LAS DENUNCIAS DE LA ASF

Van 17 instituciones de educación superior acusadas penalmente de irregularidades en contratos.

Lourdes Mendoza
Columnas
Foto: Especial
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Hoy les tengo los detalles de las últimas dos denuncias que presentó la Auditoría Superior de la Federación, a cargo de David Colmenares, ante la Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz Manero, y son por… adivinó: ¡por la llamada Estafa maestra!

Las denuncias de hechos se presentaron el 28 de junio. Son las primeras dos del año y van contra el Instituto Tecnológico Superior de Comalcalco y la Universidad Politécnica de Tlaxcala. La decisión de presentarlas se tomó luego de dos auditorías forenses, es decir, aquellas que la ASF practica para la investigación y documentación de un presunto delito.

En las querellas, correspondientes a las cuentas públicas 2016 y 2017, se delató la simulación de convenios y servicios pagados sin evidencia de ser ejecutados por las instituciones educativas.

Con estas ya van 17 instituciones de educación superior acusadas penalmente por irregularidades en contratos, lo que provocó presuntos daños al erario. Lo interesante es que de nuevo está implicada la mala administración, por decir lo menos, de Rosario Robles. Y es que cuando la economista presidió la Sedesol y la Sedatu la ASF presentó 31 denuncias.

La bolita ahora está en la cancha de la Fiscalía, la que dicho sea de paso tiene un paquete extenso por desahogar ya que tan solo la ASF ha interpuesto 974 denuncias de hechos en los últimos 19 años.

La cereza del pastel: la Auditoría afirma que faltan por recuperar o aclarar 466 mil 106 millones de pesos de las cuentas públicas de 2000 a 2018, es decir —siéntese, por favor—, el equivalente al presupuesto de este año de las secretarías de Salud, Educación Pública y Energía ¡juntas!

Grillando

¿Qué les cuento? Que hace unos días en el Primos de la Condesa estuvieron Pepe Narro, Héctor Aguilar Camín y Jorge Castañeda. Debo confesar que moriría por haber escuchado su plática ya que la inteligencia de los tres no está en tela de juicio. Lo que sí les puedo confirmar es que el doctor Narro no renunció al PRI por la UNAM sino por las traiciones de propios y extraños, desde los dirigentes de la cúpula de su partido hasta de sus amigos o, mejor dicho, de quienes se decían sus amigos. Leído lo anterior, no se dejen engañar, al contrario: para poder buscar la presidencia del partido tuvo que dejar la UNAM, su mayor pasión en la vida después de su familia.

Ah, el ex rector me dijo que no dejará de buscar hacer algo por México y por generar contrapesos.

Mientras tanto en el PRI se disputan la dirigencia Alito Moreno e Ivonne Ortega y les apuesto que esa elección va a llegar a tribunales, sobre todo por el famoso padrón, ya que imagínese que en Coahuila han encontrado como mil 700 “muertitos” que quieren entrar al partido.

Estilo mata carita...

Andrés Manuel López Obrador se dio una escapadita a Ciudad Universitaria para practicar beisbol o soltar la polilla, como dice él. Lo malo es que las críticas se dieron porque se le vio disfrutando en medio de las protestas de los policías federales.