MÉXICO BAJO FUEGO

Las partículas PM 2.5 y menores son las más dañina.

Martha Mejía
Bienestar
Foto: Especial
Notimex

La crisis ambiental por la contaminación del aire no la sufre solo la Ciudad de México sino gran parte del país: hasta el cierre de esta edición los incendios forestales en territorio nacional sumaban 129 en 22 entidades.

La Comisión Nacional Forestal (Conafor) refiere que más de 98% de estos siniestros son provocados por el hombre al realizar actividades agropecuarias y urbanas, mientras el resto sucede por fenómenos naturales. No obstante en esta ocasión las altas temperaturas y los vientos de baja intensidad juegan un papel crucial.

De los 129 incendios registrados hasta la noche del viernes 17, al cierre de esta edición seguían activos 72; otros 20 estaban en proceso de liquidación, y 37 más se declaraban liquidados en las últimas horas. De estos, ocho se registraban dentro de Áreas Naturales Protegidas.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó que en atención a estos eventos participan cuatro mil 629 combatientes de distintas instancias, como la Conafor, gobiernos estatales y municipales.

También hay apoyo de Protección Civil y de las Fuerzas Armadas. Y de ser necesario se facilita el uso de aeronaves para controlar y liquidar los eventos reportados a lo largo de la República.

La zona centro del país presenta 40% de los siniestros, principalmente en Oaxaca, Guerrero, Puebla, Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo y Veracruz; 34% el sudeste, donde destacan Chiapas, Campeche, Quintana Roo y Yucatán; 13% el occidente, con Jalisco, Michoacán, Nayarit y San Luis Potosí; 12% el norte, incluyendo a Chihuahua y Durango, y 1% el noreste, en Tamaulipas.

Según datos del Centro Nacional de Manejo del Fuego, que depende de la Semarnat, en 2019 —hasta el 9 de mayo— se han registrado cuatro mil 425 incendios en 30 entidades federativas, afectando una superficie de 152 mil 952 hectáreas.

Para especialistas como Marcelo Korc la crisis ambiental por la contaminación del aire en México es una situación “nueva”, provocada por el cambio climático y el aumento en la temperatura terrestre.

Korc, asesor regional de las Américas sobre Calidad del Aire de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), apunta que la situación exige una revisión de los planes de acción; es decir, replantear los programas a corto, mediano y largo plazo.

Añade que “el componente de la salud debe estar más presente en esos planes de acción” porque las contingencias ambientales “son y serán más recurrentes”.

Otros especialistas coinciden en señalar que la contaminación que padecemos ahora se deriva de un uso irresponsable del fuego en labores agrícolas: afirman que en este caso el problema es producto de la falta de respeto a las leyes por parte de gobiernos locales y la desidia o connivencia de gobernantes que no las aplican.

Atípicos

La temporada de incendios oficialmente inició el 15 de enero y termina el 15 de junio.

Es un largo periodo en el que los meses de abril y mayo reúnen condiciones para intensificar la ocurrencia de incendios en bosques, selvas y otros ecosistemas debido al calor, el estiaje, la escasez de humedad en el ambiente y las altas concentraciones de material vegetal seco, además de la acción humana.

Con respecto de la Ciudad de México la Conafor indicó que del 1 de enero al 9 de mayo la capital ha registrado 445 incendios forestales, los cuales afectaron una superficie de dos mil 772 hectáreas.

La Conafor indicó que el arbolado adulto de los bosques capitalinos se mantiene intacto ya que las afectaciones son en general en vegetación herbácea y arbustiva.

Con estas cifras la entidad se ubicó en el tercer lugar en ocurrencia de incendios forestales a nivel nacional, solo por debajo del Estado de México, que reporta mil 174 incendios en lo que va del año, y Michoacán con 464.

Dada su relevancia y lo atípico de esta crisis la NASA difundió imágenes de los incendios forestales en el país.

Con ayuda del instrumento Aqua Modis la NASA compartió un mapa interactivo que permite identificar en tiempo real los incendios. Las fotografías se capturaron el 12 de mayo.

El mundo también arde

La Organización de Naciones Unidas calcula que en la última década ha habido tres mil 852 desastres naturales relacionados con el cambio climático en todo el mundo, mientras que 2018 se catalogó como el cuarto año más caluroso del que se tiene registro.

De acuerdo con los especialistas eventos climáticos drásticos, como el verano cálido y seco en gran parte de Europa o el aumento de la temperatura en las regiones árticas, resultan hoy señales alarmantes.

De hecho el incendio que registró California en noviembre del año pasado, el llamado Carr Fire, se cataloga como uno de los más mortíferos en la historia del estado ya que cobró la vida de más de 80 personas, 61 mil hectáreas fueron arrasadas por el fuego y las pérdidas económicas superaron los 19 mil millones de dólares.

Los incendios son naturales en California pero desde los ochenta su intensidad tiende a aumentar. De acuerdo con la Universidad de Columbia durante el siglo pasado California se ha calentado en unos tres grados Fahrenheit (-16.1111° C). De ahí que el ambiente extracaliente aspira el agua de las plantas y los suelos, dejando los árboles, arbustos y praderas en un estado seco listo para quemar.

Park Williams, experto en incendios de la Universidad de Columbia, dice que debido al efecto del cambio climático los incendios forestales aumentan en tamaño tanto en California como en todo el oeste de Estados Unidos.

Señala que la cifra total de incendios forestales en California no aumenta y de hecho fueron mucho más numerosos en 1980-1990 que en la década pasada, pero el cambio climático provoca que los incendios en esa zona tengan mayor oportunidad de crecer y ser más destructivos.

La misma situación se replica en casi todo el mundo.

CDMX

Mario Molina, Premio Nobel de Química, comenta que la crisis ambiental por la contaminación del aire que padece la Ciudad de México en estos últimos días se debe a que “al haber altas temperaturas y además incendios forestales y de pastizales se juntaron las circunstancias para tener una calidad de aire muy mala”.

Molina afirmó en entrevista radiofónica que “esto es algo que ya se había predicho. Los científicos dijimos que uno de los impactos del cambio climático sería que subieran las temperaturas y eso podría empeorar la calidad del aire, además de causar más incendios. Y esto es algo que estamos viendo ahora muy claramente”.

Agregó que en el país no hay investigación suficiente sobre la doble contingencia ambiental, provocada por una combinación de altas concentraciones de ozono y partículas PM 2.5 ya que ese escenario no se había presentado anteriormente.

“Es una nueva situación causada por el cambio climático, de aumento de temperatura y muchos incendios. Esto no había pasado antes: no tenemos experiencia con esta situación de registrar contingencias simultáneas”, explicó.

En el marco de la presentación de la hoja de ruta para implementar la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal en México, Molina destacó que de no tomarse medidas urgentes existe un “riesgo de 20 a 30% de que la temperatura global en unas décadas suba 3, 4 o hasta 5° C, lo que sería desastroso”.

Por su parte Marcelo Korc indicó que la situación en el país requiere una revisión de los planes de acción. A su juicio el gobierno de México podría replicar programas que actualmente se llevan a cabo en California para prevenir los incendios forestales, porque con los efectos del calentamiento global tienden a aumentar y a provocar a su vez más contingencias ambientales.

Otros factores

Algunos analistas refieren a que la contaminación que padecemos se deriva en buena medida de incendios provocados por un uso irresponsable del fuego en las labores agrícolas, algo que la Norma Oficial 015 (una norma conjunta Sagarpa-Semarnat) pretende impedir.

Al respecto Sol Ortiz García, directora general de Atención al Cambio Climático en el Sector Agropecuario de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, declaró que la NOM015 establece todas las especificaciones técnicas de cómo hacer uso racional del fuego y no solamente para casos de terrenos forestales, “que es para disminuir justamente las probabilidades de que haya fuegos incontrolables, pero también en terrenos de uso agropecuario”.

De acuerdo con Ortiz García esta norma oficial es de suma importancia para México porque hay una tradición muy arraigada de hacer este tipo de prácticas. Países como España de hecho prohíben las quemas agrícolas e imponen fuertes multas a quienes incurren en dicha práctica de limpieza y preparación de terrenos de cultivo, incluso cuando no se provocan incendios forestales.

No obstante en México estas prácticas son de tipo común entre agricultores que continúan sin acatar el marco legal y entre gobiernos que siguen sin aplicarlo.

La funcionaria expuso que las alternativas que aplican en varios estados donde se lleva a cabo esta práctica incluyen actividades de concienciación, como hacer uso de la agricultura de conservación, dejar el rastro, en algunos casos hacer siembra intercalada de árboles. “Todo esto ayuda a mantener temperaturas para conservar el suelo y evitar esta práctica de quema”, expresó.

Pero los especialistas argumentan además otro factor clave: el recorte del presupuesto a programas ambientales.

De acuerdo con Beatriz Manrique Guevara, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, existe una pérdida acumulada del presupuesto ambiental de casi 60%. “La disminución de recursos impactó considerablemente en dependencias que contribuyen al combate de incendios, como es el caso de la Conafor, que perdió mil 200 millones de pesos de su presupuesto, lo que repercute de manera negativa en los programas de pagos por servicios ambientales y empleo temporal, que contribuyen a prevenir los siniestros”, dijo.

Y el subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente, Sergio Sánchez, reconoció a su vez que el programa de empleo temporal de brigadistas tuvo que suspenderse por el recorte presupuestal en todo el gobierno.

Costos y pérdidas

Jorge Salas Hernández, director general del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), explica a Vértigo que lo relevante de las partículas PM 2.5 y menores (compuestas de cadmio, azufre y otros elementos) es el tamaño diminuto que tienen, el cual les permite entrar hasta el torrente sanguíneo de un organismo.

“Las partículas de diez micras, que son las que normalmente se miden en el ambiente, son arrastradas por el moco y de esta manera se filtran; pero entre más pequeñas sean, más peligro representan ya que pueden evitar los mecanismos de defensa que tiene implementado el sistema respiratorio (vellosidad nasal y mucosidad), atravesar prácticamente todo el aparato, llegando a los pulmones, y de ahí trasladarse directamente al torrente sanguíneo”, explica.

Las partículas PM 2.5 provienen de los automóviles, camiones, fábricas, quema de madera y otras actividades. En el caso del Valle de México los incendios han provocado su aumento.

Salas Hernández indica que ante este tipo de contaminantes toda la población está en riesgo, pero los bebés y los ancianos se encuentran en mayor peligro. “También las personas que padecen enfermedades respiratorias o crónicas, como asma o alergias, deben en lo posible evitar estar en ambientes expuestos”.

Añade que una vez que estas partículas contaminantes entraron al organismo de un individuo no se puede hacer nada: son los mecanismos de defensa del organismo los encargados de proteger y dar batalla.

También apunta que es difícil determinar cuánto tiempo estas partículas se alojarán dentro de un organismo e insiste en que se debe estar el menor tiempo posible al aire libre. “Ejercicio, paseos, caminatas… eso es más que obvio que no se debe hacer, pero para actividades cotidianas es recomendable estar el menor tiempo posible en exteriores; quienes empiecen a sentir molestias en ojos, nariz, garganta o vías respiratorias inmediatamente acudir con su médico. Y quienes tienen enfermedades crónicas no abandonar el tratamiento”.

Rosa Moreno, de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala en tanto que es muy peligroso pasar más de tres días con esta concentración de contaminantes. “La contingencia llegó tarde porque no hay legislación pero no podemos estar con las manos amarradas, debemos actuar, eso implica que todos tomemos acciones”.

Ante este escenario diversas casas de estudio como la UNAM, la UAM y el IPN suspendieron el jueves 15 y el viernes 16 de mayo sus actividades académicas y administrativas en todas sus instalaciones, escuelas y unidades.

La Secretaría de Educación Público hizo lo mismo en las escuelas públicas y particulares de educación básica y media superior de la Zona Metropolitana del Valle de México.

Hasta el cierre de esta edición la superficie afectada por los incendios registrados es de 28 mil 24.93 hectáreas, con afectaciones a fauna local como el teporingo, una especie en peligro en extinción y cuyas probabilidades de sobrevivir disminuyen con este tipo de siniestros.

En medio de la crisis ambiental las autoridades exhortan a la población a estar atenta y seguir las recomendaciones: evitar arrojar materiales encendidos o inflamables, no quemar basura, evitar fumar en bosques o pastizales, no tirar colillas de cigarro encendidas, en caso de estar en las proximidades de un incendio alejarse por las zonas laterales y más desprovistas de vegetación, no dejar fragmentos de vidrio, cristales, espejos o botellas que por la acción de los rayos solares pudieran convertirse en una fuente de calor que pueda provocar un incendio, y no intervenir ni actuar por cuenta propia para combatir un incendio forestal.

Ante cualquier emergencia también ponen a disposición los números gratuitos 01800-4623-6346 y 911.

Se recibieron reportes de 32 entidades federativas


  • 13 se encuentran sin novedad

  • 19 reportan incendios

  • Incendios forestales: 129


  • Incendios activos: 72

  • Incendios en proceso de liquidación: 20

  • Incendios liquidados: 37

  • Superficie afectada aproximada: 28 mil 24.93 ha


  • Por incendios activos: 22 mil 326.5 ha

  • Por incendios en proceso de liquidación: mil 722 ha

  • Por incendios liquidados: tres mil 976.43 ha

Fuente: Conafor

Personal combatiente

Conafor 739

Otras dependencias 2,114

Total 2,853

Estados con mayor número de incendios

Oaxaca, Guerrero, Puebla, Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Veracruz Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán.

Conciencia ciudadana

María de los Ángeles Trejo es una de las 77 brigadistas mujeres de la Dirección General de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenader). Está a cargo de combatir incendios forestales en el suelo de conservación, en las 41 mil hectáreas que existen en las alcaldías Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco. La combatiente asegura que en esta sociedad aún falta mucho por hacer para que se respete a la naturaleza. Por ello pide a quienes visiten los bosques de la Ciudad de México hacer conciencia y proteger estas zonas verdes que ofrecen aire limpio. “Tanto esfuerzo hacemos para que otras personas, sin más, tiren su colilla de cigarro, su cerillo o definitivamente le prendan fuego a los bosques porque quieren cazar patos, conejos y algunas otras especies”, explica. La brigadista de la Corenader insiste en que aún “hay que aprender mucho con respecto del respeto a la naturaleza. Que aprendamos a cuidar la naturaleza, el aire que respiramos. Y recordar que más de 90% de los incendios forestales son provocados por descuido humano”.