FUE ACCIDENTE

Se darán a conocer, con toda precisión, las causas del accidente. No se ocultará nada.

Antonio Caporal
Política
Foto: Especial
Foto: Especial

El desplome del helicóptero en que viajaban la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, el senador Rafael Moreno Valle y el capitán Roberto Coppe, además de otras dos personas fue producto de un accidente causado cuando falló la tijera del rotor principal de la aeronave Agusta 109S.

Así lo establece un dictamen al que tuvo acceso un medio de comunicación nacional y cuya información divulgó recientemente: dicha pieza, de acuerdo con declaraciones de especialistas y pilotos certificados, es fundamental en la operación de la aeronave y cuando esta falla no existe posibilidad alguna de mantener el control.

La información se presenta luego de que algunos personajes han formulado especulaciones sobre el origen del accidente ocurrido en diciembre de 2018, mismo que dejó sin mandatario al estado de Puebla y por lo cual es necesario llevar a cabo este año comicios extraordinarios para elegir nuevo gobernador.

Peritaje

Desde que se tuvo conocimiento del trágico accidente las autoridades federales se han conducido en dos vertientes: manejo de la información con absoluta transparencia, por un lado y, por otro, trabajo en coordinación con especialistas de otras naciones a fin de detectar con la mayor celeridad y precisión posibles las causas del desplome de la aeronave.

Hoy sabemos, de acuerdo con el dictamen del que dio cuenta un medio de comunicación nacional, que el desplome del helicóptero Agusta 109S fue producto de un accidente causado por la falla de la tijera del rotor principal.

La conclusión a la que llega el referido dictamen tiene como base seis argumentos:

Uno Las condiciones de vuelo eran óptimas ya que había plena luz del día, estaba despejado y no se registraron turbulencias.

Dos La aeronave se encontraba volando a una altitud de seis mil pies, es decir, a una distancia más que suficiente para que en caso de falla de turbinas o motores se pudiera planear y aterrizar con tranquilidad.

Tres La aeronave no estaba despegando ni aterrizando y mucho menos llevó a cabo maniobras críticas en la operación.

Cuatro De los peritajes hechos al helicóptero no hay evidencia alguna de que pudiera haber sido derribado, toda vez que a esa altitud se requeriría de un armamento de alta precisión o de enorme calibre, que dejaría huella.

Cinco Apenas cuatro días antes del accidente se le había dado servicio al aparato, cambiando precisamente la tijera del rotor.

Seis El vuelo del 24 de diciembre fue el primero después de este trabajo de mantenimiento.

De acuerdo con técnicos especialistas en mantenimiento de helicópteros, quienes prestan sus servicios en la empresa Agusta, dicha pieza es esencial para controlar la dirección de la aeronave: “La tijera rotatoria del rotor principal sincroniza las aspas con los controles que lleva el piloto y sirve para darle estabilidad y dirección al helicóptero”.

Añade que, en consecuencia, “cuando la tijera falla estamos hablando de la pérdida total del control de la aeronave”.

A su vez, pilotos certificados para volar un modelo como el siniestrado aseguran que “es inminente el desplome de la máquina cuando se presentan fallas del rotor principal”.

Lo explica uno de esos pilotos: “Si voy volando, ya sea con poca o mucha velocidad, y falla el rotor entonces no hay manera de poderlo mover para dirigir la nave o hacer un procedimiento de aterrizaje. Por lo mismo no hay forma de controlarlo”.

Otro piloto de la empresa Agusta refiere: “Si falla la tijera del rotor principal se pierde el control de la aeronave: no hay manera de tener un control sobre ella y prácticamente vuela sola; y llega a desplomarse porque no hay manera de mantenerla en el aire”.

De esta manera los datos establecidos en el dictamen dado a conocer en cuanto a la falla del rotor, así como las afirmaciones de los técnicos y los pilotos, indican que el desplome del helicóptero donde viajaban Martha Érika Alonso, Rafael Moreno Valle y otras tres personas fue producto de un accidente.

Decisiones

El 24 de diciembre de 2018, tan pronto se tuvo conocimiento del accidente en Puebla, las autoridades federales expresaron su pena por lo sucedido e informaron que estarían al frente de las investigaciones y trabajarían en coordinación con expertos internacionales en la materia.

Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, dio cuenta de que el helicóptero accidentado había sido fabricado por la empresa Augusta.

También informó que a bordo viajaban el capitán Coppe Obregón, el primer oficial Marco Antonio Tavera Romero, la gobernadora Alonso, el senador Moreno Valle y Héctor Baltazar Mendoza.

La aeronave, precisó, se desplomó a las 14:40 horas en el poblado de Santa María de Coronango, a tres millas náuticas del aeropuerto internacional de la ciudad de Puebla, apenas diez minutos después del despegue.

Explicó que “cuando la aeronave se encontraba en vuelo sufrió una aparente falla, lo que ocasionó que se precipitara al terreno”.

El funcionario indicó que por instrucciones del presidente de la República el gobierno federal iniciaría de inmediato las investigaciones correspondientes. Y para ello la primera medida fue enviar a la zona del siniestro a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Policía Federal, agentes del Ministerio Público y peritos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Asimismo Durazo aseveró que se contactó a los fabricantes del helicóptero Augusta y de las turbinas de Pratt and Whitney, y que sus técnicos investigadores estarían a partir del 25 de diciembre en el lugar de los hechos para indagar sobre las posibles causas del accidente.

Pilotos calificados

Apenas un día después del lamentable siniestro el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ofreció los datos disponibles acerca de los pilotos, para con ello contribuir a evitar desinformación o especulaciones.

“Con relación a los documentos de la tripulación se confirma que las licencias de vuelo, tanto del capitán Coppe Obregón, quien fungía como comandante del helicóptero, como del primer oficial Tavera Romero, se encuentran al día, en regla, contando ambos con su capacidad y también su certificado médico vigentes”, comentó Durazo.

Agregó: “El capitán Coppe cumplió con su curso de actualización en el helicóptero Augusta 109 en el mes de septiembre de 2018, mientras que el capitán Tavera lo hizo en el mes de febrero del mismo año”.

Por otra parte, dijo, “eran capitanes experimentados. El capitán Coppe tenía mil 92 horas de experiencia en ala rotativa, pero había sido ya piloto comercial de ala fija con anterioridad, con una buena cantidad de horas acumuladas, antes de calificarse como piloto de ala rotativa”.

En tanto, “el capitán Tavera contaba con cuatro mil 677 horas de experiencia, todas ellas en helicóptero”.

Con respecto de la aeronave el funcionario expresó que se trataba de un “helicóptero Augusta modelo 2011, el cual cuenta con certificado de aeronavegabilidad también vigente y fue emitido el 21 de septiembre de 2018, con vencimiento el 19 de septiembre de 2020; su tiempo total de vuelo era de dos mil 74 horas. Era una aeronave que contaba con pocas horas de utilización y en buenas condiciones”.

Igualmente señaló que la aeronave era propiedad de Servicios Aéreos del Altiplano SA de CV, taxi aéreo con base en el Aeropuerto Internacional de Puebla, y que su taller de mantenimiento era Rotor Flight Services SA de CV con base en el Aeropuerto de Toluca, el cual, a su vez, contaba con certificado vigente Categoría 3 para helicópteros.

Expertos

Entre los últimos días de diciembre de 2018 y los primeros días del presente año la Secretaría de Comunicaciones y Transportes conformó un amplio grupo de servidores públicos y expertos para llevar a cabo las investigaciones respectivas.

En este sentido la SCT destacó: “Para contar con el soporte más adecuado en la investigación y no dejar duda alguna sobre las causas del siniestro tenemos instrucciones precisas del presidente de la República de contar con los mejores investigadores internacionales”.

De esta manera se contactó y se ha contado con el apoyo de Jimmy Cancino, Nora Vallée y Steve Dudka, de la Agencia de Seguridad del Transporte de Canadá (Transportation Safety Board of Canada); Luke Shiada, de la Agencia de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (National Transportation Safety Board); Mario Colavita, de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (European Aviation Safety Agency), así como Barbara Nassi, Giorgio Docena, Said Torres y Mikael Amura, de la Agencia Italiana de Seguridad Aérea (Agenzia Nazionale per la Sicurezza del Volo).

Además se ha contado con el apoyo de fabricantes de la aeronave y los motores de la misma: Barbara Nassi, Leonardo Agusta, Boja Arber, Said Torres, Román Carreto e Ivan Graciano.

La dependencia destacó que por parte del gobierno federal el equipo de investigación estaría integrado por personal de la Dirección General de Aeronáutica Civil de la SCT: Arturo Constantino Tercero, director de Accidentes e Incidentes de Aviación; Francisco Oropeza, jefe del Departamento de Inspección; Emilio Solís Morgado, inspector verificador de ala rotativa; Antonio Osler García Serralde, capitán piloto de helicópteros e inspector verificador aeronáutico de operaciones de vuelo; Marco Antonio Hernández García, inspector verificador, y Christopher Salvador Calderón Ruiz, inspector verificador.

A este equipo se sumó el vicepresidente del Colegio de Pilotos, Santiago López.

Otros servidores públicos que se sumaron a los trabajos de investigación son Gilberto Higuera, fiscal general de Puebla; César Falconi, integrante de la Unidad de Servicios Aéreos del gobierno de Puebla; Julio César Chávez, delegado de la Fiscalía General de la República en Puebla; teniente coronel Iván Ramírez, de la Secretaría de la Defensa Nacional, así como el capitán Óscar Vera y el teniente Alan Meraz, ambos de la Secretaría de Marina.

Ambiente político

La muerte de la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, y su esposo el senador Rafael Moreno Valle, abonó al enrarecimiento del ambiente político en el estado, toda vez que en ese momento la entidad recién superaba el conflicto poselectoral de los comicios para elegir gobernador.

Como bien recordamos la elección constitucional de 2018 fue ganada por la candidata del PAN, Martha Érika Alonso, con 38.1% de los sufragios, contra 34.1% del representante de Morena, Miguel Barbosa.

Los resultados de la elección para gobernador fueron impugnados por Morena ante el Instituto Electoral del Estado de Puebla, el cual accedió a realizar un recuento parcial de votos y ratificó el triunfo para la candidata del PAN.

De nuevo los morenistas impugnaron los resultados, esta vez ante el Tribunal Electoral del Estado de Puebla, al que le solicitaron un recuento total de los sufragios. El tribunal poblano desechó también la impugnación.

Entonces Morena acudió ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), al que formuló la misma solicitud, y este ordenó un recuento total de los votos; luego de ello ratificó los resultados que ofreció el órgano electoral poblano.

Morena impugnó luego los resultados de la elección por una serie de causales que fueron investigadas por el TEPJF y finalmente, en octubre de 2018, este último resolvió ratificar el triunfo de Martha Érika Alonso, quien asumió la gubernatura el 14 de diciembre, hasta que falleció diez después cuando se desplomó el helicóptero en que viajaba.

Luego del accidente la Junta de Coordinación Política del Congreso de Puebla resolvió convocar a elecciones extraordinarias para el 2 de junio próximo —concurrentes con el resto de los comicios locales del presente año— a fin de elegir un nuevo mandatario estatal, así como presidentes de cinco ayuntamientos (Ahuazotepec, Cañada de Morelos, Mazapiltepec de Juárez, Ocoyucan y Tepeojuma), cuyos comicios celebrados en julio de 2018 anuló el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

En este contexto, el 31 de enero pasado los consejeros Dania Ravel, Pamela San Martín, Marco Antonio Baños y José Roberto Ruiz pusieron a consideración del Consejo General del INE “el ejercicio de la facultad de asunción total para que sea el Instituto Nacional Electoral la autoridad responsable de realizar la organización de la elección extraordinaria a la gubernatura y cinco ayuntamientos en Puebla”.

En la solicitud los consejeros establecieron “como premisa para asumir la elección extraordinaria el ‘contexto de polarización social y tensión política’ que se vive en la entidad”.

Al respecto abundaron: “Bajo consideraciones adversas, como el fallecimiento de la gobernadora constitucional, Martha Érika Alonso; las nulidades por violaciones sustanciales en cinco municipios; los resultados competidos en el proceso electoral anterior (julio de 2018) y el complejo ambiente político y social en la entidad, es determinante desarrollar acciones extraordinarias y emergentes para garantizar que la ciudadanía cuente a la brevedad con la celebración de elecciones libres y auténticas para elegir a sus representante populares”.

Sin irregularidades

El inicio de las campañas por la gubernatura de Puebla propició que algunos personajes del ámbito político y de los medios de comunicación formularan vagas hipótesis sobre las causas del accidente, como por ejemplo el “sabotaje a la aeronave” o supuestos atentados del “crimen organizado”.

En este sentido el contenido del dictamen recién dado a conocer por un medio de comunicación nacional aporta elementos de certidumbre, toda vez que al establecer que la causa del desplome del helicóptero fue consecuencia de la falla de la tijera del rotor principal, las especulaciones quedan sin sentido.

Cuando el pasado 5 de marzo el titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú, compareció ante un grupo de senadores integrantes de la Comisión Especial para dar seguimiento a los hechos ocurridos el 24 de diciembre de 2018 en Puebla, sostuvo que “se darán a conocer, con toda precisión, las causas del accidente” y que “no se ocultará nada”.

El funcionario hizo énfasis en que “una vez que concluya la investigación que encabeza la Dirección General de Aeronáutica Civil y en la que participan expertos de Canadá, Estados Unidos y Europa, se explicará con todo detalle qué provocó la caída del aparato”.

Aseveró Jiménez Espriú que “no se puede especular sobre los motivos del accidente”.

Y en recientes declaraciones a los medios de comunicación adelantó que no se detectó irregularidad alguna en las turbinas del helicóptero, como se había especulado días antes: “Supimos que en el caso de las turbinas no encontraron nada: todo estaba bien cuando cayeron. Yo creo que ya vamos bastante adelantados, espero que ya tengamos en un par de meses o tres algún indicio más claro”.