BREVE HISTORIA DE LA REELECCIÓN EN MÉXICO (2/2)

Todo presidente ha pensado en tres continuidades: personal, de proyecto y de grupo.

Carlos Ramírez
Columnas
Foto: Especial
Foto: Especial

Otros datos sobre la reelección en México.

Tres presidentes de la República gobernaron durante 78 años: Antonio López de Santa Anna de 1833 a 1855, Benito Juárez de 1857 a 1872 y Porfirio Díaz de 1876 a 1911.

A la edad de 66 años, en 1896, Porfirio Díaz pensó en su sucesión, luego de 20 años de presidente. Pero sus reelecciones se lograron con base en taponar la circulación de las élites. En 1896 solo estaba José Yves Limantour, pero le dijo que no porque la política en México era muy sucia. En 1900 Díaz volvió a insistirle a Limantour y recibió un no por segunda vez; por eso eligió como vicepresidente al oscuro Ramón Corral, recomendación de Limantour. En 1910, por séptima ocasión y a la edad de 80 años, Díaz se reeligió para un periodo de seis años.

En La sucesión presidencial en 1910 Francisco I. Madero introdujo la categoría de sucesión al modelo de designación de candidato oficial, en esa época de Díaz a Díaz. Madero comparó el modelo de sucesión con el de los Césares en la Roma Imperial. En un intento por llegar a la Presidencia, Madero le sugirió a Díaz ir como candidato a la vicepresidencia, ya en el poder Díaz abandonaría la Presidencia y subiría Madero; se trató, en efecto, de la aceptación circunstancial de la reelección.

La Revolución Mexicana se ha movido en el escenario de la reelección. Obregón quiso seguir los pasos de Díaz —reforma constitucional para permitir el regreso después de un periodo intermedio y luego desaparecer obstáculos—, pero fue asesinado en julio de 1928. Con astucia, Plutarco Elías Calles creó el modelo de la reelección desde fuera, como el jefe máximo, pero fue aplastado por Cárdenas. Desde entonces hay un modelo de dos presidentes por grupo:

Obregón-Elías Calles.

Elías Calles-Pascual Ortiz Rubio/Abelardo Rodríguez.

Cárdenas-Manuel Ávila Camacho.

Miguel Alemán-Alfonso Ruiz Cortines.

Adolfo López Mateos-Gustavo Díaz Ordaz.

Luis Echeverría-José López Portillo.

Miguel de la Madrid-Carlos Salinas de Gortari.

Ernesto Zedillo-Francisco Labastida (derrotado).

Vicente Fox-Felipe Calderón.

Enrique Peña Nieto-José Antonio Meade Kuribreña (derrotado).

Dinámicas

Ahora López Obrador enfrenta el límite constitucional de seis años y no reelección, pero nadie de su equipo le garantiza la continuidad absoluta. Por lo tanto, el escenario de continuidad en el poder solo se le presenta al tabasqueño en tres posibilidades: reelección con modificación constitucional; hacer candidata a su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, o el modelo Elías Calles de convertir al partido (antes el Nacional Revolucionario y hoy Morena) en el eje del poder bajo la presidencia del propio López Obrador.

Todo presidente inicia su sexenio aceptando la no reelección constitucional pero a la mitad del camino siente que le falta tiempo: Cárdenas, Alemán, Echeverría y Salinas pensaron en la reelección, pero no pudieron superar la historia constitucional. Al momento de designar a su sucesor todo presidente ha pensado en tres continuidades: personal, de proyecto y de grupo. Pero la dinámica de la lucha de élites no aguanta más que influencias de un sexenio más, y no siempre porque todo presidente en funciones sabe que su poder dependerá de la anulación de su antecesor.

En 2024, si lograra permiso constitucional, López Obrador trataría de reelegirse a sus 70 años.