Barry toca tierra en Luisiana y se vuelve tormenta tropical

Advierten marejadas de tormenta, lluvias y vientos fuertes

Redacción
Política
HURACÁN BARRY
Foto: AP

Nueva Orleans, 13 de julio de 2019.- Todavía con fuerza de huracán, Barry tocó tierra el sábado en Luisiana y poco después perdió fuerza para convertirse nuevamente en tormenta tropical, pero aún amenaza con aguaceros y marejadas.

El Centro Nacional de Huracanes informó que el meteoro llegó a tierra cerca de Intracoastal City.


El centro advirtió de peligrosas marejadas de tormenta, así como de lluvias y vientos fuertes.

El director del Centro Nacional de Huracanes, Ken Graham, dijo que Barry había acumulado “una gran cantidad de humedad” y que se esperaba que trajera lluvia sobre el área durante todo el fin de semana.

Las autoridades emitieron una alerta de huracán para la zona comprendida entre Intracoastal City y Grand Isle.

Horas antes de tocar tierra, las fuertes lluvias y las rachas de viento que acompañan a Barry, el primer huracán de la temporada, causaron apagones en la costa de Estados Unidos en el Golfo de México.

Barry pondrá a prueba las obras de prevención de inundaciones que se realizaron en la zona después de que el huracán Katrina devastara Nueva Orleans hace 14 años.

Se prevé será un día largo comenzó con lluvias intermitentes, interrupciones de electricidad y personas usando la luz de sus celulares para ver en la oscuridad y abriendo puertas y ventanas para dejar circular el aire cálido y pegajoso del trópico.

Al amanecer del sábado, más de 45 mil personas en el sur de Luisiana se encontraban sin electricidad.

La periferia de la tormenta se hizo sentir en Luisiana y la costa de Mississippi y Alabama con aguaceros, al punto que las calles cerca de la costa quedaron bajo el agua.

Los expertos calculan que los peores daños ocurrirán en Luisiana y en partes de Mississippi, y que unos tres millones de habitantes se verán afectados por las lluvias y los vientos del meteoro.

Los diques que protegen la ciudad tienen una altura de entre 6 y 7,5 metros.

Las autoridades tanto de Luisiana como de Mississippi tomaron medidas de precaución, abriendo las represas en los alrededores de Nueva Orleans para que fluya el agua.