Soñar en teoría es vivir un poco, pero vivir soñando es no existir.
Jean Paul Sartre
Existen sueños comunales que todos hemos experimentado, desde llegar tarde a un examen, correr y tropezar hacia el vacío, que se caigan los dientes, hasta llegar desnudo a exponer frente a un auditorio. Son sueños recurrentes que experimentamos todos los seres humanos, pero ¿por qué compartimos estas imágenes mientras dormimos?
Aún se sabe poco de los sueños y a pesar de que existen varios estudios de ello se entiende que soñar juega un papel importante en la regulación de las emociones y la consolidación de la memoria. Y, de hecho, los sueños recurrentes suceden entre 60 y 75% de adultos (de manera más frecuente en hombres que en mujeres) y las temáticas son muy similares.
Los temas más frecuentes de los sueños recurrentes son: ser atacado o perseguido, caerse, estar atorado, llegar tarde a una cita importante, reprobar un examen y perder el control de un auto.
En teoría los sueños recurrentes son aquellos que revelan la presencia de conflictos no resueltos y detonadores de estrés de manera individual. Pero si es así ¿por qué todos podemos soñar lo mismo?
Teorías
De acuerdo con un artículo de la BBC existen tres teorías. La primera es el simulacro de la amenaza. Esta sostiene que la gente de alguna manera practicamos qué haríamos en situaciones de agonía o peligro; es decir, simulamos situaciones hipotéticas para ver cómo nos enfrentaríamos a ellas.
Otra teoría es la de la consolidación de la memoria: en esta se dice que durante la noche mientras dormimos el cerebro trabaja para recopilar recuerdos. De hecho, por eso hay veces en las cuales soñamos con cosas que jamás pensaríamos posibles mientras estamos despiertos, porque el cerebro trata de vincular cosas que existen independientemente de manera normal, pero de alguna forma las necesita relacionar.
Otra teoría asegura que el sueño recurrente ayuda a la reducción del miedo. Es decir, mientras estamos conscientes y despiertos acumulamos temores distintos. Al dormir soñamos con ellos en un contexto diferente y de esta manera, al soñarlos, ayudamos a sanarlos.
Hay quienes nos acordamos de los sueños y hay quienes los olvidan al despertarse. Y también hay quienes crean cosas maravillosas tras haberlas ideado en un estado onírico. Desde Salvador Dalí, William Blake, pasando por Ayn Rand y la pintora Remedios Varo, se cuenta que estos artistas manifestaron lo vivido en sueños.
Sin importar de dónde provienen estas imágenes mientras dormimos, si las soñamos todos y las compartimos creo que al final del día inconscientemente buscamos la manera de liberarnos y a la vez manifestarnos.