Somos temerosos de lo que nos hace diferentes.
Anne Rice
¿Alguna vez te has cuestionado cómo duermes? ¿Y por qué lo haces de esa manera? ¿Tienes el sueño ligero? ¿O eres de las personas que no suelen despertar por nada en el mundo? Quizá sea por los sueños, por el cansancio o el insomnio. Los anhelos perdidos y las nuevas ideas que se generan antes de dormir. El sueño es algo preciado y es lo que nos ayuda tanto a regenerarnos cada noche como a integrar todo lo que vivimos día con día. Y por si fuera poco se ha descubierto que el sueño podría definir nuestros rasgos de personalidad.
Es curioso pensar que como duermes eres. Y de acuerdo con un nuevo estudio realizado por Zlatan Krizan, profesor de Sicología en la Iowa State Univeristy, algunos rasgos de la personalidad están conectados con el tiempo y la profundidad que alcanzamos al dormir. “El sueño es muy dinámico y se regula biológicamente, pero también es una característica muy personal”, afirma el autor de la investigación.
El equipo de profesionales analizó data de 382 individuos que participaron en un estudio realizado en Estados Unidos. Este incluía dos evaluaciones básicas de rasgos de la personalidad. Posteriormente los voluntarios usaron un aparato de monitoreo de sueño que proporcionaba análisis diarios de la calidad de sueño durante una semana. Los hallazgos indicaron que dos de los cinco rasgos de la personalidad, también conocidos como factores principales (apertura a nuevas experiencias, responsabilidad, extroversión, amabilidad, neuroticismo o inestabilidad emocional), se relacionan con la calidad de sueño.
Limitantes
El estudio publicado en el European Journal of Personality señala que los individuos más neuróticos tendieron a tener más disturbios durante el sueño, así como más variabilidad en el tiempo de conciliación del sueño. De acuerdo con los autores la manera en que duerme una persona se refleja parcialmente en la constitución de su personalidad. Por ejemplo, los sujetos que se inclinan más a emociones negativas y tienen menor autocontrol presentaron más variabilidad en los patrones de sueño cada noche, “lo cual podría señalar que las rutinas diarias o quizá falta de ellas podrían producir estos altibajos”.
El estudio, como todas las investigaciones, presentó algunas limitantes y nuevas preguntas para los expertos, al punto de llegar al estilo del huevo y la gallina; es decir, ¿la personalidad impacta al sueño o el sueño impacta a la personalidad? “Entender con precisión cómo la personalidad se intersecta con el sueño aún es relativamente incierto; para entenderlo debemos seguir estudiando el tema”, asegura Krizan.
A pesar de que el estudio quedó con nuevas preguntas es interesante pensar que somos como dormimos. Y tú ¿cómo tienes el sueño?