportadas por el aire, explica Gerardo López Pérez, alergólogo e infectólogo pediatra e integrante de la AMP.

Los principales alérgenos respiratorios son los ácaros del polvo doméstico, el polen de pastos y árboles, el pelo de animales y el moho, que al inhalarse pueden inducir reacciones inflamatorias en nariz, ojos, garganta y bronquios, lo que se conoce como rinitis alérgica. Esta se clasifica de acuerdo con la frecuencia en la que se presenta, ya sea estacional, que se da únicamente en ciertos periodos de tiempo, o crónica, que se manifiesta todo el año.

“La rinitis alérgica es un factor de riesgo para asma. A escala mundial existen 300 millones con esta condición y 400 millones con asma. Prácticamente son dos enfermedades que van de la mano, a las cuales se pueden sumar sinusitis, otitis, conjuntivitis, poliposis y dermatitis atópica”, comparte.

Herencia genética

Los antecedentes familiares de alergias son un factor importante en el desarrollo de la rinitis alérgica, especialmente cuando los síntomas se presentan durante la niñez. Un niño con padres alérgicos o asmáticos tiene más riesgo de presentar la patología, la cual se puede prevenir desde los primeros meses del embarazo si la madre se alimenta adecuadamente durante todo el proceso de gestación con frutas, verduras y proteínas animales naturales, evita estar cerca de fumadores y no consume bebidas alcohólicas, señala en tanto José Huerta López, jefe del Departamento de Alergias en el Instituto Nacional de Pediatría (INP).

Los ácaros son responsables de 50% de las manifestaciones alérgicas y están presentes en el polvo de casa. Se encuentran principalmente en colchones, almohadas, cortinas, sofás, alfombras y peluches. Un colchón puede contener cerca de dos millones de ácaros y se pueden encontrar hasta dos mil ácaros por cada gramo de polvo.

Los síntomas de la alergia a los ácaros aparecen todo el año, pero pueden ser más intensos durante dos periodos clave: primavera y otoño, cuando el ambiente es más cálido y húmedo.

Para prevenir las manifestaciones alérgicas por ácaros se recomienda mantener las habitaciones ventiladas; lavar regularmente peluches, almohadas y cortinas; quitar el polvo de los muebles regularmente con un trapo húmedo, por mencionar algunos consejos.

La rinitis alérgica estacional, provocada en gran parte por el polen, se considera la cuarta patología crónica a escala mundial, según datos de la OMS. Los síntomas son fácilmente reconocibles ya que afectan especialmente nariz, ojos y faringe.

Terapia

Por todo lo anterior existe un robusto portafolio de medicamentos que van desde la prevención, el tratamiento y el alivio de los síntomas de las alergias y de otras enfermedades de las vías respiratorias, entregando soluciones que paran en seco la alergia, como los antihistamínicos de segunda generación que alivian síntomas derivados de las patologías alérgicas.

“Los centros hospitalarios de alta especialidad no se dan abasto en la atención de este tipo de padecimientos, por lo que propugnamos por la capacitación de los médicos de atención primaria ya que es con ellos donde se detectan estas entidades en una forma inicial y sin complicaciones. Asimismo, la introducción en el conocimiento de estas enfermedades deberá ser obligatoria en la formación del médico en las universidades”, concluye Gerardo López.