Concluyen comicios en Afganistán entre amenazas del Talibán

Brotes de violencia dejaron cinco muertos y un gran clima de tensión

Redacción
Política
Comicios Afganistán
Foto: AP

Kabul, 28 Sep.- Los comicios presidenciales en Afganistán concluyeron hoy dos horas después de lo previsto, en medio de denuncias de fraude, brotes de violencia en algunas localidades que dejaron cinco muertos y un gran clima de tensión ante las amenazas del movimiento fundamentalista Talibán.

Las fuerzas de seguridad de Afganistán señalaron que durante la jornada electoral se registraron incidentes de violencia en 13 provincias afganas, entre ellas Kabul, que dejaron cinco muertos y 76 heridos, de acuerdo con el canal de la televisión local TOLONews.

La mayoría de los incidentes involucraron cohetes disparados en centros de votación.

Entre las irregularidades denunciadas por los electores afganos se encuentran listas de votantes incompletas, sistemas de identificación biométricos inviables y en algunos casos, trabajadores electorales hostiles.

Alrededor de 9.6 millones afganos fueron convocados a las urnas para elegir a su nuevo presidente de entre 15 candidatos, entre ellos el actual mandatario Ashraf Ghani y el primer ministro Abdullah Abdullah.

Se prevé que la Comisión Electoral Independiente (CEI) dé a conocer los resultados preliminares hasta el 17 de octubre próximo.

En caso de que ninguno de los contendientes gane el 51 por ciento de los votos, como prevén las encuestas de intención de voto, se convocará a una segunda vuelta para el 23 de noviembre.

Las elecciones se desarrollaron en medio de las amenazas del movimiento Talibán -que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001- de boicotear el proceso, que consideran como una farsa orquestada por Estados Unidos.

También se lleva a cabo en un momento en que las conversaciones entre los insurgentes talibanes y Washington están en punto muerto, lo que aleja la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz que ponga fin a un conflicto de casi 18 años en el país asiático.

El acuerdo se centra en la retirada de las tropas estadunidenses de Afganistán, a cambio de que los insurgentes talibanes respeten un alto al fuego y rompan lazos con la red terrorista Al Qaeda.