Estirón en vacaciones, ¿Mito o realidad?

Estatura baja en comparación con sus compañeros.

Redacción
Todo menos politica
Baja estatura
Foto. Sergey Novikov

México, 15 de agosto. Cuando los niños concluyen el periodo vacacional de verano, los padres afirman que sus hijos han crecido más rápido que cuando iban a la escuela, ya que notan que la ropa les queda más chica, lo que se hace más evidente con el uniforme escolar, que parece haber “encogido”.

Pero ¿es cierto que los niños crecen más durante las vacaciones? ¿El llamado estirón de verano es un mito o una realidad?

Para responder esta pregunta, el Dr. Carlos Antillón Ferreira, Especialista en Endocrinología Pediátrica y miembro de la Sociedad Mexicana de Endocrinología Pediátrica, explicó que en el crecimiento de un niño influyen diversos factores como los genéticos, la alimentación, la actividad física y las enfermedades que ha presentado.

“Los niños crecen durante todo el año, pero en el verano suelen realizar ejercicio más intenso, corren y saltan durante gran parte del día, lo que favorece el crecimiento y previene la obesidad. El hecho de que los niños duerman más horas en las vacaciones puede favorecer su crecimiento, ya que el 80% de la secreción de la hormona de crecimiento se da cuando el niño duerme en horarios adecuados”, indicó el especialista.


Agregó que el crecimiento de un niño no sólo se manifiesta en su estatura, sino que es una señal clave de su estado de salud, desarrollo y bienestar general.

“El que sus hijos crezcan y se desarrollen de manera normal, es una de las mayores preocupaciones para los padres de familia. Si ellos notan que el niño no está creciendo como debiera, puede tratarse de una condición de salud como la deficiencia de hormona de crecimiento, lo cual debe ser hablado de inmediato con el especialista”, recomendó el endocrinólogo pediatra.

Para identificar si existe un problema con el crecimiento del niño, es importante conocer los estándares de un crecimiento normal. Existe una guía que se conoce como la “regla de los cinco” que señala los rangos de crecimiento para un niño sano, los cuales son:


  • Del nacimiento a un año los bebés crecen alrededor de 25 centímetros.
  • Del primer año a los cuatro años, los niños crecen en un promedio de 10 centímetros por año.
  • A partir de los cuatro años y hasta la pubertad, el crecimiento se hace más lento, a razón de cinco centímetros por año.

Se estima que alrededor del 80% del crecimiento de un niño ocurre antes de la pubertad, y durante la adolescencia se da un rápido proceso de crecimiento, periodo al final del cual se alcanza la estatura de adulto. Para las niñas, la pubertad suele iniciar entre los 10 y 11 años y en los varones entre los 12 y 13 años.

Existen varios signos que pueden indicar un crecimiento irregular, como:


  • Desgaste de la ropa antes de que el niño la deje por haber crecido.
  • Estatura mucho más baja que sus compañeros de escuela.
  • El niño aparenta ser mucho más joven de lo que es.
  • El niño es objeto de bromas en la escuela por su baja estatura.

En algunos niños, la falta de crecimiento puede estar asociada con otros problemas serios de salud, que pueden afectar al corazón, la capacidad de aprendizaje, la vista y el oído, la salud respiratoria y ósea, el desarrollo renal, el sistema inmune y la composición corporal.

“A estos efectos hay que añadir la afectación psicológica para el niño, que compara su estatura con la de los demás y en ocasiones recibe las burlas de sus compañeros de escuela”, expresó Antillón.

¿Qué hacer si el niño es diagnosticado con deficiencia de hormona de crecimiento?

La hormona de crecimiento es una proteína producida por la glándula hipófisis del cerebro. Circula en el torrente sanguíneo y tiene efectos en todo el organismo. Es necesaria para que el niño alcance la talla adulta normal, pero también es importante en la regulación del metabolismo, tanto en niños como en adultos.

“Para un diagnóstico correcto de deficiencia de hormona de crecimiento, el médico debe analizar la historia médica y tabla de crecimiento del niño. Es posible que el especialista haga pruebas que le ayuden a determinar las causas del retraso en el crecimiento, que incluyen una edad ósea, análisis de sangre, estimulación de la hormona de crecimiento y resonancia magnética”3, indicó el especialista.

Antillón explicó que para tratar la deficiencia de hormona de crecimiento se utiliza una hormona llamada somatropina, cuya estructura es idéntica a la producida naturalmente por el ser humano y con los mismos efectos.

“Para imitar la naturaleza de la producción de la hormona de crecimiento, la somatropina debe ser administrada por medio de una única inyección diaria, inmediatamente antes de acostarse, lo que facilita la adherencia al tratamiento y permite al niño hacer sus actividades normales durante el día.”

El diagnóstico oportuno de la deficiencia de hormona de crecimiento, y su tratamiento adecuado, tienen un papel crucial para que el niño crezca sano y feliz, y pueda alcanzar una estatura normal cuando sea adulto.