NO FUE CASUALIDAD

No fue obra de la casualidad:fue una obra de arte bien desarrollada, pero sobre todo pensada por parte de los mexicanos.

Cristopher Rivera
Columnas
Foto: Especial
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Señoras y señores: creo que tanto ustedes como yo fuimos muy felices con los resultados que entregó la delegación mexicana que participó en los Juegos Panamericanos de Lima; de hecho extraño esos juegos porque a diario había buenas noticias de nuestros deportistas. Todos ellos merecen una ovación de pie.

Y por supuesto que es digno de resaltar el hecho de que el gobierno federal, después de tan buenas cuentas en Perú, haya decidido incrementar el presupuesto para el deporte de nuestro país, aunque también me parece tristísimo que nuestros atletas solo reciben apoyo si demuestran que en realidad pueden trascender. ¡No se hagan patos! No confiaban en ellos: ni el gobierno ni Ana Gabriela Guevara, titular de la Conade, pero cuando estas dos partes se dieron cuenta de que la actuación fue histórica la única manera de remediar su falta de compromiso y confianza fue soltando la lana, misma que debió haber llegado hace meses atrás.

Era claro que Guevara no confiaba en la delegación mexicana que antes de los Juegos de Lima se fue a la fácil y pronosticó de manera RESERVADA 19 metales dorados y… ¡chin! que le tapan la boca con 37 medallas áureas.

Mire, lo que pasó en Lima con el tercer lugar general, por encima de Canadá, Colombia y Argentina, y apenas por debajo de Estados Unidos y Brasil, no fue obra de la casualidad: fue una obra de arte bien desarrollada, pero sobre todo pensada por parte de los mexicanos.

Sí quisiera, amable lector, que nos contagiemos de esas ganas de triunfo y superación que expresaron nuestros deportistas en Perú, principalmente porque atravesamos por momentos complicados a nivel político, social y económico. Las oportunidades son menos en todos los sentidos: parece que todo se achica pero ¿qué le parece si afrontamos estas adversidades con buenas actitudes; si damos día con día un poquito más de lo que acostumbramos; si se deja de esperar a que lleguen las cosas como por arte de magia, etcétera?

Solo le pido que absorbamos juntos esa mentalidad que esos deportistas tuvieron en el carácter internacional, a pesar de que la mayoría de ellos tenía una inmensa nube negra encima.

Algunos lo hacen bien…

No todos hacen mal su chamba en el deporte nacional. Por ejemplo mis respetos a don Carlos Padilla Becerra, titular del Comité Olímpico Mexicano. Este hombre ha sabido descifrar adversidades en beneficio de los atletas, a veces no alcanza pero desde que está bajo la tutela del COM siempre busca una opción para esquivar el trabajo mal hecho.

Padilla Becerra, previo a los Juegos Panamericanos, prácticamente movió montañas para conseguir que el dinero fuera suficiente para la delegación mexicana en Perú. Hizo bien su trabajo con los uniformes —aspecto en el que sí falló, por ejemplo, la Conade—, además estuvo cerca de los y las deportistas en las diferentes competiciones, lo que no hizo Ana Gabriela Guevara. En fin… Es un buen dirigente del deporte.

También todo mi respeto y admiración a empresarios como Carlos Bremer que sin la obligación o necesidad de hacerlo, junto con su empresa siempre está invirtiendo o inyectando capital al deporte, y eso se agradece de manera importante. Y justamente me parece el momento ideal para que la iniciativa privada se involucre hoy más que nunca en el deporte mexicano ya que Tokio 2020 está a la vuelta de la esquina.