RECETA PARA PEMEX: MÁS INVERSIÓN Y MENOS IMPUESTOS

Al reducir la carga fiscal Pemex dejará de pagar impuestos por 128 mil millones de pesos entre 2019 y 2021.

Antonio Caporal
Política
Foto: Especial
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El gobierno de la República presentó el Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos 2019-2023 que, asegura, establece las bases para modernizar a la compañía, hacerla más competitiva y garantizar su viabilidad financiera a largo plazo para con ello consolidar a la empresa productiva del Estado como palanca del desarrollo nacional y garante de la soberanía energética.

Fundamentalmente el gobierno disminuye la carga fiscal y proyecta un importante financiamiento público a fin de que Pemex cuente con recursos para disminuir su deuda y, principalmente, incrementar la producción de petróleo.

De acuerdo con las autoridades el plan es un rescate de la industria energética del país “luego del rotundo fracaso de lo que ha sido la reforma energética” aprobada el sexenio pasado.

Para los especialistas en el tema el plan de Pemex cumple con la añeja demanda de disminuir su carga fiscal pero es insuficiente para resolver los problemas financieros y operativos de la empresa y, en consecuencia, sugieren ir más allá, con una mayor apertura a la inversión extranjera, por ejemplo.

Radiografía

Al hacer un diagnóstico de la empresa el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, recuerda que en los últimos 14 años se registró una caída considerable en la producción de crudo como consecuencia de la disminución de los montos de inversión: “Tan solo en los últimos cinco años la reducción en la producción fue de casi 600 mil barriles en promedio diario”.

Afirma que al igual que en el caso de las actividades de exploración y producción la inversión en las refinerías registró importantes decrementos en los últimos años, afectando incluso la disponibilidad de recursos para mantenimientos, ocasionando a su vez la caída de los niveles de proceso del Sistema Nacional de Refinación, y llevando la producción de refinados a mínimos históricos.

Al mismo tiempo, dice, la deuda de la empresa se incrementó considerablemente: “Solo de 2013 a 2016 la deuda se duplicó, al pasar de poco más de un billón a más de dos billones de pesos, lo que propició que durante los últimos diez años la empresa ha registrado déficits financieros”.

Asegura que Pemex es una empresa que genera valor ya que si se mide la rentabilidad en términos del EBITDA (ingresos antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) y si se comparan contra otras empresas petroleras internacionales puede observarse que Pemex está por arriba del promedio de la industria.

Y ejemplifica: “A pesar de sus bajos costos de operación y su generación de rentabilidad, Pemex registra balances financieros negativos derivados del régimen fiscal al que está sujeto y que lo coloca como una de las empresas más gravadas de la industria petrolera internacional”.

La elevada carga fiscal que tributa la compañía, puntualiza, “constituye el problema estructural más grave que enfrenta. En 2018 la empresa generó dos billones de pesos de ingresos; con esto alcanzó un balance primario antes de impuestos de 993 mil millones de pesos. En ese año los conceptos de impuestos indirectos y directos ascendieron a 933 mil millones de pesos, lo que sumado al pago de intereses por 122 mil millones de pesos llevaron el balance financiero a un resultado negativo de 62 mil millones de pesos”.

A su vez el presidente Andrés Manuel López Obrador culpa a la reforma energética aprobada en el sexenio pasado de la difícil situación por la que atraviesa la empresa: “Resultó un fracaso la llamada reforma energética; nos engañaron diciendo que con esa reforma iba a llegar mucha inversión extranjera, mucha inversión nacional, privada, y que se iba a aumentar la producción de petróleo hasta lograr tres millones de barriles diarios. Lo cierto es que eso no se dio; por el contrario, se cayó por completo la producción de petróleo; se cayó también la producción de gasolinas y se terminó de arruinar toda la industria petroquímica nacional”.

Plan

El Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos establece que “ante el elevado apalancamiento que registra la empresa los financiamientos no pueden seguir siendo la fuente para dotar de recursos a los proyectos de inversión”.

En consecuencia, explica el documento, la estrategia financiera del plan se sustenta, primero, en la reducción gradual del saldo de la deuda hacia la segunda parte del sexenio; segundo, en el fortalecimiento de las fuentes de ingresos propios, contando con el apoyo del gobierno federal; y tercero, realizando un uso eficiente y eficaz del gasto programable.

En cuanto a los impuestos pagados Oropeza señala que “con el apoyo del gobierno Pemex tendrá un alivio en su carga fiscal, que le permitirá liberar recursos para detonar proyectos de inversión en la producción del petróleo”.

Al respecto agrega que “el gobierno federal tiene previsto presentar una propuesta de reforma a la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos para reducir la Tasa del Derecho de Utilidad Compartida a través de un esquema gradual de 7% para 2020 y 4% para 2021. Es importante señalar que la tasa actual es de 65% y se llegaría a una tasa de 54% para 2021”.

Lo anterior significaría que en ese lapso la empresa deje de pagar impuestos por un valor de 128 mil millones de pesos.

El objetivo, expresa el funcionario, “es que Pemex tenga recursos para invertir, lo que a su vez le permitirá, a partir del próximo año, incrementar sus niveles de producción en toda la cadena de valor generando los recursos para mejorar su balance financiero”.

Destaca que a partir del año en que se alcance el equilibrio presupuestal (2022) “Pemex comenzará a generar excedentes que se podrán destinar al pago gradual de su deuda y para el financiamiento de programas y proyectos de alto impacto que detonen el crecimiento y el desarrollo económico y social del país”.

Por otro lado el director general de Pemex indica que para aumentar la producción de aceite y gas uno de los ejes fundamentales del Plan de Negocios consiste en “acelerar el desarrollo de los nuevos yacimientos descubiertos, así como incrementar la actividad de desarrollo en campos en explotación, tanto con pozos nuevos como con reparaciones mayores”.

Con ello se prevé incrementar la producción a niveles de dos millones 697 mil barriles promedio diario en el último año de esta administración, es decir, 2024.

Hay que recordar que la producción de México llegó a 3.4 millones de barriles diarios en 2004 gracias a que Cantarell llegó a su pico de 2.2 millones de barriles. Posteriormente parte de la declinación de Cantarell fue cubierta con la producción de Ku-Maalob-Zaap, que llegó a un pico de 850 mil barriles hace algunos años.

También refiere que el plan “prevé una recuperación gradual de la capacidad de refinación a partir de los mayores montos de inversión que se destinan para la rehabilitación de las seis refinerías y el desarrollo de la nueva refinería de Dos Bocas”. A esta última se destinarían 41 mil millones de pesos el próximo año.

El funcionario informa que el gobierno federal considera aportaciones de capital para el periodo 2019-2022 a fin de complementar los requerimientos de inversión.

El plan prevé aportaciones directas del gobierno federal por 141 mil millones de pesos a lo largo de tres años.

Asimismo, comenta, se prevé que la inversión pública se complemente con la inversión privada por medio de contratos de servicios de largo plazo para la producción de petróleo: “Lo anterior permitirá que Pemex pueda contar con recursos para invertir en la producción de petróleo y en la recuperación de la capacidad de las refinerías”.

El director de la empresa productiva del Estado también asegura que los resultados del modelo financiero del plan permitirán al gobierno federal aumentar la captación de recursos tributarios petroleros en el periodo 2021-2030.

Finalmente sostiene que el documento “deja clara su apertura a esquemas de negocio con el sector privado bajo un estricto cuidado de sus intereses, con acuerdos justos y transparentes, dejando atrás las prácticas en las que Pemex siempre salía perdiendo”.

Acciones insuficientes

El mismo día en que se anunció el plan de Petróleos Mexicanos analistas de la calificadora Citigroup circularon una nota informativa en la que plantearon que una baja en la calificación de Pemex “es cuestión de tiempo”, toda vez que la estrategia no resuelve los principales problemas estructurales de la empresa.

Igual de escépticos se muestran un grupo de expertos consultados por Vértigo.

David Shields, consultor y analista en materia energética, dice a este semanario que su primera impresión es que el actual gobierno “tiene una gran habilidad para decir justo lo que los mercados no quieren escuchar en materia de energía. Yo veo que los mercados quieren ver una visión de mediano y largo plazo, pero en el plan hay ‘cero’ pues no ven nada más allá de 2024”.

—¿Ve algún punto asertivo en este plan?

—Mira, hay un intento de disminuir la carga fiscal de Pemex: eso es algo que siempre se debió hacer, eso está bien, y eso de que den unas aportaciones del gobierno federal igual está bien.

Otro punto “que puede ser bueno es que se regresa a tipos de contratos de hace seis años, que son los contratos integrales de servicios y esos al menos deberían ser positivos para los contratistas nacionales; para los extranjeros no lo es en el contexto de lo que estamos viendo, es decir, un gobierno que manda constantemente mensajes negativos en energía y anuncia planes sin sustento técnico. Entonces, más bien son contratos para empresas nacionales que quizá tienen problemas y necesiten algún trabajo con Pemex, así que veo que podrían estar dirigidos especialmente a apoyar al sudeste mexicano”.

—¿Qué sucederá con las rondas?

—Las rondas petroleras aparentemente no se van a reactivar y las empresas que ganaron en aguas profundas son básicamente extranjeras y sus contratos continúan; algunas están asociadas con Pemex y es incierto el futuro de esos contratos.

—¿Es viable cumplir la meta de 2.6 millones de barriles diarios en 2024?

—Es un sueño guajiro: no es realista, porque algunos grandes yacimientos están declinando y no se ha revertido la tendencia de 13 años a la baja.

—¿Qué opina sobre la proyección de elevar la producción con pozos nuevos?

—En cuanto al plan de los campos nuevos si revisamos se trata de al menos 20 campos cada año, 188 campos chiquititos. El plan de negocios habla de desarrollar enjambres de yacimientos pequeños y eso es algo que Pemex nunca ha hecho, porque no lo ha tenido que hacer. Ahorita tienen 20 campos y necesitan 20 más para el año que entra y otros 20 para el que sigue y así. Hablan de 188 y es exagerado; son campos pequeños y la gran duda es si esto puede ser rentable. Con la refinería de Dos Bocas es la misma pregunta: ¿puede ser rentable?

A juicio de Shields “la debilidad de los planes de Pemex es la ausencia de yacimientos gigantes, que es donde está la rentabilidad de lo que plantean. Recuerda que hace unos días anunciaron un programa de desarrollo de Abkatún con tres mil millones de dólares de inversión y dijeron que iban a producir 40 millones de barriles; y si tú multiplicas 40 millones de barriles por el precio del petróleo verás que no es rentable. ¡Van a perder dinero!

—¿Qué recomienda?

—Se requiere una visión de largo plazo tipo reforma energética; es decir, empresas que puedan asociarse con Pemex y hacer planes a 20 años. Pemex a partir de la reforma energética tiene muchas asignaciones, que son zonas del país con un potencial muy relevante pero no hay dinero para explorar y desarrollar esas áreas. ¿De dónde vendría el dinero? Pues de empresas privadas que vengan a coinvertir con Pemex, uno supondría. Lo que el gobierno pueda aportar es muy limitado.

Tiempo

Vértigo también platica con Arturo Carranza, consultor independiente experto en materia energética, quien igualmente habla de los puntos positivos que tiene el plan, así como de lo que a su juicio faltó en el documento presentado por la empresa.

Un punto asertivo, expresa, “es el incremento de la inversión pública en Pemex en el horizonte de cinco años, esto es, el gasto que el gobierno destinará a la petrolera.

Y un segundo punto “que es la columna vertebral del plan de negocios tiene que ver con la reducción de la carga fiscal a Pemex. Yo tengo 14 años analizando el sector y he conocido directores de Pemex —y lo comparto con sus lectores—: todos ellos han coincidido en que el problema de Petróleos Mexicanos es su alta carga fiscal; reducirla ayudará mucho en la parte operativa de Pemex, y esa reducción es también una herramienta indispensable si se piensa incrementar la producción”.

—¿Usted, como experto en la materia, es lo que esperaba?

—El Plan de Negocios no tiene nada que no se esperara. La sugerencia de los inversionistas se había centrado en la necesidad de incorporar las asociaciones con los privados para poder mejorar los indicadores operativos; y que la sugerencia no haya sido tomada en cuenta por esta administración, más allá de que sea un desencanto, el hecho es que será muy difícil que con este plan se cambie la percepción que existe en el mercado sobre Petróleos Mexicanos.

—¿Es viable que Pemex alcance las metas planteadas sin el concurso de grandes inversionistas privados?

—Este debería ser el debate: es o no es suficiente. Mira, descartar la propuesta no creo que sea lo más oportuno porque no se le ha dado la oportunidad de acreditar resultados. Creo que tenemos que estar conscientes de que un planteamiento que está fuera de la narrativa de las expectativas del mercado no necesariamente significa que está mal.

Lo que sí significa, puntualiza Carranza, “es que Petróleos Mexicanos —bajo la lógica que decidió tomar de dar énfasis a los contratos de servicio y no a las asociaciones con particulares— tendrá menos tiempo para acreditar resultados y de no cumplir con las expectativas del mercado la consecuencia será que las agencias calificadoras podrían tomar una decisión en el sentido de reducirle la calificación; y bajo ese escenario todavía resultaría más complicado para la empresa poder alcanzar sus resultados”.

En otras palabras, explica, “este Plan de Negocios en un escenario realista, lo que puede hacer es comprar tiempo; las agencias calificadoras van a procesar el contenido de los planteamientos que vienen en el documento y este tiempo puede ser muy importante para que Pemex empiece a dar resultados. Compró tiempo y si en este tiempo da resultados —uno esperaría que los diera—, entonces el escenario no sería tan negativo. Pero es un hecho que al ganar tiempo debe aprovechar para hacer modificaciones en el corto plazo; pueden ir haciendo algunas modificaciones sobre sus planteamientos básicos del Plan de Negocios. Esto es, que el plan se actualice de manera anual y eso dé la oportunidad de que se incorporen las asociaciones en el próximo año. Pero es poco probable que suceda”.

—¿Es viable el proyecto de incrementar la producción con campos nuevos?

—Sí existe el potencial. La Ronda Cero le dio las asignaciones a Pemex; están en aguas someras. Ahí están las reservas probadas. Pero es poco probable que por cuenta propia Pemex pueda explotarlos de manera óptima, por el reto operativo tan grande que implica ponerlas a producir.

—¿Adiós a la reforma energética?

—Sin duda el plan es un camino en el sentido contrario al modelo energético que se construyó pero hasta que legalmente no se cancele el modelo energético no podemos hablar del adiós definitivo a la reforma energética.

—¿Podrían reactivarse las rondas y seguir en busca de inversionistas particulares?

—En la medida en que la realidad se imponga, es decir, que se den cuenta de que es poco viable que Pemex pueda alcanzar las metas por sí solo, en esa misma medida la oportunidad de continuar con las licitaciones petroleras y de retomar las asociaciones de Pemex cobrará mayor presencia.

Apertura a inversión privada

Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), comenta a Vértigo que el plan de Pemex carece de propuestas concretas para hacer frente a la fragilidad financiera de la empresa y que “no se ve la mano del nuevo secretario de Hacienda”. También advierte que se corre el riesgo de que las calificadoras degraden las notas de Pemex.

—Como representante de un importante sector de empresarios ¿qué considera que faltó al plan?

—En la Coparmex consideramos que una de las principales limitantes de la estrategia presentada para Pemex es que no ayudará a incrementar la participación de la inversión privada para generar mayor producción petrolera y recuperar la credibilidad de la empresa. La oferta para la participación de inversionistas privados se limita al mismo modelo contractual de servicios que no ha funcionado en el pasado, debido a que no es suficientemente atractivo para las empresas petroleras grandes del sector. Los farmouts y nuevas rondas de licitación, aparentemente, quedan fuera.

El presidente de la Coparmex también advierte que “el plan conlleva un alto riesgo de presiones a las finanzas públicas por el tamaño de los recursos con los que se pretende apoyar a la petrolera y, por otra parte, no incluye un plan de reducción de deuda, ni recorte de costos de operación de Pemex”.

—¿Qué recomienda la Coparmex al gobierno?

—Debe reevaluar las decisiones poco acertadas que ha adoptado para revertir la desaceleración marcada de la economía. El sector patronal hace un llamado a la Presidencia de la República para rectificar el Plan de Negocios e iniciar un programa emergente de reactivación con inversión pública y privada en el corto plazo. Las empresas del sector están listas para invertir en exploración, almacenamiento y distribución de hidrocarburos y petrolíferos.

Por lo pronto un reporte de Peter Speer, analista de la calificadora Moody’s, apunta: “Creemos que la inversión de capital de Pemex para exploración y producción será insuficiente para reemplazar las reservas”.

Al cierre de esta edición Moody’s estableció que si el desempeño de la empresa productiva del Estado se ubica por debajo de lo esperado podría bajar su calificación, en tanto que BBVA recomendó “que se reactive el modelo de negocios con base en farmouts”, es decir, la asociación con empresas líderes en la industria petrolera.

En Diseño:

1. Cuadro esquemático de diagnóstico de problemas y soluciones

2. Producción de crudo 2002-2018

3. Proceso de crudo en refinerías

4. Saldos de deuda 2000-2018

5. Inversión 2020-2030

6. Producción de crudo 2018-2030