DE LA JARDINERÍA POLÍTICA DEL SEXENIO

AMLO, único jardinero, ha decidido que la tierra es fértil para sembrar la 4T.

Redacción
Todo menos politica
Foto: Especial
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Por Katia D’Artigues

Al presidente le gustan las plantas. No solo decidió sembrar de árboles el país sino que él los cultiva y ve crecer con orgullo en La Chingada, el rancho en Palenque donde se va a descansar.

Las plantas, para crecer, necesitan de agua, sol y aire. También las instituciones y las personas que los encabezan en esta metáfora.

AMLO, único jardinero, ha decidido que la tierra es fértil para sembrar la 4T. Selecciona las plantas que quiere que crezcan y también las que morirán en el jardín por inacción o inanición, al reducirles el agua (presupuesto), sol (absoluto acuerdo con él o su proyecto) y aire (capacidad de operación, eficiencia).

Hay plantas que corren el peligro de echarse a perder si tienen mucha agua y les da el sol de manera muy directa, igual que si les falta. En este caso está, por ejemplo, Morena.

Agua: dejar sin, arrancar de raíz o hacer que crezca otra planta Al inicio del sexenio cerró las llaves reales y metafóricas de los ductos de gasolina, estancias infantiles, refugios para mujeres que viven violencia, medicamentos para el VIH, entre otros. En algunos casos volvió a abrir la llave, con menor presión por austeridad, pero también arrancó plantas vivas.

Antes de que se fuera Carlos Urzúa, el secretario de Hacienda que con su carta de renuncia hizo una implosión al interior del gabinete, ya había anunciado que cortará de tajo otros 85 programas-plantas para el presupuesto 2020. No sabemos de a cómo estarán los recortes, sobre todo a órganos autónomos que como la CNDH hacen sombra al criticar con latosas acciones de inconstitucionalidad contra la Guardia Nacional o al recordarle que prometió guiarse por la legalidad.

En Hacienda queda claro que la planta preferida es Raquel Buenrostro, la poderosa oficial mayor que acuerda directamente con AMLO y a quien Urzúa le dio aún más poder en el último acuerdo que firmó en el Diario Oficial de la Federación el 8 de julio (para hacer contratos marco) antes de redactar su carta de renuncia. A Urzúa también le quitaron aire al pasar a otra planta beneficiada, Alfonso Romo, temas de la banca de desarrollo.

El ahora ex secretario se estaba quedando sin agua y como no estaba de acuerdo con el brillo del sol decidió autotrasplantarse con su renuncia, como han hecho otros 14 funcionarios de nivel medio y alto en estos siete meses.

El mismo gobierno en su totalidad tiene poquita agua (porque es bendita) y esto mina su eficacia. Se verá más con el tiempo.

Falta de aire y sol Hay otras plantas-instituciones a las que se retiran el sol y el aire poco a poco. Como la CRE, que le estorba para regresar a control del Estado temas ya abiertos. Mandó plantas no tan viables a ese pequeño jardín —sus propuestas de comisionados— y luego acusó a la planta mayor de conflicto de interés (lo alejó del sol) y lo empujó a renunciar. Aunque eso del conflicto de interés parece merecer su atención de manera discrecional si hacemos caso a la carta de Urzúa.

En un caso similar está la Conadis. Tiene agua pero cero aire. No tiene titular ni encargada de despacho ante la desaparición de las direcciones generales adjuntas. Sus estatutos hacen que todo lo que haga a partir del 30 de junio sea ilegal. Es una muerte por inanición. Otro ejemplo es la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.

Eso sí, hay plantas resistentes, como la Segob, que vive aunque se le arranquen partes y le falte aire: Migración fue injertada, de facto, a otra de las plantas favoritas del sexenio, Relaciones Exteriores. Gobernación tiene agua, sol… pero en muchos temas es algo así como una planta de decoración.

Crecerá pese a todoAMLO es un jardinero optimista. Insiste en que se puede plantar una refinería en un terreno pantanoso (literal, aunque también es metáfora) como Paraíso, Tabasco.

Pemex es, sin duda alguna, la planta del sexenio. Para ella todo el agua, sol y aire que necesite. Es el centro del futuro jardín del Edén donde AMLO apuesta a que crecerá todo para entonces dotar al país de semillas, sombra y frutos para comer.

Ojalá.