Brinda UNAM atención a pacientes con labio hendido

Antonio Caporal
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La Clínica de Atención Integral para Pacientes con Labio y Paladar Hendido que la UNAM tiene en la Escuela de Estudios Superiores unidad León, atiende en promedio a 90 nuevos pacientes cada año, quienes reciben el cuidado de médicos generales, pediatras, odontólogos, cirujanos maxilofaciales, psicólogos y terapistas del lenguaje, entre otros.

Un niño o paciente con labio y/o paladar hendido requiere de intervención multidisciplinaria para que desarrollarse adecuadamente, afirmó Benjamín Sánchez Trocino, coordinador del área de Ciencias de la Salud de la ENES León.

“En años pasados esta población era atendida en brigadas de salud que iban a las comunidades, pero era muy difícil darles el seguimiento adecuado. Nosotros cambiamos el esquema y creamos esta clínica de atención permanente, que funciona una vez a la semana y reúne a diversos especialistas.

“Tenemos médicos generales, pediatras, neonatólogos, anestesiólogos, cirujanos generales, maxilofaciales, odontólogos en todas las especialidades, otorrinolaringólogos, psicólogos, terapistas del lenguaje y enfermeras, entre otros. En total contamos con 64 especialistas voluntarios que ofrecen su servicio de manera gratuita”, subrayó.

La clínica cuenta con el programa “TiENES que sonreír, UNAMos esfuerzos”, con 542 pacientes provenientes de 43 de los 46 municipios de Guanajuato, así como de Michoacán, Jalisco, Querétaro, Campeche, Oaxaca, San Luis Potosí y Estado de México. Se han recibido pacientes recién nacidos y hasta de 48 años de edad.

En poco más de seis años de funcionamiento, en el programa se han realizado 337 cirugías y se han brindado nueve mil 28 consultas de especialidad. “El grueso de edad de los pacientes va de los cinco a los 12 años”, dijo el especialista.

Uno entre 850 niños

Aproximadamente uno de cada 850 niños que nacen en México presentan alguna de estas anomalías: el labio hendido, el paladar hendido o ambas. Las causas no son específicas, aunque se sabe que hay factores ambientales y genéticos involucrados, por ejemplo, que los padres se hayan expuesto a sustancias químicas como pesticidas en el periodo inmediato a la concepción; que la madre haya consumido algunos fármacos durante el embarazo o haya presentado tabaquismo, alcoholismo o drogadicción.

Si una familia tiene algún integrante con labio y/o paladar hendido, es probable que otro descendiente lo pueda tener. También hay riesgo entre quienes son madres a muy temprana edad, o bien, en edades avanzadas.