RESPETO A LAS INDIGNADAS, CASTIGO A LOS INFILTRADOS

   

Lorena Ríos
Política
Foto: Especial
Fabiana Ponzi

En México existen 63 millones de mujeres que representan 60% de la población total. De ellas 66.1% de las mayores de 15 años han vivido violencia por parte de su pareja o algún integrante de su familia, comunidad, trabajo o escuela (Endireh, 2016): es un sector que vive y experimenta en forma cotidiana acoso, maltrato, discriminación, vejaciones, violaciones, asesinatos…

De hecho cada día mueren nueve mujeres por feminicidio en el país y hasta el momento está activa la Alerta de Género en la mitad del territorio nacional, pero no se logra disminuir la violencia.

Ante este fenómeno en México las mujeres han expresado en incontables ocasiones estar “hartas” de sufrir vejaciones y abusos. Con toda razón se declaran cansadas de demandar justicia y no obtenerla sino, por el contrario, ser revictimizadas en las agencias del Ministerio Público, donde por lo general las culpan de lo que les pasa.

De hecho no solo las mujeres sino todos somos testigos de cómo la impunidad gana terreno y los agresores y homicidas quedan en la sombra, muchas veces, del anonimato.

De acuerdo con datos oficiales en lo que va de 2019 han ocurrido mil 812 feminicidios y homicidios dolosos contra mujeres y niñas en el país, a lo que se suman dos mil 586 casos de abuso sexual y mil 895 de violación.

En lo que va del año se han hecho más de 143 mil llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia en pareja y casi 352 mil de violencia familiar.

Por todo ello diversos colectivos de mujeres decidieron con toda justicia salir a las calles a protestar contra la violencia de género y gritar: “No me cuidan, me violan”, “Ni una asesinada más” y “Vivas las queremos”. Más de dos mil mujeres en la capital del país buscaban visibilizar la violencia de género con pancartas, consignas y lanzamiento de diamantina rosa a los transeúntes, mientras presentaban a la sociedad sus justas exigencias.

Demandas

Durante las marchas del 16 de agosto miles de mujeres salieron a las calles de todo el país para protestar con la consigna #NoMeCuidanMeViolan. Y con esta marcha se dio también un pliego petitorio —al menos en la Ciudad de México— donde exigen activar la Alerta de Violencia de Género a nivel nacional, sanción a los actos de filtración de información, enjuiciar a los culpables de los delitos, acciones de reparación y no repetición, la no criminalización de la protesta social, y garantía de seguridad para que las mujeres puedan transitar de manera libre y segura.

Asimismo se pide un protocolo estricto en el reclutamiento de cuerpos policiales, investigación de abusos sexuales previos por parte de cuerpos policiales, que fuerzas militares no se encuentren a cargo de la seguridad pública, transparentar el trabajo del cuerpo judicial, prevenir la violencia de género en todas las instituciones gubernamentales de la CDMX, participación social y política de las mujeres en estrategias contra la violencia, y una disculpa histórica por los agravios cometidos en contra de los derechos humanos de las mujeres desde su fundación.

Equidad de género

Según el estudio de McKinsey Global Institute intitulado El poder de la paridad: cómo avanzar en la igualdad de las mujeres puede agregar doce billones de dólares al crecimiento global, se identificaron 15 indicadores de equidad de género en 2018 para 95 países y se encontró que 40 de estos tienen niveles extremadamente altos de desigualdad de género en al menos la mitad de los indicadores.

Estos se dividieron en cuatro categorías: igualdad en el trabajo, servicios esenciales y habilitadores de oportunidades económicas, protección legal y voz política, así como seguridad física y autonomía.

México resultó el país más bajo en toda América Latina en cuanto a mujeres en puestos en alta gerencia empresarial. “La tasa de hombres que trabajan triplica a la de las mujeres en el país y, aunque no son datos comparables, muestran rezagos importantes que reflejan una diferencia significativa en el entorno para hacer negocios en México”, señala el informe.

El estudio de McKinsey indica que “se podrían agregar hasta 800 mil millones de dólares al PIB anual de México en 2025 si se reduce la brecha de género e incrementando la participación de las mujeres en la fuerza laboral”.

Según datos de 2018, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cuatro de cada diez mujeres mexicanas trabajan pero muchas de esas ocupaciones son de bajo impacto económico —malos o nulos salarios, informalidad, eventualidad— y solo dos de cada 100 mujeres son empresarias, emprendedoras o tienen un empleo con salarios altos.

Por si fuera poco cifras de ONU Mujeres en 18 países del mundo determinan que los esposos pueden impedir legalmente a sus esposas que trabajen; una de cada cinco mujeres y niñas ha denunciado haber sufrido violencia física o sexual, y la carga de trabajo doméstico de las mujeres es 2.6 veces mayor que la de los hombres.

A pesar de que en los últimos años se registraron avances importantes en esta materia “en el mundo y en México las desigualdades persisten, por lo que es importante redoblar esfuerzos e incrementar políticas públicas con perspectiva de género”, concluye el informe de McKinsey Global Institute.

Rechazo

Para José Woldenberg, hoy profesor de la UNAM, el malestar se ha convertido en ira y hay razones para ello: “El acoso y el maltrato, la discriminación y vejaciones rutinarias, las violaciones y asesinatos, han desatado un movimiento más que legítimo reclamando el cese de la violencia contra las mujeres. Se trata, en efecto, de un asunto de primer orden si es que aspiramos a relaciones igualitarias y de respeto, a un ambiente medianamente armónico”, afirma.

Determina que el “no a la violencia contra las mujeres” es sencillo de enunciar “pero hacerlo realidad no será fácil. Una larga y nefasta tradición gravita entre nosotros y tiene raíces profundas. Es necesario descalificar en el imaginario social cualquier tipo de dicterio contra la dignidad de las mujeres”.

Añade que la escuela “debería jugar un papel privilegiado en esa materia; las familias también pero infinidad de ellas son las reproductoras ‘naturales’ de las pautas machistas, y las redes, por desgracia, transcriben por igual reacciones empáticas y las consejas más estúpidamente misóginas”.

Advierte que “lo otro, las sanciones, no pueden corresponder más que a la autoridad; se trata de una responsabilidad intransferible. Y en esa dimensión tenemos, para decirlo de manera blanda, un déficit mayúsculo. Ni policías ni ministerios públicos ni jueces están adiestrados suficientemente para resolver y sancionar las conductas violentas contra las mujeres. Es una asignatura pendiente mayúscula”.

Tipos de violencia

De acuerdo con la organización civil Ayuda en Acción la violencia contra las mujeres es cualquier acto que produce cualquier tipo de daño físico, sicológico o emocional y se traduce en el maltrato verbal o corporal en cualquier contexto. Y define siete tipos de violencia.

La violencia económica corresponde a cualquier acción o acciones —sean estas directas o por medio de la ley— que buscan una pérdida de recursos económicos o patrimoniales mediante la limitación. Este tipo de violencia contra las mujeres incluye todo tipo de acto que genere limitaciones económicas con la intención de controlar el dinero o privar de medios económicos para vivir de forma autónoma.

Otra es la violencia laboral presente en muchos países, incluido México, donde se dificulta el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad laboral, o se complica su desarrollo en una empresa o ente privado por el hecho de ser mujer: este tipo de discriminación constituye uno de los más comunes y algunos ejemplos son el no cumplimiento de igual salario para hombres y mujeres en puestos idénticos o los despidos, o no contratación a causa de posibles embarazos.

También existe la violencia institucional, que es aquella mediante la que funcionarios o autoridades dificultan e impiden el acceso a la vida pública, la adhesión a ciertas políticas e incluso la posibilidad de que las mujeres ejerzan sus derechos constitucionales para algún puesto público.

Una más es la violencia sicológica, que puede darse en todo tipo de contextos —la más común es en la casa, la pareja y la familia— y consiste en cualquier acto que trata de controlar sus acciones o decisiones: este tipo de violencia puede manifestarse como acoso, restricción, humillación, manipulación o aislamiento, produciendo daños emocionales y perjudicando su desarrollo personal hasta problemas emocionales y sicológicos graves que han llevado a algunas a cometer suicidio.

Determina también que la violencia física se traduce en cualquier acción que provoca daño o sufrimiento físico y afecta la integridad de la persona: hematomas, heridas, quemaduras y hasta un empujón es violencia física.

Sobre la violencia sexual la ejemplifica como toda acción que amenaza o viola el derecho de una mujer a decidir sobre su sexualidad y abarca cualquier forma de contacto sexual: esta no se limita a forzar a una mujer contra su voluntad sino a cualquier tipo de acoso, explotación, abuso o intimidación, sin importar si se da dentro o fuera del matrimonio o de cualquier relación.

Ayuda en Acción define por último a la violencia simbólica como aquella que recoge estereotipos, mensajes, valores o signos que transmiten y favorecen el hecho de que serepitan relaciones con base en la desigualdad, el machismo, la discriminación o la naturalización de cualquier rol de subordinación de las mujeres en nuestras sociedades: se trata de untipo de violencia contra las mujeres más difícil de erradicar porque está anclado en la colectividad y la mera permisividad lo fortalece.

Cabe señalar que hasta el momento el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud tiene en operación refugios como un espacio temporal que ofrece servicios de protección, alojamiento y atención con perspectiva de género a mujeres, sus hijas y sus hijos que viven en situación de violencia familiar o de género extrema.

En ellos también se les brinda seguridad, se les facilita la recuperación de su autonomía y se les apoya para hacer un plan de vida libre de violencia y operan en 25 estados del país: Aguascalientes, Baja California, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, CDMX, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.

Feminicidios

El concepto de feminicidio surge en 2012 ante la brutalidad y saña de los homicidios contra las mujeres. Es el delito contra la mujer por razones de género, cuando la víctima presenta signos de violencia sexual, mutilaciones o lesiones degradantes, así como la existencia de antecedentes de violencia familiar; cuando el cuerpo es abandonado en algún lugar público, o haya existido relación sentimental, afectiva o de confianza entre el homicida y la víctima.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan que la cifra de feminicidios aumentó en un índice de diez puntos en 2019, sin contar los asaltos, acoso o desaparición forzada.

De 2015 a junio de 2019 se han cometido en México al menos tres mil 200 feminicidios. Según las cifras la tasa de feminicidio por cada 100 mil mujeres en 2015 era de 0.66%; en 2016, de 0.93%; en 2017, 1.16, y en 2018, 1.19%. Esto significa que tan solo en tres años la tasa casi se duplicó.

Los estados con mayor tasa de lesiones dolosas contra el género femenino son Querétaro (156.3), Guanajuato (111.6), Estado de México (104.8), Baja California Sur (82.5) y Baja California (80.9). Y los cinco estados con mayor tasa de feminicidio son Veracruz (2.29), Morelos (1.92), Sonora (1.4), Tabasco (1.27) y Chihuahua (1.22).

Hay lugares más específicos en México donde la tasa de feminicidio es aún mayor, donde quizá ninguna niña, adolescente o mujer debería vivir ahí: Tlachichilco, Puebla (33.23); Huitzilac, Morelos (19.18); Cañada Morelos, Puebla (18.77); Acatlán, Hidalgo (17.29), y Ciénega de Flores, Nuevo León (16.84).

Al mismo tiempo que han crecido los feminicidios aumentó la violencia sexual en México: de 2015 a 2018 creció más de 37%. En 2015 se presentaron 31 mil 170 denuncias de delitos como abuso sexual, acoso sexual, violación simple, equiparada, entre otros, mientras que en 2018 la cifra llegó a las 42 mil 927 denuncias. Y durante los primeros 181 días de 2019 se presentaron 25 mil 277 denuncias, es decir, 139.6 denuncias al día, 5.8 por hora.

Las entidades con mayor número de denuncias por delitos sexuales son Ciudad de México (tres mil 233), Estado de México (dos mil 902), Jalisco (mil 788) y Chihuahua (mil 488). De acuerdo con el INEGI 75% de los delitos por acoso sexual son contra mujeres; violación simple, 80%; violación equiparada, 88%, y acoso sexual, 90 por ciento.

Alerta de Género

Desde el 1 de febrero de 2007 se creó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia cuyo objetivo es prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Los principios rectores son la igualdad jurídica entre la mujer y el hombre, el respeto a la dignidad humana de las mujeres, la no discriminación y la libertad de las mujeres.

En la ley se incluyó la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), la cual prevé una serie de medidas gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado, ya sea ejercida por individuos o por la propia comunidad.

La Alerta de Género se ha declarado en 18 de los 32 estados de la República Mexicana, es decir, en 56% del territorio nacional, lo que significa que la mitad del país es peligrosa para el sexo femenino. Contrario a lo que se pensaría en las entidades donde está dicha alerta no ha disminuido la violencia y son: Veracruz, Morelos, Estado de México, Puebla, Guerrero y Colima.

Abusos en niñas y adolescentes

La violencia también está presente en la población infantil y va en ascenso. Cuatro de cada diez víctimas son menores de 15 años y hay un riesgo siete veces mayor de que una niña sea hospitalizada a causa de abuso sexual que un niño.

Casi 60% de estos delitos se cometen en el hogar de la víctima y tan solo en 2018 la violencia contra niñas y adolescentes significó 41 mil 955 denuncias por delitos de tipo sexual, 56% más que en 2015, según datos del Diagnóstico sobre la situación del abuso sexual infantil en un contexto de violencia hacia la infancia en México, del Early Institute.

Abraham Madero, director ejecutivo de dicho organismo especializado en temas de la infancia, destaca que la violencia contra las mujeres “es resultado de la violencia generalizada que se vive en el país. No se puede analizar la violencia de las mujeres por separado de la violencia contra las niñas y adolescentes. Porque todas enfrentan delitos como homicidios, secuestros, trata de personas y feminicidios”.

Expone que en la realización del diagnóstico descubrieron que cada estado de la República tiene su propio Código Penal, por lo que frecuentemente una situación que implique abuso sexual puede ser calificada como violación u otro tipo de delito sexual, lo que vuelve complejo conocer la incidencia real del abuso sexual desde el punto de vista jurídico penal. El abogado menciona que en 2017 se registraron 36 mil 158 delitos sexuales, de los cuales 44% son delitos de abuso sexual donde nueve de cada diez víctimas fueron mujeres. Tlaxcala y Querétaro fueron las entidades donde se concentró la mayor cantidad de egresos hospitalarios relacionados con abuso sexual infantil, refiere el estudio. De igual forma Nuevo León, Colima y Chihuahua son los estados con los niveles más altos de violencia familiar.

—¿México es un país inseguro para la población femenina?

—Sin duda. Al analizarse los delitos por lesiones reportados en 2017, que suman doce mil 900 víctimas, vemos que 37% son mujeres; dos mil 899 fueron asesinadas; 50% fue víctima de trata de personas, y 30% sufrió secuestro. Con el programa Alumbra, una luz contra el abuso infantil, se busca atender el problema con un enfoque integral y que se prevenga por medio de políticas públicas certeras. Hemos detectado que hay mucha información pero está dispersa: cada quien desde su trinchera la trabaja. En México hay mucha voluntad pero muy poco trabajo en equipo.

Infiltrados

Parecía que todo iba normal aquel viernes 16 de agosto hasta que de pronto el movimiento de protesta y denuncia se transformó en actos vandálicos contra vehículos, inmuebles y monumentos, encabezados por un pequeño grupo con vestimenta oscura y rostros cubiertos, quienes además agredieron a varios periodistas.

Entre los agredidos destaca Juan Manuel Jiménez de la televisora adn40, quien transmitía en vivo cuando un joven identificado como Luis Ángel Estrada Sánchez lo golpeó por la espalda, propinándole desde atrás un fuerte golpe en el rostro, a mansalva, y lo privó del conocimiento. El agresor fue detenido hasta las primeras horas del miércoles 21 por elementos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

Ya durante su transmisión en vivo Jiménez había sido interrumpido por encapuchados vestidos de negro que se infiltraron en las protestas, todos ellos presuntamente integrantes de grupos porriles o de choque, a quienes investigan las autoridades.

Dos sujetos comenzaron a interactuar asediando al reportero y momentos después, presuntamente “por órdenes de un señor canoso”, el periodista fue agredido de manera cobarde por la espalda por Luis Ángel Estrada cuando daba su reporte desde la Glorieta de Insurgentes, uno de los principales puntos en que se desarrollaba la manifestación contra la violencia de género.

En las grabaciones del suceso, que se hicieron virales en redes sociales y que transmitieron infinidad de medios de comunicación escritos, portales y televisivos, se aprecia el momento en que el sujeto, vestido con playera blanca, gorra azul y pantalón de mezclilla, se acerca al reportero por detrás, mientras este se encuentra frente a la cámara.

Es entonces cuando, por la espalda, lo golpea fuertemente en la cara: el reportero cae ante la agresión y queda tendido en el suelo mientras compañeros de otros medios televisivos van en su apoyo.

Cuando el individuo intenta escapar el camarógrafo se da a la tarea de seguirlo; entonces es cuando un grupo de mujeres retiene por momentos al agresor, lo golpea y lo rocía con aerosol, llamándolo “cobarde”, mientras el camarógrafo logra captar su cara.

Debido a las heridas que el agresor le provocó el comunicador tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de la nariz.

Al día siguiente de la agresión contra Juan Manuel Jiménez se identificó al pendenciero en redes sociales y comenzó la búsqueda, pero fue hasta el miércoles 21 cuando la Policía de Investigación (PDI) de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México detuvo a Estrada Sánchez, alias el Chupas Estrada, de 24 años, por las lesiones cometidas en agravio del reportero Jiménez.

El organismo de justicia capitalino informó que el Chupas cuenta con antecedentes penales: fue recluido en mayo de 2014 en el Centro Preventivo y de Readaptación Social de Tlalnepantla por el delito de portación de arma de fuego sin licencia, además de ingresos de reclusión por robo de vehículo, posesión de estupefaciente y alteración del orden en la vía pública.

Para el jueves 22 en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México se llevó a cabo la audiencia de cumplimiento de orden de aprehensión contra el Chupas, quien podría recibir hasta doce años de cárcel.

Mientras tanto un grupo de anarquistas feministas se sumó a la movilización de mujeres que rechazaban la violencia, pero su objetivo no fue lanzar diamantina rosa sino golpear a periodistas y fotógrafos que realizaban su labor, ahuyentar a turistas que se encontraban en la zona, realizar pintas en unidades del Metrobús, romper vidrios de locales comerciales, dejar grafitis y mensajes en inmuebles históricos como la base del Ángel de la Independencia, donde se podía leer: “México feminicida”, “La patria es asesina” y “Cerdos violadores”.

Pero también se infiltraron elementos de Los Claudios, un grupo de choque que surgió en Cuajimalpa y se relaciona con varios partidos políticos, así como con el despojo de predios o el “reviente” de mítines políticos.

El nombre proviene de su líder Claudio González y su hermano Héctor, quienes se rentan para reventar mítines o provocar peleas.

Los grupos de choque o porros nacieron en la UNAM y existen desde hace 80 años; hoy se tiene identificados a 52 grupos, en promedio cinco o seis por escuela, que atacan a estudiantes, extorsionan y son utilizados para desestabilizar los campus, expuso el investigador Hugo Sánchez Gudiño.

El académico de la Facultad de Estudios Superiores Aragón y autor del libro Génesis, desarrollo y consolidación de los grupos estudiantiles de choque en la UNAM (1930-1990) señala que los porros no tienen ideología: responden a quien los financia y protege. “Son grupos de choque que alquilan sus servicios a quien les pague para golpear, para actuar violentamente”.

Ante ello existe una iniciativa del diputado Eduardo Santillán, de Morena, que presentó el 3 de septiembre de 2018 en el Congreso local para establecer normativas que sancionen los actos porriles.

Se busca que los actos porriles sean previstos por el nuevo Código Penal, la Ley de Seguridad Ciudadana, la Ley de los Jóvenes y la Ley de Educación. Asimismo se deplora que existan políticos cuyos orígenes fueron los grupos porriles, por lo que se llama a revisar qué fuerzas políticas financian a estos grupos de choque.

Reacciones

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en la marcha de mujeres contra la violencia de género en la Ciudad de México hubo personas infiltradas que incitaron a la violencia, provocaron daños y agredieron a la prensa. “Desde luego que hubo provocadores: siempre hay quienes se infiltran y provocan. A esos hay que castigarlo: a todos los que cometen delitos”, expresó.

Por ello llamó a tener mucho cuidado en las manifestaciones, “porque pueden ir mujeres a defender una causa justa y ahí andan los que se dedican a provocar y generar problemas y los que quieren confrontar a la sociedad con el gobierno”.

De igual forma el gobierno de la CDMX informó que no se abrirán carpetas contra las manifestantes. En particular la Procuraduría trabajará en el tema de la agresión a periodistas y no se criminalizará la manifestación social ya que interesa avanzar en un clima de paz y de justicia.

Lo mismo hicieron legisladores, observadores políticos, analistas y académicos que condenaron la violencia de infiltrados en las manifestaciones de mujeres.

Iniciativa Spotlight

Para prevenir toda forma de violencia contra niñas y mujeres la prioridad de la iniciativa Spotlight en América Latina es erradicar el feminicidio. En esta región se encuentran 14 de los 25 países con mayor número de estos crímenes a escala mundial.

El programa de la ONU y la Unión Europea (UE) lanzado en octubre pasado a nivel mundial se implementará en Argentina, El Salvador, Guatemala, Honduras y México, los cinco países donde las condiciones son más críticas.

Cada día nueve mujeres son asesinadas en México. Spotlight arrancó en Chihuahua, Ciudad Juárez, Chilpancingo, Ecatepec y Naucalpan, municipios con altas tasas de defunciones femeninas con presunción de homicidio, desapariciones de mujeres y violencia sexual.

Francisco García, jefe de la Oficina del Coordinador Residente de la ONU en México, explica que “una actividad específica es el fortalecimiento de las capacidades de las organizaciones comunitarias que ofrecen medidas de protección y prevención de la violencia. Otro ejemplo, en términos de que buscamos transformar conocimientos, actitudes y conductas, es realizar un trabajo con periodistas, medios y editores para el tratamiento ético de la información sobre violencia y feminicidio”.

Los ejes del trabajo incluyen perfeccionar leyes y políticas para la prevención y sanción de la violencia, fortalecer las organizaciones que promueven los derechos de las mujeres, acompañar a las víctimas, dando acceso a salud y justicia, y mejorar los registros estadísticos para elaborar planes con base en la evidencia. Pero el feminicidio no conoce fronteras. Urgen medidas en todo el continente y la iniciativa podría marcar la pauta para futuras intervenciones en otros estados.

Proyecto Vive

Las mujeres que han sido víctimas de violencia intrafamiliar, trata de personas, que están a punto de recuperar la libertad o que viven en una situación de vulnerabilidad económica, social o étnica tienen ahora la oportunidad de superarse y salir adelante con el proyecto Vive: ven, inspírate y vende.

Klaudia González, coordinadora nacional del proyecto, comenta que capacitan a las mujeres para que tengan un empleo formal o puedan emprender un negocio, o bien fortalecer el que ya tengan. “Trabajamos en 120 municipios de manera permanente y también nos movemos de manera itinerante a cualquier lugar donde haya un grupo de mujeres con deseos de capacitarse. Los cursos van de diez a 48 horas y son gratuitos. Posteriormente les damos seguimiento para confirmar si era lo que ellas deseaban”, dice.

Además añade que hace dos años descubrieron que en forma paralela al Proyecto Vive las mujeres que recibían la capacitación vivían situaciones de violencia por parte de sus parejas, esposo o familiares. Y las agresiones no solo eran verbales, sicológicas, sino que también eran físicas, por lo que muchas terminaban desertando. Y entonces decidimos capacitarlas para que identificaran las señales de violencia y que pudieran detenerla y prevenirla.

“Es importante hablarles de la prevención de la violencia porque se vincula con la dependencia económica: si una mujer es dependiente de la pareja es muy difícil que supere la violencia, a menos que se vuelva independiente de manera económica y puede generar una relación mucho más sana con su pareja”, señala González.

Agrega que las mujeres del Proyecto Vive también adquieren “agencia”, lo que significa que cuando las mujeres tienen la capacidad de interesarse y ocuparse de sí mismas, después lo hacen también por su entorno, lo cual tiene que ver con el proceso de empoderamiento. “Pero hay obstáculos, la mayor parte por cuestiones culturales, por el poco reconocimiento o valor que se les da al trabajo que hacen. Hay cálculos que indican que para que México alcance la igualdad se requieren 180 años: pasarán muchas generaciones para alcanzar una base igualitaria”, concluye.

Numeralia

Nueve mujeres son asesinadas cada día en México (ONU).

De 2015 a la fecha suman tres mil 200 feminicidios a nivel nacional.

En la CDMX se han registrado 206 feminicidios en los últimos cinco años; 18 de ellos se cometieron en los primeros seis meses de 2019 (SESNSP).

Veracruz es el estado más peligroso para las mujeres en la actualidad. En la entidad se han registrado 104 feminicidios.

Origen

La violencia contra las mujeres no es un fenómeno propio de México sino que tristemente sucede en todo el mundo. Tiene que ver con las creencias, con una forma de ver a las mujeres como seres sin derechos, donde incluso se les usa como monedas de cambio para asegurar territorios, poder y alianzas a lo largo de la historia, explica la investigadora Elvia González del Pliego, coordinadora del programa de Asuntos de Género de la Universidad Iberoamericana.

Expone que las agresiones y acoso contra las mujeres “no es algo nuevo sino que sucede desde muchos años atrás. Es un tema que ha estado insensibilizado y oculto, que coloca a la mujer como un ser incapaz de tomar decisiones, que necesita protección y que le digan qué hacer o cómo actuar. Entonces tiene que ver con muchas creencias que así lo justifican y que tiene su origen en una ideología patriarcal que lo sustenta y lo justifica”.

Considera que México es un país inseguro para las mujeres y es urgente que se tomen medidas muy serias. “Estamos en un momento histórico y se debe aprovechar para que el tema no se diluya. La violencia contra la mujer no compete solamente al gobierno federal sino que debe involucrar a las familias, escuelas, universidades, organismos no gubernamentales… Es un momento que debemos aprovechar, pedir la unión de todos los actores sociales y poner manos a la obra, porque esto no puede continuar justificándose, ni culpándonos a las mujeres de recibirla. Es tiempo de cambiar las creencias porque de lo contrario esto se va a poner peor. Las acciones que se han realizado con la Alerta de Género en diferentes lugares no atienden la raíz del problema, no resuelven la parte sociocultural”.

¿Cómo reconocer a un hombre violento?

Se comporta de forma diferente en lo público y en lo privado.

Niega lo que hace, lo justifica o minimiza.

Culpa a otras/otros.

Le gusta controlar.

Es celoso y posesivo.

Les mete ideas a los hijos.

Cree que no puede cambiar o que no tiene sentido.

Si vives en una relación violenta acude a:

Centro de Justicia para las Mujeres.

Instituto Nacional de las Mujeres.

Agencias especializadas del Ministerio Público.

Organizaciones de la Sociedad Civil.

Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Violentómetro

Bromas hirientes

Chantajes

Mentiras o engaños

Ignora o Ley del Hielo

Celar

Culpabilizar

Descalificar TEN CUIDADO La violencia aumentará

Ridiculizar u ofender

Humillar en público

Intimidar o amenazar

Controlar y prohibir

(Amistades, familiares, dinero, lugares, celular,

vestimenta, apariencia, actividades y mails) ¡REACCIONA! No te dejes destruir

Destruir artículos personales

Manosear

Caricias agresivas

Golpear “jugando”

Pellizcar o arañar

Cachetear

Patear

Encerrar, aislar

Amenazar con objetos o animales

Amenazas de muerte ¡NECESITAS AYUDA PROFESIONAL!

Forzar una relación sexual

Abuso sexual

Violar

Mutilar

Asesinar

Fuente: Unidad Politécnica de Gestión con Perspectiva de Género.

Línea de tiempo

4 de agosto Una joven de 17 años denuncia ante el Ministerio Público que cuatro policías de la CDMX la violaron en una patrulla; sin embargo los presuntos culpables no son detenidos y siguieron en funciones.

6 de agosto La procuradora capitalina, Ernestina Godoy Ramos, informa que los cuatro agentes señalados como presuntos violadores se mantienen bajo resguardo de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a cargo de Jesús Orta.

8 de agosto Mediante los hashtags #NoMeCuidanMeViolan y #LaPoliciaViola mujeres y colectivos feministas convocan a una primera movilización para el 12 de agosto, a desarrollarse en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la Procuraduría capitalina (PGJ).

9 de agosto Jesús Orta informa que los cuatro policías denunciados por violación regresaron a sus funciones debido a que hasta el momento no hay orden de aprehensión en la PGJ.

12 de agosto Alrededor de 300 mujeres pertenecientes a varios colectivos feministas protestan frente a las instalaciones de la SSC y la PGJ causando desmanes; incluso le arrojan diamantina y aerosol a Jesús Orta durante un encuentro con reporteros.

14 de agosto Se difunden los videos de diferentes cámaras de seguridad que muestran lo que habría pasado la noche en la que la joven de 17 años asegura haber sido violada por cuatro elementos de la SSC en la alcaldía Azcapotzalco.

14 de agosto Mujeres de distintas ciudades del país muestran su apoyo al movimiento #NoMeCuidanMeViolan, por lo que convocan para el viernes 16 de agosto a una segunda protesta, esta vez a nivel nacional, para exigir a las autoridades más seguridad hacia las mujeres.

16 de agosto Se desarrolla la marcha en 31 ciudades del país y en la Ciudad de México.

Ciudad de México

18:30 horas La marcha feminista arranca en la Glorieta de Insurgentes, en la zona centro de la Ciudad de México.

18:50 horas Los primeros contingentes llegan a la hora concertada y conforme se suman personas a la marchase movilizan grupos alrededor de la Glorieta de Insurgentes; de acuerdo con información de la SSC se contabilizan mil 500 personas.

19:00 horas Un par de colectivos de mujeres, vestidas de negro y con el rostro cubierto,comienzan a romper vidrios y generar fogatas usando publicidad de la estación del Metrobús.

19:33 horas Se registra una agresión al reportero de adn40, Juan Manuel Jiménez, por parte de un hombre que fue instigado presuntamente por “otro sujeto de cabello cano”; el periodista recibe daños severos.

20:13 horas Grupos de manifestantes entran a la estación del Metrobús Insurgentes y realizan pintas, rompen vidrios e incendian también publicidad, mientras otros contingentes de la marcha circulan por la Glorieta de Insurgentes.

20:43 horas En un estacionamiento contiguo de la SSC manifestantes prenden fuego a una patrulla, pero se extinguen las llamas pronto.

20:55 horas Mientras se vacía la Glorieta una parte de la marcha avanza sobre la calle Florencia en la Zona Rosa y un grupo de mujeres entra a la estación de policía vecina, donde prenden fuego a papeles, expedientes y realizan pintas.

21:12 horas Se genera un enfrentamiento entre manifestantes y cuerpos de seguridadque se movilizan para recuperar las instalaciones.

21:23 horas La Comisión de Derechos Humanos de la CDMX y el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Segob, Alejandro Encinas, rechazan la agresión al periodista.

21:33 horas El reportero Juan Manuel Jiménez acude a denunciar la agresión en su contra durante la marcha feminista acompañado de Luciano Pascoe, director general de adn40.

10:33 horas Las manifestantes se retiran casi en su totalidad de las inmediaciones de la Glorieta de Insurgentes.

18 de agosto La Red #RompeElMiedo reporta once agresiones en contra de periodistas en la CDMX y en 18 ciudades del país durante las protestas del viernes 16.

19 de agosto El periodista Juan Manuel Jiménez es operado con éxito de una fractura en la nariz ocasionada por el golpe que recibió.

21 de agosto La Policía de Investigación de la PGJ detiene a Luis Ángel Estrada Sánchez, alias el Chupas Estrada, de 24 años, por lesiones cometidas en agravio del reportero Juan Manuel Jiménez.