ROBERT MAPPLETHORPE A TRES DÉCADAS DE SU PARTIDA

Fue un genio al que no le asustó explorar y fotografiar la sexualidad.

Masha Zepeda
Columnas
Foto: Especial
Foto: Especial

Uno de los artistas más celebrados y célebres del siglo XX, inmortalizado ya en la historia del arte, es el fotógrafo neoyorquino Robert Mapplethorpe (1946-1989), quien escribía poesía en su temprana adolescencia.

Al iniciar sus estudios superiores de arte conoció a Paty Smith, quien también comenzaba en el mundo de las artes plásticas. En cuanto se conocieron la complicidad, la amistad, la intensidad y el amor llegaron de golpe, haciendo de su relación una de las más fructíferas y especiales.

Con el tiempo él se dedicó a la fotografía y ella a la música. Ambos fueron un detonador generacional y sus obras siguen siendo parteaguas desde los setenta. Incluso, con la calma que otorga el tiempo, ella publicó un entrañable libro que se llama Éramos unos niños (Lumen, 2002), donde relata su historia en común y cómo él llegó a ser el gran fotógrafo hoy reconocido en todo el mundo y cuya obra todos los museos fundamentales quieren tener en su acervo.

Esto ahora es una realidad pero en vida Mapplethorpe sufrió muchísimas veces la censura: su muestra en la Galería de Arte Corcoran de Washington, una de las más antiguas de Estados Unidos, canceló la exposición con el argumento de que era “sexualmente implícita” y el Congreso de la Unión la calificó de pornografía a finales de los convulsivos ochenta. Sin embargo la respuesta de la comunidad artística proyectó sobre los muros de mármol de la galería las imágenes más sugestivas que acabaron mostrándose en el Proyecto de Washington para las Artes, visitado por cuatro mil personas el primer fin de semana, una cifra récord para el espacio y la época.

Homenaje

Robert Mapplethorpe fue un genio al que no le asustó explorar y fotografiar la sexualidad, al mismo tiempo que su sensibilidad lo llevó a grandes composiciones donde las texturas y el blanco y negro eran protagonistas; asimismo trabajó el retrato y el autorretrato de manera magistral.

Para recordarlo a 30 años de su prematura muerte —apenas tenía 40 años—, el Museo Guggenheim de Nueva York presenta la muestra Implicit tensions: Mapplethorpe now, que fue necesario dividir en dos secciones. La primera contiene en una instalación sus artículos personales, incluidos una selección de sus trabajos tempranos, polaroids, collages, clasificaciones, retratos de amigos queridos y celebridades, además de fotografías underground de sadomasoquismo. La segunda sección hace énfasis en su impacto como artista respecto del retrato contemporáneo y el autorretrato.

De manera paralela hay una sección de artistas destacados que lo han ponderado como una de sus influencias más importantes. Es el caso del fotógrafo nigeriano Rotimi Fani-Kayode, los estadunidenses Lyle Ashton Harris y Glenn Ligon, así como la sudafricana y activista visual Zanele Muholi: todos ellos lo sitúan como un artista de culto.

La influencia de Mapplethorpe no tiene límites: seguirá creciendo, siendo aclamada y como referencia universal. Por lo pronto el Museo Guggenheim de Nueva York lo presentará hasta el 10 de julio y del 24 de julio al 5 de enero de 2020 de manera virtual en www.guggenheim.org.

¡No deje de verla, de una u otra manera!