TENER OPCIONES Y OPORTUNIDADES ES LO QUE DEFINE LA LIBERTAD

Martha Mejía
Columnas
Foto: Especial
TNC

Desde hace unos años México adoptó un compromiso real en la lucha contra el cambio climático, que entre otros temas incluye un manejo más efectivo de los suelos agrícolas y su restauración, además de contar ya con un conjunto de profesionales que desarrollan investigación y políticas públicas, factores indispensables para lograr las metas climáticas de largo plazo.

Entre quienes hacen posibles estos logros destaca Isabel Studer, especialista en política ambiental y cambio climático, hoy directora ejecutiva de The Nature Conservancy (TNC) para México y Centroamérica.

En entrevista con Vértigo la también ex funcionaria de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de la Semarnat habla sobre su concepto de libertad, así como de los retos económicos, sociales y ambientales que implica el cambio climático.

—¿Para usted qué es la libertad?

—La libertad es contar con opciones porque puedes querer hacer algo pero si no tienes las opciones es muy difícil que lo puedas lograr. Tener opciones y oportunidades es para mí lo que define la libertad.

—¿Profesionalmente cuál es su mayor interés?

—He trabajado en distintos campos. Tanto en la academia como en el gobierno. Y ahora en una organización de la sociedad civil. Si bien es cierto que los temas ambientales siempre fueron importantes en el trabajo que hice mi mayor interés es ofrecer que los bienes públicos alrededor del tema del medio ambiente sean accesibles.

—¿Cómo se pueden proveer estos bienes públicos?

—Por medio de dos aspectos clave: el primero es que el conocimiento científico pueda utilizarse para la toma de decisiones ya sea en el sector gubernamental, corporativo o en la sociedad civil; el otro son los espacios de diálogo entre distintos actores para crear los consejos que son necesarios para la toma de decisión, porque se puede tomar decisiones de política pública que no están fundamentadas en el conocimiento; igual puedes tomar decisiones sin tener un consenso, y en estos casos difícilmente podrás tener políticas públicas aceptadas, efectivas y eficaces para las metas que se plantean. También se requiere el consenso de distintos actores de la sociedad y no nada más la decisión que se toma de manera arbitraria por un gobernante.

Desafíos

—¿Qué tan fácil o difícil ha sido ejercer su libertad para realizar estas políticas públicas desde los diversos ámbitos en los que ha trabajado?

—Siempre pensé que estando en el gobierno sería más fácil tener la libertad para definir e implementar políticas públicas pero lo cierto es que dentro del gobierno lo que ha sido difícil es ver la capacidad de que las políticas públicas sean efectivas tanto en su diseño como en su implementación.

A escala mundial, añade, “los procesos de globalización han hecho que el Estado-nación sea menos efectivo en la producción de los bienes públicos; también para el aspecto social y la agenda económica son factor. Esto ha hecho que aun dentro del gobierno, cuando tuve responsabilidades importantes, enfrentaba ciertas limitaciones para poder decidir e incluso implementar políticas públicas que tuvieran los resultados esperados”.

Dentro de la academia, dice Studer, “por medio del Instituto Global para la Sostenibilidad del Tec de Monterrey, tuve mucha libertad para influir en la política pública mediante una agenda que pudiera ser de interés para el sector privado en México. Desde la sociedad también es limitado el margen de acción. Creo que falta encontrar espacios necesarios para incidir en la definición de políticas públicas que puedan ser muy efectivas a través de un consenso más amplio”.

—¿Cuáles son los desafíos para alcanzar una buena planeación y políticas públicas eficientes en el tema medioambiental?

—Los retos dentro del gobierno son grandes ya que cada vez se encuentra limitado en términos de recursos financieros, pero sobre todo en recursos humanos. En general los Estados han visto minada su capacidad para definir políticas que puedan ser efectivas. Por ejemplo, el gobierno (de México) ha invertido menos en esquemas que permitan una participación real; más allá de esquemas normales como consejos consultivos creo que la participación real de la sociedad puede marcar la diferencia. Ahí está un reto en el que la sociedad civil pudiera hacer una contribución importante si atendiera más a la implementación que a los planes.

—¿Cuál es el trabajo que realiza en TNC?

—Actualmente trabajo en definir la estrategia de soluciones naturales para el cambio climático para toda América Latina; y para ello trabajo con equipos de cinco países: México, Brasil, Colombia, Chile y Argentina. Queremos aprovechar la COP25 que tendrá lugar en Chile para poner en evidencia el potencial que tienen estas soluciones y que pueden contribuir con más de la tercera parte de las reducciones de Gases de Efecto Invernadero en los próximos 15 años, a costos bastante eficientes y que tienen muchos cobeneficios, sobre todo para comunidades que dependen de los ecosistemas forestales y para los productores agrícolas y costeros.

—¿En esta administración cómo ve el trabajo que se realiza?

—Históricamente existe una falta de coordinación entre la Secretaría de Medio Ambiente y la de Agricultura. Nosotros (en TNC) trabajamos con otras organizaciones para garantizar una mayor compatibilidad entre la agenda de estas dos secretarías. En el sexenio pasado se aprobó la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable, en la cual hay varios puntos donde se aprecia una mayor coordinación y convergencia entre ambas instancias. Creo que estos son los ámbitos de oportunidad que se presentan y que seguimos empujando. Pese a que requieren recursos y tiempo para desarrollarse soy optimista y confío en que ambas secretarías puedan realizar en conjunto el apoyo a los pequeños productores; y que esta sea un área de oportunidad para avanzar en la agenda de sustentabilidad ambiental en el país.

Isabel Studer Noguez fue directora general de Cooperación y Relaciones Económicas Internacionales de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid). Fue directora del Centro de Diálogo y Análisis de América del Norte (Cedan). Tiene años de experiencia en diplomacia y política ambiental. Además cuenta con una amplia experiencia en el sector privado. Es licenciada en Relaciones Internacionales por El Colegio de México. Tiene una maestría y doctorado en Relaciones Internacionales por la School of Advanced International Studies de la Johns Hopkins University. Es integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Nivel II.