BONITO RIESGO EN LA LIGA MX

Las fuerzas básicas pueden generar un negocio sumamente redondo.

Cristopher Rivera
Columnas
Foto: Especial
Cuartoscuro

En el futbol mexicano es muy difícil que los jugadores jóvenes se puedan consolidar pero en el presente torneo Apertura 2019 de la Liga MX ocurre algo inusual: se trata de la cada vez más abundante presencia de canteranos en el terreno de juego, futbolistas que se mordían las uñas por tener una oportunidad, que a pesar de su corta edad sabían que ya estaban listos para sumar minutos en Primera División.

Afortunadamente son varios los equipos (no todos) que ahora toman el riesgo con talentos noveles.

No sé si este fenómeno que se presenta se debe a que las instituciones se han dado cuenta de que su estructura de fuerzas básicas puede generarles un negocio sumamente redondo. Si no pregunten al club Pachuca que sigue ganando dinero, pero sobre todo prestigio en su trabajo con las inferiores luego de lo que ya todos conocemos con Hirving Lozano, hoy jugador del Nápoles de Italia y antes del PSV de Holanda.

Pachuca sigue fabricando jugadores de gran talento, mismos que tarde o temprano veremos como referentes en la cancha. Érick Aguirre es uno de ellos. Y ojo con el joven Kevin Álvarez, que porta en los dorsales el número 202.

La verdad me da muchísimo gusto escuchar que a la cancha entrará o será titular el número doscientos y tantos, o el número ciento y tantos, porque se trata de chamacos que se partirán el alma, incluso más que un extranjero.

Un equipo que me sorprende gratamente es el América, que apenas la semana anterior se dio el lujo de debutar a dos jóvenes —es cierto, quizá por necesidad, pero al fin y al cabo salieron a la luz. Ante Tigres, correspondiente a la fecha seis, inició Israel García. Tres días después, en la fecha doble, frente al Pachuca debutó con gol José Ángel López.

Y mire que América es de esos clubes que junto con Tigres, Monterrey y Cruz Azul están obsesionados con la compra de futbolistas extranjeros. Pero también reconozco, y que quede claro, que las Águilas a pesar de esa filosofía han cumplido con una tarea difícil: colocar a jugadores emanados de su cantera en Europa. Son los casos de Diego Lainez en el Betis de España, Edson Álvarez en el Ajax de Holanda y antes Raúl Jiménez con el Atlético de Madrid.

El club Santos es otro que demuestra capacidad para formar futbolistas. Con el cuadro lagunero destacan chicos como Gerardo Arteaga, Ulises Rivas y Adrián Lozano.

Los Gallos del Querétaro también son un ejemplo confiando en chavos como Luis Romo, Marcel Ruiz y Paolo Yrizar, entre otros.

Pero quizás la gran revelación de los últimos meses se llama José Juan Macías, futbolista de 19 años, trabajado curiosamente en las fuerzas básicas de Chivas pero cobijado e impulsado en el club León, que por cierto es propiedad de grupo Pachuca.

A José Juan Macías no lo quisieron en el Guadalajara: lo mandaron prestado al León con el afán de que gane experiencia y después se pierda entre el mundo de futbolistas que se quedaron con las ganas de triunfar pero, ¡oh, sorpresa!, el chaval la está rompiendo al grado de que en la actualidad es el único mexicano en la cima del goleo individual del presente torneo. Y eso es muy difícil de ver en una liga inundada de argentinos, colombianos, ecuatorianos...

Buenas consecuencias

Estoy seguro de que si se sigue por este camino el futbol mexicano progresará a paso firme; tendrá como nunca futbolistas en el Viejo Continente e inevitablemente ello generará un bienestar hoy inimaginable en la selección mayor. No quiero cantar victoria pero creo que se están estableciendo bases.

Evidentemente hay equipos a los que les falta trabajar, que se olvidan de su sangre o talento, como es el triste caso de Cruz Azul y Xolos de Tijuana.

Ojalá todos los clubes de Primera División se contagien de ese bonito riesgo que es abrir las puertas a los jóvenes mexicanos, porque a la larga resultará un buen negocio para todos.