ANTE LAS AMENAZAS

Debemos estar conscientes de que Trump puede agredirnos impunemente.

Sergio Sarmiento
Columnas
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Ilustración

Marcelo Ebrard logró una negociación exitosa con el gobierno de Estados Unidos frente a las amenazas de Donald Trump de aplicar aranceles a México. Pero el alivio es temporal. El mismo acuerdo obliga a México a dar resultados en 45 días para detener o reducir de manera sustancial el flujo de inmigrantes que llegan a la frontera con EU y buscan cruzarla.

El presidente estadunidense genera una mayor incertidumbre al afirmar que hay un “acuerdo secreto” que se dará a conocer con el tiempo, a pesar de que lo ha negado el gobierno mexicano y de que Trump fue exhibido por un fotógrafo del periódico The Washington Post que tomó una foto que mostró que un papel que supuestamente contenía el acuerdo secreto no era más que el documento oficial.

El punto de fondo es que Trump ha demostrado ser un presidente inestable y dispuesto a recurrir a acciones ilegales como la imposición de aranceles punitivos sin razón justificada. La campaña para la reelección de 2020 todavía no empieza pero ya Trump se muestra dispuesto a volver a utilizar a México como el villano que le permitirá lanzar mensajes de temor al electorado para conseguir respaldo. El gobierno mexicano no tiene más opción que esperar que estos ataques continúen.

Hay quien dice que el presidente Andrés Manuel López Obrador no debió ceder a las presiones del gobierno estadunidense. Quien lo afirma, sin embargo, no entiende las consecuencias que sobre la economía nacional habrían tenido los aranceles de Trump. El gravamen máximo de 25% habría podido provocar una fuerte crisis económica en el país. Si bien el arancel era ilegal la opción legal de México era recurrir a paneles de controversia en el TLCAN o a la OMC, lo que se habría llevado años y al final no nos habría dado más que la posibilidad de aplicar aranceles compensatorios.

Conciencia

México tendrá que promover una política migratoria más restrictiva. Esto evitará que lleguen migrantes centroamericanos en los números actuales a la frontera con Estados Unidos y busquen cruzar, pero quizá también sea positivo para México. El ingreso de cientos de miles de inmigrantes que estaban dispuestos a entrar con portazos y no querían siquiera registrarse ante las autoridades mexicanas representaba un fuerte riesgo de seguridad para el país.

Independientemente del éxito o fracaso en este esfuerzo, en el que EU ha fracasado históricamente a pesar de ser la nación más poderosa del mundo y una de las más ricas, los mexicanos debemos estar conscientes de que Trump podrá seguir amenazando y agrediendo a México simplemente porque le ha resultado políticamente rentable hacerlo.

México debe mantener planes contingentes. No es posible, por supuesto, cambiar de la noche a la mañana la orientación de una economía volcada a la exportación y con beneficios indudables, pero sí debemos estar conscientes de que Trump puede agredirnos impunemente.

Una de las opciones es buscar aliados en otras regiones del mundo. China, que ya es la segunda economía del planeta, tiene que ser una opción, sobre todo porque es objeto también de malos tratos por parte de Trump. Nuestro gobierno, por otra parte, debe buscar el respaldo político de los 36 millones de ciudadanos estadunidenses que tienen ascendencia mexicana. Nuestra mejor opción política ante Washington es influir en la política de Estados Unidos.