LENTILLAS CONTRA ENFERMEDADES INFLAMATORIAS OCULARES

Lo esencial es lograr que el fármaco permanezca más tiempo en la mucosa ocular.

Redacción
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Notimex

La industria farmacéutica mundial será impactada por nuevos sistemas de liberación de fármacos ya sea con base macroscópica, microscópica, nanopartículas, geles e hidrogeles ya que ofrecen importantes ventajas con relación a los sistemas convencionales.

Decirle adiós a las gotas oftálmicas o dejar de ingerir pastillas es parte del futuro de la medicina y México no permanece al margen de esa innovación.

El doctor José Juan Escobar Chávez, especialista en Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la UNAM, desarrolló unos lentes de contacto que se disuelven en minutos en el ojo y liberan de modo gradual un fármaco auxiliar en afecciones como la uveítis, un mal causante de ceguera.

“Son unas lentillas biodegradables, equivalentes a las lentes de contacto blandas que utilizan personas con miopía. Esta película oftálmica, cargada con dexametasona (corticosteroride que actúa como antiinflamatorio y antisupresor), permite la liberación controlada del fármaco y una mejor dosificación para una recuperación óptima”, revela el investigador universitario.

Interesado en generar formas farmacéuticas no convencionales, es decir, que no se administran por vía oral, el doctor Escobar mantiene en su laboratorio una línea de investigación centrada en procesos transdérmicos, subcutáneos, nasales y oculares.

“Además de crear nuevas soluciones a lo que existe en el mercado, el propósito es obtener formas de liberación de fármacos más eficientes, cómodas para los pacientes y sobre todo a un precio accesible”, comparte.

Escobar y su equipo notaron en los últimos años el crecimiento exponencial de los casos de uveítis, sobre todo en adultos, jóvenes y niños, debido al estilo de vida en combinación con las condiciones ambientales y el uso excesivo de aparatos electrónicos. “Pasan mucho tiempo frente a monitores de televisión, tabletas, laptops y teléfonos celulares”, observa.

La uveítis es la inflamación de la úvea (capa vascular del ojo), una de las causas del enrojecimiento del ojo; suele acompañarse de ardor, picazón, lagrimeo y disminución de la agudeza visual. En realidad afecta cualquier parte del ojo o de sus tejidos (nervio óptico, vasos sanguíneos, músculos o tejidos).

Es ocasionada por agentes infecciosos como bacterias, parásitos, hongos y virus, alérgenos y no infecciosos como la contaminación, la exposición excesiva a pantallas electrónicas y factores hereditarios.

La uveítis incluye padecimientos como la conjuntivitis alérgica y crónica, escleritis, epiescleritis, queratitis, ojo seco, entre otras, como lo reporta en un estudio la Asociación Para Evitar la Ceguera (APEC) en México. De todas estas enfermedades inflamatorias oculares, entre 10 y 25% causa ceguera en el paciente.

Lentillas poliméricas biodegradables

Luego de analizar el tratamiento convencional de las gotas el doctor Escobar explica que el líquido con la sustancia activa permanece poco tiempo en la mucosa ocular porque se expulsa casi de inmediato a través de las lágrimas y solo se aprovecha 5%, lo que conlleva que el paciente tenga que ampliar por más tiempo el tratamiento.

“Las limitaciones del tratamiento por gotas fueron el detonante para crear las lentillas”, afirma.

Tras un proceso de investigación se desarrollaron las lentillas cargadas con una cantidad de dexametasona muy superior al de las gotas. La película polimérica permite que la liberación del fármaco esté controlada. La condición biodegradable posibilita que al contacto con el ojo se empiece a disolver de modo natural. Además, el costo de desarrollo es menor a los tratamientos convencionales.

Dice el especialista: “La aplicación no requiere de personal especializado pues el paciente puede disponer de las lentillas y él mismo aplicárselas, de la misma forma en que se colocan las lentes de contacto”.

También explica que en las lentillas se usaron polímeros de uso oftálmico que son garantía para evitar reacciones adversas u otro tipo de problemas. “Lo esencial es lograr que el fármaco permanezca más tiempo en la mucosa ocular y, por ende, tener un efecto más eficiente”.

Aunque el proceso de solicitud de patente de lentillas poliméricas biodegradables dio inicio, Escobar considera que aún faltan muchos pasos para conseguir que una empresa farmacéutica se interese en la producción y comercialización del nuevo medicamento.

“El primer paso ya se dio ya que tenemos a 100% el desarrollo y caracterización de las lentillas poliméricas biodegradables; ahora debemos esperar el dictamen de las autoridades. Confiamos en que se nos dará la patente a nombre de la FES Cuautitlán”, afirma.

Doctor en sistemas transdérmicos por las universidades de Ginebra, Valencia

y la UNAM espera que la industria farmacéutica voltee a ver el desarrollo de estos nuevos sistemas y formas de medicamentos. “La lentilla polimérica tiene mucho futuro y obtuvo el Premio Canifarma (tercer lugar) en la categoría de Innovación Tecnológica. El jurado consideró que nuestro desarrollo es una forma farmacéutica única entre lo que ya existe, superior en efectividad, aplicación y costo económico”, subraya.

Sostiene que ante el avance de las enfermedades crónico degenerativas en adultos contemporáneos y mayores, los sistemas transdérmicos se presentan como una provechosa opción. “Imaginemos a los numerosos pacientes con diabetes, hipertensión, obesidad, colesterol y triglicéridos elevados, a los cuales se les administra un número indeterminado de medicamentos. Para ellos las lentillas serían viables porque a través de ellas se les podrían suministrar varios medicamentos cuya dosis sería mejor aprovechada”.

Lentillas inteligentes

Entre las innovaciones de la medicina que vendrá están los lentes de contacto inteligentes: dotados de miles de biosensores, estarán diseñados para identificar indicios tempranos de cáncer y de otros padecimientos. Entretanto, investigadores de Corea del Sur desarrollan unas lentillas que monitorean los niveles de glucosa en las lágrimas.