RESCATAN EL CERRO PELÓN PARA LA MARIPOSA MONARCA

Cada 40 años se capturan en la reserva 200 toneladas de dióxido de carbono por hectárea.

Martha Mejía
Bienestar
Foto: Especial
CMB

La mariposa Monarca es una de las criaturas más resilientes de la naturaleza. Cada año migran seis mil 500 kilómetros desde Canadá hasta los bosques del centro de México en ciclos de cuatro generaciones. La manera en que las crías de cada generación encuentran el camino forma parte de un misterio del que no se tiene aún respuesta definitiva.

Hace seis años las poblaciones de este insecto en México declinaron de manera alarmante debido a factores como tala ilegal, sequías prolongadas e incendios forestales, los cuales generan en la zona arbórea grandes vacíos, cada vez más difíciles de llenar.

En 2017 la empresa holandesa Land Life Company, la Conafor, el WWW México, junto con la comunidad de Nicolás Romero llevaron a cabo un proyecto de reforestación en 40 hectáreas del Cerro Pelón, ubicado en la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca. Durante ese año se plantaron siete mil oyameles mediante la tecnología llamada cocoon, para garantizar que en un futuro formaran parte del hábitat de la mariposa Monarca.

El sitio

Artemio Montesinos, director de Land Life México, explica durante una reforestación en el lugar que el Cerro Pelón fue bautizado así cuando en los setenta la zona quedó devastada por un incendio y las lluvias dejaron la tierra infértil.

La comunidad de Nicolás Romero trató de plantar árboles pero debido a que es una zona de difícil acceso tardaban de tres a cuatro horas en subir a plantar los árboles y posteriormente en acarrear agua para poder regar las plantas.

Rodolfo Contreras Zamora, comisionado de bienes comunales de Nicolás Romero, agrega que la comunidad intentó por más de 25 años reforestar el bosque pero no lo pudieron lograr ya que la tasa de supervivencia de las plantas era de 5 por ciento.

“Aquí hubo una quemazón muy grande que venía del Estado de México, se volcó para acá por el viento, por muchos años aquí no crecía nada. Antes por estas veredas vivía el venado cola blanca pero tras los incendios ya no regresó. Apenas comienza a haber nuevamente mayor fauna, como armadillos y conejos”, explica.

Sin embargo, apunta Montesinos, “desde 2017 y gracias al trabajo conjunto hemos logrado asegurar 75% de sobrevivencia. Se han mantenido trabajos constantes. Por ejemplo, hoy estamos sembrando mil árboles más para reponer las plantas que no lograron sobrevivir; se sustituyen y por medio de un registro digital damos seguimiento al desarrollo que van teniendo”.

La idea, agrega, es llegar a 100% y con ello conservar el hábitat de hibernación de la mariposa Monarca, así como los servicios ambientales que proveen estos bosques a los habitantes de la zona urbana.

Cocoon

El cocoon es una tecnología desarrollada por Land Life Company: una caja biodegradable de cartón reciclado que se usa como incubadora para plantas, apoyando su supervivencia los primeros dos años; aun en tierras degradadas esta tecnología le suministra a la planta el agua necesaria para crecer, la protege del viento y le añade hongos naturales. En ese periodo no necesita riego ni mantenimiento.

“Está compuesta por algunos aditivos y ceras biodegradables; requiere 25 litros de agua acompañados de micorrizas, los cuales se van filtrando durante los dos o tres primeros meses después de que se establece la planta”, explica Montesinos.

Esta tecnología, expresa, se implementa en otros países como Estados Unidos, España, Sudán, Australia, Chile, Camerún, China o Malawi, entre otros.

“Actualmente trabajamos de manera coordinada con diferentes empresas interesadas en compensar su huella ecológica, ya sea en el área de mercado de carbono o en su área de responsabilidad social”, explica.

El comisionado Contreras, por su parte, comenta que los árboles que fueron plantados en 2017 con cocoon ya tienen alrededor de un metro de alto y se encuentran sanos.

Todo el proyecto inició cuando la empresa holandesa Land Life ganó el premio de sustentabilidad más grande del mundo, el Postcode Lottery Green Challenge, por su producto cocoon y decidió invertir 100 mil dólares en la zona núcleo de la mariposa Monarca.

Al respecto Montesinos recalca que es importante que las empresas se involucren más en el impacto ambiental que generan. “No queremos que el financiamiento venga nada más de Europa o de otros países sino que las empresas mexicanas también comiencen a involucrarse más en este tipo de proyectos”, indica.

¿Cómo vamos?

De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas en 2019 la hibernación de mariposa Monarca en bosques de Michoacán y el Estado de México se establecieron 14 colonias, con una ocupación total de 6.05 hectáreas, lo cual significa un aumento de 144% en relación con el monitoreo de 2017-2018. Esta fue la mayor superficie ocupada por la Monarca desde 2006-2007, cuando el área forestal ocupada fue de 6.87 hectáreas.

Sin embargo fue en el periodo de 2013-2014 cuando se registró la ocupación más baja (0.67 hectáreas) en los bosques de hibernación desde que se iniciaron los monitoreos en 1993-1994.

Rodolfo Contreras señala que a pesar de que ha disminuido la actividad de los talamontes en esta zona se requieren apoyos económicos federales, mediante la Conafor, para continuar con los trabajos de manutención y vigilancia en la reserva. “La gente ya no corta tantos árboles como antes. Nosotros mismos vigilamos, cuidamos, pero a veces nos ganan. Cuando encontramos a algún talamontes lo entregamos a las autoridades, pero a veces vienen por la noche, lo cual es más fácil para ellos. La madera la llevan a otro lado a venderla para hacer polines, por ejemplo; una viga para polín llega a costar más de 150 pesos”.

Apunta que si bien reciben una compensación económica por realizar estos trabajos de mantenimiento del bosque, su verdadero objetivo es rescatar los servicios ambientales que les provee este ecosistema. “Por aquí pasa una cuenca de agua con la que nos abastecemos varias comunidades para nuestra vida diaria. Ya se estaba secando y comenzó a faltar el agua, porque sin bosque no hay cuenca. Por eso venimos con gusto a trabajar al monte para cuidar nuestra cuenca, nuestros árboles y hasta nuestro aire”.

El representante de Land Life México añade a su vez que es de vital importancia continuar con los trabajos de mantenimiento de esta reserva: “Cada 40 años aquí se capturan 200 toneladas de dióxido de carbono por hectárea. También es importante porque en este lugar ya no hay regeneración natural de los oyameles. ¿Qué pasará cuando los árboles mueran y ya no puedan crecer otros nuevos? ¿Dónde dormirá la mariposa Monarca? Se tendrá que adaptar a otro tipo de árboles y eso afectaría dinámicas naturales no solo en los ecosistemas mexicanos sino hasta en los canadienses. Es por eso que debemos mantener en buenas condiciones a la reserva”, finaliza.