CEREBROS MUSICALES

El habla y la música pudieron cambiar de manera fundamental como nuestro cerebro procesa el tono.

Daniela Suárez
Columnas
Foto: Especial
Ilustración

En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.

Arthur Schopenhauer


La música es algo simplemente fantástico. Es el bienestar de la vida, algo que nos da continuamente alegría. Es algo que nos acompaña en los días nublados y nos da calma mientras pasa la tormenta. Es algo tan poderoso que es capaz de cambiar nuestro estado de ánimo y a la vez unirnos con grupos de personas. Es algo que nos hace recordar momentos especiales y es una compañera infatigable. La música es tan increíble que ha hecho que el cerebro del ser humano se moldee hasta diferenciarnos de nuestros ancestros.

El hecho de que podamos reconocer una melodía ha logrado moldear nuestros cerebros al grado de hacernos distintos de los primates.

De acuerdo con un nuevo estudio el cerebro humano pareciera estar entonado de manera única para las notas musicales, lo cual favorece nuestros circuitos auditivos. En esta nueva investigación expertos descubrieron que nuestros cerebros pueden escuchar sonidos musicales de manera más clara que nuestros “parientes” los macacos.

Curiosamente el estudio surgió gracias a una apuesta entre dos investigadores norteamericanos: el doctor Bevil Conway apuntaba a que los primates y los humanos percibían el mundo de la misma manera incluyendo la parte de los sonidos, mientras que el doctor Sam Norman-Haignere estaba seguro de que no era correcta la conclusión de su colega, así que decidieron unirse en un estudio para revisar sus propuestas.

Respuestas

Para la investigación ambos tocaron una serie de sonidos armónicos y ruidosos tanto a voluntarios como a primates. En ambos casos se midió la actividad cerebral con una imagen de resonancia magnética funcional (FMRI, por sus siglas en inglés) en respuesta a cada sonido. A la vez se midió la actividad en respuesta a sonidos sin armonía pero diseñados para complementar los niveles de frecuencia de cada sonido.

En primera instancia los resultados de los mapas de la corteza auditiva en los cerebros de los humanos y primates tuvieron actividades similares, sin importar que los sonidos fueran armónicos. Sin embargo cuando los investigadores miraron los datos a profundidad hallaron que el cerebro humano era más sensible a los tonos armónicos, es decir, la corteza auditiva se iluminó más que la de los primates y tuvieron mayor actividad al escuchar tonos armónicos que sonidos más ruidosos.

“Encontramos que los cerebros humanos y de los primates tienen respuestas similares a sonidos en diversos rangos de frecuencias; cuando agregamos una estructura y un tono a los sonidos fue cuando las mismas zonas cerebrales del ser humano se volvieron más sensibles. Estos resultados sugieren que el macaco podría experimentar la música y otros sonidos de manera distinta. A la vez esto nos hace pensar que el habla y la música pudieron cambiar de manera fundamental cómo nuestro cerebro procesa el tono”, asegura el doctor Conway.

Sin importar que los hallazgos sean todavía sugerencias estoy segura de que la música sin duda es algo que alimenta el alma. ¿Cuál es tu música favorita?