SER VÍCTIMA

Las agresiones fueron escalando, al punto de amenazar la integridad de mis hijos.

Mónica Soto Icaza
Columnas
Foto: Especial
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Por Mónica Soto Icaza

Es que publico poemas eróticos y fotos en poses sugerentes. Por eso me lo merezco. Es porque me divorcié y tengo un novio 26 años mayor. Y algunas otras interacciones ocasionales (las cuales no son un secreto para nadie). Es porque voy a cumplir 40 años. Es porque me atrevo a hablar y escribir de sexo y relaciones sentimentales y humanas con libertad. Es porque soy mujer y todas las mujeres somos putas —algunas de closet, otras descaradas. Por eso me gané el acoso del que he sido objeto desde hace ya 17 meses.

Víctima es una palabra con la que jamás me he identificado; toda la vida me he ocupado de hacerme responsable de mis decisiones, de acatar las consecuencias de mis acciones y omisiones con humildad y fuerza. Por eso ahora que llevo más de 500 días recibiendo agresiones y amenazas de alguien anónimo por el simple hecho de existir y trabajar en lo que más me apasiona, lo más difícil ha sido aprender a asumirme como tal.

Según la Real Academia Española una víctima es: 1. Persona o animal sacrificado o destinado al sacrificio. 2. Persona que se expone u ofrece a un grave riesgo en obsequio de otra. 3. Persona que padece daño por culpa ajena o por causa fortuita. 4. Persona que muere por culpa ajena o por accidente fortuito. 5. Der. Persona que padece las consecuencias dañosas de un delito.

El primer mensaje del que tengo registro fue el 2 de mayo de 2018 (los reproduzco con faltas de ortografía y redacción, tal cual llegaron): “Tu perfil parece una pagina de divas pero de baja calidad.Vulgar fea y urgida. Muy vieja señora para actuar asi pensar mejor no se ve bien usted”. No fue el primero, pero como ya era el quinto o sexto, decidí empezar a guardarlos, por si las dudas.

Evidencia

Las agresiones fueron escalando al punto de amenazar la integridad de mis hijos: “que mujer tan distorsionada y loca eres, ruego a Dios que mi hija no salga asi por que como padre esta cabron y te doy un consejo? ya deja a los casados en paz, por que puede ser peligroso, y teniendo hijos mas, estas loca y tienes cara de loca y admas eres puta en toda la extension de la palabra pobrecita de ti, escribes puras pendejadas nada que aporte algo a la humanidad”.

El 17 de agosto mostró su vocación política: “que floera de mujer de perfil y de mentalidad, ponte a trabajar hija de Morena, en serio por eso esta el pais Mexico coo esta huevona, fea corriente”.

Pero el 1 de octubre, en el contexto de la cantidad de mujeres desaparecidas y asesinadas en México, llegó el mensaje que me llevó a la Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía General de la República) a levantar una denuncia ante el Ministerio Público por amenazas: “ESTAS SYUPER PINCHE PINCHE VIEJA FEA Y DESUBICADA PONTE A CHAMBEAR AL MENOS UNA PUTA ES MAS RESPETABLE QUE TU PINCHE MOSCA MUERTA ADMAS SOLO TE METES CON CASADOS POR QUE ERES TAN POCA MUJER QUE NO PUEDES OCNSEGUIRTE UNOS PARA TI SIN COMPROMOSIO
NOTE VAYAN A MATR O VIOLAR A TU HIJA POR ADARSE METIENDO DONDE NO”.

Ahí empezó mi camino de declaraciones, tres ministerios públicos diferentes, policía cibernética, incontables narraciones de los hechos y sí, tener que defenderme contra la revictimización que algunos funcionarios están acostumbrados a ejercer contra quienes tienen la valentía de no quererse convertir en víctimas de un delito.

Hoy que escribo, estimado lector, me preparo mental y emocionalmente para un requisito indispensable para continuar con la investigación: una prueba sicológica con una perito especialista en la materia, porque resulta que si las agresiones y amenazas no han afectado mi forma de vivir, entonces no hay delito qué perseguir. Aunque la evidencia existente sean ya más de mil mensajes en 17 meses.

Porque si eres una mujer violentada que en vez de sentir miedo siente rabia entonces no necesitas justicia.