MAM

El museo ha envejecido con cierta dignidad, salvo las cúpulas centrales.

Redacción
Todo menos politica
Foto: Especial
Foto: Especial

Por Sergio Pérezgrovas

La creatividad es la inteligencia divirtiéndose.

Dicho popular

El Museo de Arte Moderno (MAM) abrió sus puertas el 20 de septiembre de 1964 en el bosque de Chapultepec, con base en un diseño del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez (1919-2013) con la colaboración de Rafael Mijares (1924-2015), siendo presidente Adolfo López Mateos (1908-1969), y lo inauguró el entonces Regente de hierro, Ernesto Uruchurtu (1906-1997).

Por cierto: para conocer más de este personaje que estuvo en el cargo durante tres sexenios existe un libro titulado Uruchurtu, mito y leyenda, de Gustavo Adolfo Carrillo. Algún día hablaremos de la censura puritana y el porqué le decían Regente de hierro (nada que ver con el Palacio de Hierro).

Al inaugurarse el museo era secretario de Educación Pública Jaime Torres Bodet (1902-1974), otro personaje, quien como literato usó como seudónimos Celuloide, Sube y baja y Marcial Rojas (a lo mejor también nos da tiempo de hurgar en su vida).

El museo, que dicho sea de paso ha envejecido con cierta dignidad salvo las cúpulas centrales de fibra de vidrio amarillo huevo de Bachoco, que realmente ya son de pena ajena por el deterioro que provocan el Sol y sobre todo los años, tiene un par de exposiciones.

En las salas del primer piso, Territorios de la memoria (1985-2019), que estará hasta el 22 de noviembre. Bastante regular y muy, pero muy dispareja, con obras de —entre muchos otros— Julio Galán, Valentina Olmedo, Daniel Ruanova y Éric Pérez.

La curaduría corre a cargo de José Miguel Springer y la obra que a mi humilde juicio es la mejor y salva la expo es de Beatriz Canfield: Después de la explosión (2019), porque además de ser de gran formato atrae la atención del visitante.

Fotografía

La segunda sala que visité me resultó por lo menos más divertida, de un tal Antonio Caballero, fotógrafo nacido en la ciudad en 1940, quien incursionó en el fotoperiodismo por medio de Héctor García.

Caballero, sin duda el padre de las fotonovelas, con grandes personajes del cine, el teatro, la televisión y la política mexicana, fue quien tomó la famosa fotografía de Marilyn Monroe cuando vino a México, al hotel Hilton, en 1962 y que causó revuelo porque en la imagen se ve a una Marilyn relajada y al parecer no traía calzones, bueno eso se rumoraba en aquella época (y Uruchurtu, por cierto, dicen las malas lenguas, censuró).

Presentó la muestra la nueva directora del MAM, Natalia Pollak. Se dijo que Caballero conserva alrededor de un millón de negativos y en una pesquisa que llevó tres años y medio de investigación se pudieron revisar solamente 500 mil negativos. La exposición consta de 147 piezas de figuras icónicas como Pedro Armendáriz, Isela Vega (quien asoma la cabeza detrás de una cortina de plástico), Mauricio Garcés, Verónica Castro y Cantinflas.

Buena muestra de la lente del maestro Caballero pero creo que estaría mejor en el Museo del Estanquillo y no por su obra sino por la popularidad de los personajes retratados. Las fotos estarán expuestas hasta el 8 de septiembre. Los domingos en el MAM es entrada libre y de martes a sábado tiene un costo de 70 pesos.