Fomentan zoológicos de la ciudad bienestar animal

Con el programa de Enriquecimiento

Redacción
Bienestar
oso panda
Foto: Sedema

Con el propósito de que los habitantes de los tres zoológicos de la Ciudad de México desarrollen conductas naturales o similares a lo que harían en vida libre y se mantengan activos e incluso entretenidos, la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina, implementa el programa de Enriquecimiento Ambiental y del Comportamiento.

Durante un recorrido por el Zoológico de Chapultepec, Fernando Gual Sill, director General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, explicó que este programa consiste en llevar a cabo actividades que fomenten el bienestar de más de 230 especies de animales que habitan en los zoológicos de Chapultepec, San Juan de Aragón y Los Coyotes, que incluyen acciones alimenticias, olfativas, visuales, auditivas y combinadas.

Las actividades varían de acuerdo con las características de cada ejemplar y el enriquecimiento alimenticio es parte de la dieta de los animales, la cual es supervisada por especialistas.

Gual destacó que el enriquecimiento ambiental contribuye a estimular el ejercicio de los ejemplares con la finalidad de mantenerlos activos, con estímulos nuevos para que desarrollen sus sentidos a través de sonidos, texturas, olores y sabores.

“Tienen que idear cómo logran obtener ese premio, y animales como los primates que son muy inteligentes idean la forma de jalar la palanca para bañarse, picar un botón para obtener un premio. Mucho de lo que hacemos es naturalista”, agregó.

Gual Sill aseguró que en vida libre un animal como el gorila o el primate tarda entre 10 o 12 horas en encontrar alimento, mientras que en cautiverio hay nutriólogos que balancean cada una de las dietas, según el ejemplar: “Vida libre no es un paraíso, todos los días se enfrentan a depredadores, enfermedades, cacería furtiva y el zoológico es un resguardo para evitar todas esas amenazas que hay en vida libre, por eso los llamamos centros de conservación de especies”.

El programa de enriquecimiento opera diariamente, hay una programación de actividades y en ocasiones los animales pueden disfrutar desde una pelota, revolcarse en lodo, tierra, saltar rocas, charcas, jugar con llantas, entre otras actividades. Cada una de éstas varía para evitar que las especies caigan en la rutina.

“Dentro de los diferentes tipos de enriquecimiento tenemos el social, que es tratar de mantener a grupos similares en un mismo albergue, lo que en vida libre encontrarían, por ejemplo a veces combinamos animales que pueden convivir en un mismo albergue, que no se comen unos a otros, lo pueden ver en la Sabana Africana que hay grullas, cebras, antílopes, jirafas conviviendo en un mismo espacio. También enriquecimiento sensorial, donde utilizan los sentidos para valerse por sí mismos; así como el enriquecimiento para el olfato, con nuevos olores, a veces usamos perfumes para que huelan rico y ellos mismos buscan revolcarse en esos olores diferentes. En ocasiones usamos heces de otro animal para que un leopardo esté buscando a su antílope y al final del día con la carne que les ponemos sepa que ya cazó al antílope, pero antes lo estuvo buscando todo el día y se entretuvo, esto es el enriquecimiento sensorial. Finalmente hay un enriquecimiento misceláneo que combina varios elementos al mismo tiempo”, agregó el director General Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre.

Las biólogas Katy Domínguez y Juanita Morales son las responsables de preparar las diversas actividades como parte del Enriquecimiento en el Zoológico de Chapultepec. Explicaron que para armar cada una de las actividades primero se estudia la biología de la especie como: su edad, estado fisiológico, si tiene algún gusto en particular, cómo es el recinto en el que vive, además de que previamente se realiza una evaluación conductual.

Posteriormente, buscan los materiales y fabrican algunos como son las perchas con troncos que se seleccionan y utilizan de la misma poda que se da en el bosque o zoológico de Chapultepec. Hay toda una gama de opciones que se fabrican cada día.

Cada actividad es evaluada para comprobar que se cumpla el objetivo: el bienestar de los animales. “Si yo no evalúo, no sé si funcionó mi esfuerzo, si aprovechamos los recursos disponibles y entonces, se puede hacer un ajuste y ver de qué manera sí puede ser utilizado por el o los ejemplares”, manifestó Katy Domínguez.

El Enriquecimiento del que se encarga Domínguez es el físico o también conocido como estructural. “En esta área lo que tratamos de hacer es adecuar los recintos, donde viven los ejemplares para que sean más cómodos, confortables y nos ayuden a que las especies presenten conductas naturales, según sea el caso”, precisa.

Juanita Morales, quien se encarga del Enriquecimiento sensorial y que puede ser olfativo, táctil, auditivo o alimenticio, demostró algunas de las actividades que se realizan en el Zoológico de Chapultepec. Para el caso del enriquecimiento alimenticio, comentó que se utiliza forraje, semillas, fruta e incluso insectos.

El Enriquecimiento olfativo radica en introducir al albergue de las especies esencias, hierbas aromáticas; en el visual se recurre a espejos u objetos que se mueven y llaman la atención de los animales.

Morales agregó que el Enriquecimiento auditivo consiste en poner grabaciones con sonidos ambientales, mientras que el Enriquecimiento combinado es donde se mezclan varios elementos de los demás tipos de Enriquecimiento.