Obesidad, diabetes e hipertensión: enemigos del corazón

La esperanza de vida en México va en descenso.

Lorena Ríos
Todo menos politica
Salud cardiovascular
Foto: Sergey Nivens

Mérida, Yuc., 3 de abril.- Con la obesidad, las personas presentan alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, que con el tiempo dañan las arterias pequeñas y grandes. A su vez, se disparan los problemas de hipertensión arterial sistémica y diabetes mellitus que siempre van de la mano y son los principales enemigos del corazón.

A pesar del panorama desolador, de los 13 millones de mexicanos con diabetes tipo 2, el 46.4% no toman medidas para evitar complicaciones, a pesar de que existe un amplio arsenal terapéutico para controlar sus niveles de glucosa y evitar daño en retina, riñones, corazón y circulación en extremidades inferiores.

“Los pacientes con comorbilidades deben ser atendidos prioritariamente, ya que la población mexicana con síndrome coronario agudo contempla a 43% de pacientes diabéticos y 50% de hipertensos”, expuso Abel Pavía López, cardiólogo intervencionista y secretario general de la Sociedad de Cardiología Intervencionista de México, durante la segunda Cumbre Sanofi de Diabetes y Enfermedades Cardiovasculares que se realizó en ésta ciudad con la participación de 400 especialistas.

El especialista lamentó que mientras en otras partes del mundo la esperanza de vida se incrementa, en México es todo lo contrario, derivado del aumento en el número de enfermedades crónico degenerativas, las cuales no son curables, solo se pueden mantener bajo control. “En México, al menos 70% de los habitantes tiene un factor de riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, por lo que se deben modificar ciertos componentes para prevenirlas con un cambio en el estilo de vida, alimentación adecuada, actividad física y apego al tratamiento”, dijo.

El 56% de los problemas cardiovasculares se le atribuyen al colesterol elevado, el cual es uno de los principales factores de riesgo, porque produce endurecimiento de las arterias (aterosclerosis). En este sentido, reducir el colesterol LDL, que se conoce como el “colesterol malo” es de suma importancia para controlar la incidencia de enfermedades cardiovasculares.

Compartió que una persona con diabetes puede tardar hasta 11 años en comenzar tratamiento con insulina, debido al desconocimiento y los mitos. “El 51% de los pacientes ha demostrado desconfianza en el tratamiento con insulina debido a los mitos que existen. Para lograr un buen control de la enfermedad se necesita educación. Un paciente bien controlado, es reflejo de su capacitación y educación en el manejo de su enfermedad”, señaló Pavia.

La insulina glargina U300 y la sinergia de insulina glargina con lixisenatida son alternativas terapéuticas que ayudan al paciente con diabetes a lograr control integral de su enfermedad, destacó el especialista.

En tanto, Rafael Campuzano, profesor de la cátedra de endocrinología en la facultad de medicina Dr. Ignacio Chávez de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, mencionó que “en México aún hace falta crear consciencia en los pacientes con diabetes y modificar su estilo de vida, ya que solo el 53% de los mexicanos que viven con este padecimiento toman medidas para evitar complicaciones.

Únicamente 24% entiende la importancia de cambiar los hábitos alimenticios y únicamente el 1.8% concibe el ejercicio como parte del manejo del padecimiento”. Los pacientes pueden tardar hasta 11 años en comenzar un tratamiento con insulina. Al momento de que la persona que vive con esta condición recibe insulina, logra un mejor control de su enfermedad y disminuye el riesgo de complicaciones crónicas.

Es necesario que el médico eduque, convenza e instruya al paciente en el uso de insulina, ya que se ha demostrado que la insulinización es el tratamiento que reduce en mayor proporción los niveles de hemoglobina glucosilada. Contar con un equipo multidisciplinario de diabetes, que incluya un médico endocrinólogo, un educador en diabetes, un dietista registrado y un psicólogo o trabajador social, es esencial para comprender la enfermedad y los cambios que se requieran. Además del control de la glucemia, se debe de incluir medidas preventivas para evitar complicaciones.

Por su parte, Felipe Aguilar, gerente médico de Sanofi Pasteur, destacó que “el paciente con diabetes debe de tomar medidas como es la vacunación contra la influenza, ya que tiene tres veces más probabilidades de ser hospitalizadas y seis veces más de morir”. Tan solo en lo que va de la presente temporada, uno de cada tres personas que murieron por influenza presentaba diabetes y 95% de ellos no estaba vacunado, agregó.

El director del Instituto Jalisciense de Investigación en Diabetes y Obesidad S.C., Guillermo González, destacó que “existen múltiples opciones terapéuticas para el tratamiento del paciente con diabetes tipo 2, cuya selección dependerá de las características de la enfermedad, causas, progresión, severidad y presencia de comorbilidades”.

“Un ejemplo de ello es la insulina glargina U300, la cual es el nuevo estándar de oro de la insulina basal, ya que permite tener control glucémico hasta 36 horas y menor riesgo de hipoglucemia nocturna, proporcionando un perfil más estable que la insulina tradicional”, añadió el especialista.

Para pacientes que no han sido controlados, está disponible la sinergia de insulina glargina con lixisenatida, misma que provee un control glucémico integral, ya que incide sobre la glucosa basal y también sobre la postprandial (nivel de glucosa después de alimentos).

Esta sinergia tiene un beneficio en la regularización de peso, sin incremento de hipoglucemia y menos eventos adversos gastrointestinales que sus componentes por separado, lo cual lleva a los pacientes a alcanzar sus metas terapéuticas.

Carlos Gómez, director de la Unidad de Diabetes y Cardiovascular de Sanofi, reiteró el compromiso de Sanofi como líder en insulinas en México y resaltó la importancia de proteger y apoyar a las personas que enfrentan retos de salud para que puedan vivir su vida a su máximo potencial.

“En Sanofi trabajamos todos los días por tener el portafolio más completo y confiable para cada tipo de paciente. Esto significa trabajar para lograr diagnósticos, así como tratamientos individualizados y oportunos que mejoren la calidad de vida”.