Pepe Escobar (abierto partidario del Este) se hace esta pregunta: ¿Podrán Rusia y China enganchar a India para construir una superpotencia euroasiática? Dice que el mandamás indio, Narendra Modi, una pieza esencial en la estrategia de Estados Unidos, se siente cómodo con China y Rusia y esto lo vuelve incómodo para Occidente.
“Todo comenzó con la cumbre de Vladimir Putin-Xi Jinping en Moscú el 5 de junio. Lejos de ser un simple encuentro bilateral esta reunión mejoró el proceso de integración euroasiática a otro nivel. Destaca un tema: cómo el rol de conexión de Persia en la Antigua Ruta de la Seda está a punto de ser replicado por Irán. Y eso no es negociable. Especialmente después de que la asociación estratégica entre Rusia y China, menos de un mes antes de la cumbre de Moscú, ofreció apoyo explícito a Teherán”.
Putin y Xi solidificaron sus ligas mutuas en el Foro Económico de San Petersburgo. La interconexión de Gran Eurasia continuó tejiéndose en la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO) en Bishkek con India, Pakistán e Irán. Como fondo estuvieron la guerra comercial entre EU y China, las sanciones contra Rusia y la explosiva situación en el Golfo Pérsico.
Rusia-China interpretó lo que sucedió en Bishkek como “vital para la remodelación del orden mundial”. RIC (Rusia-India-China) no solamente consolida un arreglo trilateral sino que también programó una repetición en el G-20 en Osaka. El formato RIC se remonta a Yevgeny Primakov a finales de los noventa. Debe interpretarse como la piedra fundamental de la multipolaridad del siglo XXI.
Un tercer pesado
Como Jair Bolsonaro es una mera herramienta de Trump, Brasil ha sido excluido de la cumbre del RIC. Habrá una cumbre informal de Xi-Modi en India en octubre y luego la cumbre del BRICS en Brasil en noviembre. Putin sobresale como un intermediario. Xi también comienza a captar la atención de Modi sobre las posibilidades de reinicio del corredor Bangladesh-China-India-Myanmar (BCMI), otro importante proyecto Belt and Road, además de mejorar la conectividad desde Tíbet a Nepal e India.
Oportunidades
Los impedimentos siguen siendo abundantes. Una de las decisiones clave a prever por Modi es si seguir importando petróleo iraní, considerando que no hay más exenciones de sanciones en EU. India es un importante cliente de energía de Irán. El puerto iraní de Chabahar es esencial para que la mini Ruta de la Seda de India llegue a Asia central a través de Afganistán. Con Trump sancionando a India por su intento de comprar el sistema de defensa aérea ruso S-400 y la pérdida del estatus comercial preferido con EU el acercamiento al proveedor de energía Irán como un vector clave es una oportunidad económica.
El énfasis ahora es integrar un RIC en toda regla. Rusia-India ya florecen como una asociación estratégica. Y Xi-Modi parecía estar sincronizado. Estos protagonistas se vieron en Osaka. ¿De qué hablaron, a qué acuerdos llegaron? Todo irá saliendo en los próximos meses.