EL PUNTO DE QUIEBRE EN LA FRONTERA

Cientos de padres e hijos migrantes permanecen hoy hacinados.

Lucy Bravo
Columnas
Foto: Especial
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No es ningún secreto que el orden económico mundial está cambiando. No solo en la retórica sino también en los hechos. Tratados comerciales que se creían inamovibles, como el de América del Norte, se actualizan; espacios multilaterales, como la Unión Europea, enfrentan nuevos paradigmas como el Brexit, y dos grandes potencias, China y Estados Unidos, no hacen más que arrojar incertidumbre a la economía mundial.

Pero en medio de todo esto persiste una verdadera crisis humanitaria que desafortunadamente eclipsan los prejuicios racistas de Donald Trump. Muchos legisladores estadunidenses descartaron la declaratoria de emergencia nacional del republicano por tratarse de una clara manipulación y estrategia electoral para conseguir su famoso muro. Sin embargo quienes quedan en medio del fuego cruzado son y seguirán siendo los más desprotegidos: los inmigrantes.

Forzados a abandonar sus países de origen por diversos motivos, como la pobreza, la violencia o el simple sueño de una mejor vida, miles de inmigrantes se enfrentan a inimaginables peligros y todo para ser recibidos por el maltrato y las violaciones a los derechos humanos de la administración Trump.

Recientemente el comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de EU, Kevin McAleenan, advirtió que el sistema de control de inmigración a lo largo de la frontera sur de esa nación está en “punto de quiebre”: en marzo pasado la agencia detuvo a cuatro mil 100 migrantes en un solo día, el total más alto para una jornada en más de una década.

Impunidad

De hecho las aprehensiones en la frontera superaron las 100 mil personas durante el mes pasado, un aumento de más de 30% en comparación con el punto más crítico de la última crisis fronteriza, en mayo de 2014. La problemática llega a tal grado que cientos de padres e hijos migrantes permanecen hoy hacinados, por ejemplo, en un improvisado centro de detención en un estacionamiento debajo de un paso elevado de una autopista en El Paso, Texas.

Por otra parte, el Departamento de Justicia reveló que el gobierno estadunidense recibió más de cuatro mil 500 quejas en los últimos cuatro años en materia de abuso sexual de menores inmigrantes que se encontraban recluidos en centros de detención del gobierno norteamericano.

¿Qué pasa realmente en la frontera? Desafortunadamente la respuesta a esa pregunta no la obtendremos de nuestros líderes, cuya preocupación se centra ahora en las amenazas del ocupante de la Casa Blanca de cerrar los pasos fronterizos, lo que podría desencadenar una crisis económica sin precedente. Recordemos que diariamente fluyen a través de la frontera casi 1.7 mil millones de dólares en bienes y servicios; y cerca de 500 mil trabajadores legales, estudiantes, compradores y turistas.

Trump aseveró que le dará a México una “advertencia de un año” antes de cerrar la frontera sur si nuestro país no detiene por completo la inmigración ilegal. Pero mientras el republicano mantenga a la frontera bilateral como rehén de sus miopías electorales la crisis seguirá desbordada y los atropellos a los derechos humanos continuarán impunes.