Los diputados locales van por una Ley de Educación Inicial para la Ciudad de México que deje atrás el modelo de solo cuidar y entretener a los niños para pasar a un sistema de formación integral bajo componentes educativos, emocionales, de salud, nutricionales y de sociabilidad, lo que sin duda fortalecerá los derechos de los niños con igualdad, equidad y sin tintes partidistas.
“Ya es hora de dejar el discurso y pasar a las acciones. Obliguemos al gobierno a establecer políticas y programas para garantizar la oferta de educación inicial. Y puesto que el gobierno está rebasado para ofrecer este modelo educativo se necesita echar mano de la sociedad, para lo cual hay que dotarla de recursos materiales y humanos para cumplir su cometido”, sostiene el diputado Mauricio Tabe Echartea, coordinador de la fracción parlamentaria de Acción Nacional en el Congreso capitalino.
Es muy cierto que el gobierno no sabe cómo responder a un tema de vital importancia. Prueba de ello es la desaparición de las estancias infantiles, lo que dejó a miles de niños sin esos cuidados mientras sus madres trabajaban. Es una sorpresa que los legisladores de todas las fracciones parlamentarias hayan presentado en conjunto esta iniciativa de ley que perfecciona la educación inicial para las futuras generaciones.
“Esta iniciativa, que consta de 62 artículos y nueve transitorios, con la que se crea un Sistema de Educación Inicial con un Consejo para cada alcaldía, tendrá un presupuesto suficiente para alcanzar la cobertura de modelos de educación temprana y contar con instalaciones dignas, materiales adecuados y recursos para su operación”, dice Tabe Echartea.
Esta iniciativa de ley sin duda contará con los votos de todos los diputados: difícil que alguien se oponga cuando se trata de los niños y su educación. Y lo más importante es que tomaron en cuenta todas las necesidades, así como la manera de cubrir los gastos. Porque luego lo que falla es el presupuesto. Y si esto se acordó no habrá problema para su funcionamiento.
“Esta ley permitirá ampliar la cobertura, punto señalado por la UNICEF, que representa un rezago en la zona metropolitana. Además reconoce y regulariza a las estancias infantiles, Cendis y Centros Comunitarios, incorporándolos al nuevo modelo de educación inicial, lo que habrá de contribuir al desarrollo de los niños”, puntualiza el coordinador de los diputados blanquiazules.
El rezago educativo en la niñez es algo ancestral. Sobre todo en colonias de alta marginación. Y esta ley podría dar la oportunidad a centenares de pequeños que están destinados a la ignorancia. Porque no solo es la educación inicial sino que tampoco tienen oportunidad de ir al kínder, mucho menos a primaria. Y en los casos que se puede, a los pocos meses abandonan la escuela porque sus padres no tienen recursos ni para sus cuadernos. ¿O acaso me equivoco?
“De conformidad con la ley la educación inicial es la que se imparte al niño antes de los cuatro años. Y busca favorecer su desarrollo físico, cognoscitivo, afectivo, lúdico, artístico y social. Incluye orientación a padres de familia o tutores para la educación de sus hijos o pupilos. Y que el personal docente que atienda este tipo de educación esté capacitado profesionalmente. Esto es muy importante”, comenta el legislador.
Muchos especialistas coinciden en que la educación de los primeros años es de gran trascendencia para el futuro de los niños. Es la edad en que la educación que reciban establecerá las bases para cuando sean adultos. De ahí la importancia en otorgar una educación que dejará huella en los pequeños. Esos serán los niños del futuro. ¿O, no?
El bolso de Laura…
Se comenta que ante la inquietud que hay entre la población por la frecuencia con que se presentan microsismos se solicita un censo sobre inmuebles dañados por estos fenómenos inusuales. Se dice que en caso de encontrarse inmuebles dañados se sumarán al Programa de Reconstrucción que se creó a raíz de los sismos del 19 de septiembre de 2017. Al parecer hay daños a casa habitación en paredes, muros y columnas de carga. Y eso que son pequeños sismos. ¡Se imagina si fueran más fuertes!...