Medidas antitabaco en México estancadas

Conmemoración del Día Mundial sin Tabaco, es el 30 de mayo.

Lorena Ríos
Todo menos politica
Antitabaco
Foto: Cortesía

México a 29 de mayo. El tabaquismo en México es un serio problema de salud pública que afecta a 17 millones de personas que son adictas a la nicotina, cuyas edades van de los 12 a los 65 años de edad y cada año es responsable de la muerte de 150 mil mexicanos por enfermedades relacionadas con su consumo. Y con la comercialización de dispositivos electrónicos, el número de personas que consumen nicotina, se teme que aumentará, advirtieron especialistas.

Previo a la conmemoración del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra el 30 de mayo, Juan Zinser Sierra, presidente del Consejo Mexicano contra el Tabaquismo advirtió que el uso de dispositivos electrónicos para la administración de nicotina es una “seria amenaza” a la salud y vida de las personas, pues dichos aparatos administran sustancias tóxicas que dañan el organismo, en especial las vías respiratorias, mismas que presentan un proceso inflamatorio, que a la larga favorecen la aparición de diferentes tipos de cáncer.

Además, el uso de saborizantes como el de cereza, ha reportado que genera mayor daño a la función pulmonar. “Cuando las cosas no tienen mal sabor, piensa el consumidor que no hace daño y piensan que generan vapor, lo cual es falso, porque en el proceso no se utiliza agua, sino aceites y entonces se trata de un aerosol”.

Respecto a la regulación de estos dispositivos Zinser Sierra dijo que “hay que tener muy claro que la aprobación de estos dispositivos debe estar regulada de la misma forma que todos los productos de tabaco, tal como lo señaló hace unos días la FDA en Estados Unidos, no se deben utilizar en lugares públicos cerrados, debe restringirse su venta y limitarla exclusivamente a personas adultas. Estos dispositivos no deben venderse como productos menos tóxicos ya que estudios científicos señalan como cada vez más jóvenes se inician en el tabaquismo comenzando con estos productos”.

En ese sentido,Guadalupe Ponciano Rodríguez, coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la UNAM, expuso que a 14 años de que se puso en marcha el Convenio Marco de la OMS para el control del tabaco y en el área de tratamientos para dejar de fumar, “pareciera que el tiempo se detuvo y junto con el tiempo las acciones que podrían haberse llevado a cabo para diseñar e implementar nuevas políticas públicas en el área de cesación del tabaquismo. Esperemos que en este sexenio las autoridades consideren la gravedad del problema y verdaderamente trabajen por la salud de las personas”.

La especialista dijo que los fumadores cuando abandonan el consumo de tabaco, a las pocas horas se empiezan a ver los beneficios, pues disminuyen los riesgos de presentar enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y cáncer. “La cesación es la acción de salud más efectiva para prevenir y evitar enfermedades. Con ésta acción también se podrían evitar un tercio de las muertes por tabaquismo. De hecho, en un estudio se les preguntó a los fumadores si desean dejar de fumar y ocho de cada 10 respondieron que sí, pero no tienen acceso a los tratamientos. También, seis de cada 10 han intentado abandonar el tabaquismo, pero no lo han logrado”, expuso.

Mencionó que la sociedad aún ve el tabaquismo como “un hábito”, pero en realidad se trata de “una adicción, es decir, una enfermedad”, por lo que es vital que se considere en los servicios de salud el prestar atención y tratamiento. “Muchos jóvenes no consideran que tienen una adicción y creen que cuando lo decidan, dejarán de fumar, pero es un error”, detalló Ponciano Rodríguez.

En tanto, organizaciones de la sociedad civil presentaron, la XIV Evaluación sobre Políticas Públicas para el Control del Tabaco. Desde la entrada en vigor del Convenio Marco para el Control del Tabaco (2005), donde Erick Antonio Ochoa de Salud Justa Mx resaltó que “en esta evaluación ciudadana sobre Políticas para el Control del Tabaco se evidencia lo que fue el sexenio pasado: un periodo sin avances, inclusive con amenazas graves como la desregulación de los nuevos productos, pero esta situación puede cambiar positivamente en la administración que recién comenzó”.

“El Congreso de la Unión debe resolver en el corto plazo mejoras para el diseño y la implementación de la Ley General para el Control del Tabaco y de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, esta última en materia de política fiscal hacia productos de tabaco. Esta es una prueba de fuego para Andrés Manuel López Obrador, para sus aliados, y aun para sus opositores” añadió Antonio Ochoa.

Destacó que desde 2010, el impuesto al tabaco que consiste en siete pesos por cajetilla, no se ha actualizado, por lo que solicitarán a las autoridades se realice un ajuste. Además de que dichos recursos, esta vez, sean debidamente etiquetados para que se utilicen en la prevención y atención de personas con enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco.

Juan Núñez Guadarrama, Coordinador de la Coalición México SaludHable comentó que al entrar en funciones el primer gobierno de izquierda, “vivimos una circunstancia distinta, de combate a la corrupción, que privilegia la satisfacción de las necesidades de quienes viven en la pobreza y que hará realidad el ejercicio del derecho del pueblo a la salud. Y este último compromiso abre una puerta ancha por la cual avanzar hacia el cumplimiento pleno de las obligaciones asumidas por México al suscribir hace 15 años ya el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco”.

Finalmente, dijo que las organizaciones que impulsan en México el control del tabaco, “vimos una oportunidad enorme e inusitada en la Agenda 2030, proclamada con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 Metas por los 195 países miembros de la ONU, en 2015. Ese acuerdo muestra la importancia de afrontar al tabaquismo en favor de la salud de los pueblos y porque el tabaco obstaculiza el desarrollo”.