¡SÍ A LA COMPETENCIA!

Concesionarios de taxis, gobiernos federal y CDMX negocian una convivencia en el mercado

Norberto Vázquez
Política
Foto: Especial
Cuartoscuro

Ciudad de México, a 13 de octubre. Las recientes manifestaciones que en varios estados del país —y principalmente en la Ciudad de México— realizaron concesionarios de taxis en protesta contra la competencia de plataformas de transporte como Didi, Uber o Cabify, se tradujeron en graves casos de caos vial que provocaron afectaciones a millones de ciudadanos que laboran, estudian o sencillamente se trasladan de un lugar a otro en sus respectivos lugares de residencia.

La protesta de los taxistas se prolongó por casi nueve horas a nivel nacional pero afectó sobre todo a las poblaciones de la capital del país y el Estado de México, que forman parte de la Zona Metropolitana del Valle de México con más de 22 millones de habitantes.

Queja

Los taxistas se quejaron de la competencia que les significan los servicios de transporte que trabajan mediante plataformas digitales desde 2013, cuando comenzaron a usarse las aplicaciones móviles (App) con Uber, y a las que desde entonces otras firmas se han incorporado, convirtiéndose en motivo de discordia a lo largo de seis años con los prestadores de servicios integrados al mercado nacional de taxistas concesionados y agremiados en el Movimiento Nacional de Taxistas (MNT).

Desde hace más de un lustro, dicen los especialistas, el nicho del transporte privado en México ha tenido un gran crecimiento con la llegada de Uber, al que luego se sumaron Cabify y otras compañías que comenzaron a operar en el país aumentando las opciones de los mexicanos.

En un inicio los taxistas no pusieron resistencia a la competencia: fue hasta la llegada de Didi, el año pasado, que el sector nacional de taxistas retomó sus manifestaciones de repudio hacia las firmas que llegaron a contender con los taxistas tradicionales.

A pesar que el artículo 28 de la Constitución prohíbe los monopolios los problemas con la regulación del servicio de transporte privado continúan, pero de acuerdo a expertos y fuentes gubernamentales no son contrariedades por parte de la ley o los prestadores de servicio sino que son los taxistas agremiados en el MNT los que exigen que se retire la regulación que de acuerdo a ellos no cumple con el reglamento que los rige.

Cabe señalar que desde mayo pasado el gobierno capitalino anunció que los conductores de transporte privado en plataformas (como Uber, Cabify y Didi) deben realizar los mismos trámites de circulación que los taxistas tradicionales, lo que no ha sido así en algunos estados del país donde los lineamientos siguen siendo distintos para quienes trabajan mediante estas Apps.

No obstante los especialistas determinan que si los taxistas quieren atraer a los clientes que ahora optan por servicios mediante aplicaciones digitales bajo una sana competencia en el mercado del transporte privado deberán mejorar su presentación personal y sus servicios, optimizar sus unidades al interior y al exterior, cumplir la reglamentación, dar certeza de seguridad a los viajeros y manejar tarifas acordes con los recorridos.

Discrepancias

Bersaín Miranda, presidente del MNT, afirma que “se ha privilegiado la piratería en el transporte público y la ilegalidad en lugar de apoyar al transporte regulado y concesionado”.

El líder de los taxistas expresa que mantienen su postura “en contra de que se otorgue el servicio de taxis en vehículos particulares y no en aquellos que cumplen con el pago de revista, placas y taxímetros”.

Cabe destacar que en junio pasado miles de taxistas del MNT y otros grupos comenzaron sus protestas afirmando que hay condiciones inequitativas y discriminación de las autoridades hacia los concesionarios de taxis, según ellos dando privilegios a servicios que funcionan por medio de aplicaciones.

Sin embargo un estudio realizado para la CDMX por el Grupo de Economistas y Asociados y la firma Investigaciones Sociales Aplicadas revela que 91% de los encuestados se sienten más seguros al usar taxis por medio de Apps, mientras que solo la mitad de quienes usan taxis tradicionales se sienten tranquilos con ese servicio.

“Tomar un taxi tradicional es una actividad que se hace primordialmente en la calle, lo que implica riesgo de abordar un auto irregular o pirata”, señala el informe.

Al menos 73% de usuarios dijo sentirse más protegido con las plataformas digitales y, en contraste, únicamente siete de cada 100 pasajeros lo percibe así en el servicio tradicional.

En cuanto a la percepción sobre la calidad, 78% de los usuarios encuestados consideró que usar taxis vía Apps es mejor, frente a 6% que indicó preferir taxis tradicionales.

Esto tiene que ver con el hecho de que 94% de los usuarios que piden taxis mediante Apps perciben que los vehículos están en buenas condiciones. De la misma manera el informe revela que 86% de usuarios de plataformas digitales considera que pagan un precio justo, cifra que disminuye a 57% cuando se usa un taxi tradicional.

Gobierno

Ricardo Peralta, subsecretario de la Secretaría de Gobernación (Segob) y quien encabeza las mesas de diálogo con los taxistas a nivel nacional, habla en exclusiva para Vértigo: “Lo que buscamos es que todas las partes se encuentren en unidad de criterios, es decir, que tanto unos como otros se inscriban en el marco jurídico”.

Debe quedar claro, añade, que “la legislación que existe, el marco jurídico y, por supuesto, los antecedentes jurisdiccionales” dan viabilidad para que las aplicaciones y el servicio privado de pasajeros “puedan coexistir y cohabitar”.

Peralta puntualiza que además es necesario “tomar en consideración lo principal: la opinión de la gente, de los usuarios. Que tanto taxistas como aquellos que trabajan a través de aplicaciones, que son mercados que ellos mismos definen como distintos, permitan que la gente eventualmente pueda tener la libertad de acudir a un sitio de taxis, pararse en la calle y tomar un taxi o desde un teléfono celular solicitar el servicio a cualquiera de las aplicaciones”.

Lo interesante de todo esto, determina, “es que hoy el MNT, que dice representar a más de 140 mil concesionarios de todo el país y que se encuentran representados en 23 estados de la República, ha manifestado públicamente que quiere integrar una aplicación propia”.

En el caso de la Ciudad de México, explica, “tienen una aplicación que está a disposición gratuitamente para ellos. Lo que nos han referido es que ellos quieren explorar su propia ruta, que es absolutamente legítima. ¡Y tienen 140 mil agremiados!”

—¿Cómo van las negociaciones?

—En eso estamos avanzando. Se están reuniendo a diario los equipos de trabajo y esperamos que este lunes 14 podamos entregar un trabajo, si no profundo todavía, sí útil para armar una agenda y de ahí seguir platicando. Porque no solamente es el tema de las aplicaciones sino que tiene que ver con el tema de cómo pueden poseer vehículos distintos a los que actualmente tienen, que sean de modelos recientes, vehículos cómodos, limpios, donde los choferes estén plenamente identificados, donde sepamos dónde viven y quiénes son; que cumplan ciertos requisitos que las propias aplicaciones piden para sus conductores. Y, de igual forma, que quienes están en las Apps cuenten con ciertas regulaciones, primordialmente pensando en lo más importante: los usuarios.

Señala otro punto significativo que los taxistas expresaron en la Secretaría de Gobernación: “Es en principio ratificar una disculpa pública que hacen a la ciudadanía por haber violentado la circulación y el tránsito de miles de ciudadanos. Pero también la gran promesa que ellos mismos hicieron de no volver a colapsar la Ciudad de México. Y como yo se los refería: es una sentencia social, ya no es un juicio, es una sentencia que emitió la ciudadanía en el sentido de que no significa que no puedan manifestarse o expresarse, siempre y cuando no se violente el derecho de terceros y de libre tránsito de cualquier persona”.

—¿Esto se atenderá hasta lograr una solución integral?

—Nosotros perfectamente podemos atenderles a ellos o a cualquier organización social sin que afecten a la ciudadanía. Los ciudadanos no tienen culpa alguna de las omisiones que en el pasado tuvieron los gobiernos y que provocaron que estas organizaciones llegaran al extremo de una manifestación bloqueando o impidiendo que la gente haga sus cosas habituales, todo para ser atendidos. Hoy es al revés: estamos con la enorme disposición de atender a quien sea cuando sus demandas sean justas, legales, y que tengan viabilidad financiera. Vamos a coadyuvar con cualquier entidad federativa, como ha sido en este caso de los taxistas: coadyuvamos con el gobierno de la Ciudad de México, el cual nos pidió que colaboremos con este tema. Advierte que “en la Segob se trabaja con los Congresos locales para la armonización de todas las leyes de movilidad. Estamos colaborando muy respetuosamente con los Congresos para que los términos, las condiciones, las figuras jurídicas que aparecen hoy en las leyes de movilidad pudieran usarse a nivel nacional, siendo menester de cada órgano legislativo”.

—¿El gobierno desde la Segob garantiza un ambiente de libre competencia en este sector?

—Así lo dispone la ley. Defenderemos el artículo quinto constitucional, relacionado con la libertad de profesión y de oficio, siempre y cuando este sea lícito. Bienvenida la competencia. Se trata de que exista igualdad de competencia en igualdad de condiciones y en igualdad también de otorgamiento de servicios, para que eso no solamente sea un tema discursivo sino que en la realidad aquellos que quieran competir para prestar un servicio público o privado de transporte de pasajeros se encuentren no solo en condiciones de calidad y servicio sino también de precio. Y esto tiene que ver con seguridad social, protección a los datos personales… en fin, todo lo que hoy existe en 53 países del mundo, para que de inicio en casi 40 ciudades de la República Mexicana haya la certeza de condiciones para poder competir libremente.

CDMX

En la capital del país Andrés Lajous, titular de la Secretaría de Movilidad (Semovi), explica a este semanario el contexto del paro de taxistas: “Desde el inicio de la administración hemos trabajado con grupos de taxistas para atender las demandas”, expresa.

Indica que como parte de ello se estableció la digitalización de los trámites y el apoyo de actualización de unidades. “Hemos trabajado para mejorar las condiciones de trabajo de los taxistas y el servicio para los usuarios. Se estableció que los choferes de plataforma deben tener una licencia tipo E1, en la que se establece que tienen que tomar un curso de manejo. Hay que recordar que existen 141 mil concesiones de taxis, por lo que se movilizó un grupo pequeño en comparación al total: alrededor de mil 300 unidades”, comenta.

Respecto de las principales demandas expresa que “tienen que ver únicamente con exigir la prohibición de Apps que ofrecen el servicio de taxi privado y no con el aumento de tarifa. Pero más que pensar en prohibir el uso de estas plataformas es necesario enfocarse en mejorar el servicio de taxis en la capital del país”.

Y aclara: “Entendemos que tienen demandas relacionadas con que la innovación les metió una competencia que no esperaban. Nosotros les hemos explicado que ahí hay un servicio, hay clientes, hay usuarios y estamos enfocados, más bien, en mejorar el servicio de taxis en la Ciudad de México”.

Lajous afirma que entre estas mejoras “está acabar con la corrupción en la Semovi y para ello se han rediseñado los procesos burocráticos para anular el papel de los llamados gestores y así evitar que el dinero de los taxistas se use para establecer redes de complicidad y corrupción con funcionarios públicos”.

—¿Ven resistencia a los cambios en cuanto a cómo operó hasta ahora el sector en la CDMX?

—Sabemos que en el pasado hubo distintos intereses, que a veces tienen que ver con funcionarios públicos, etcétera. En esto, concretamente, más bien hay un reflejo de la resistencia al cambio de los procedimientos burocráticos, que rutinariamente era una situación de dependencia constante de coyotes, gestores y concesionarios.

Así es como autoridades federales, de la CDMX, concesionarios de taxis y firmas operadoras de aplicaciones móviles enfrentan hoy la necesidad de acuerdos de largo plazo que convengan a todos los involucrados, con la finalidad de no colapsar el tránsito de millones de personas en las principales ciudades del país.

Y todo ello bajo la bandera de la libre competencia en el sector para beneficio de los usuarios.

Competencia

Las Apps de movilidad son un factor importante en la vida cotidiana de las personas: de acuerdo con el Estudio sobre los hábitos de los usuarios de internet en México 2019 seis de cada diez mexicanos solicitan un transporte en línea. Señala que durante 2018 en México se elevó la utilización de internet a 82 millones 700 mil personas, mientras que en 2017 era de 79 millones 100 mil internautas. De estos, 41% (34 millones 734 mil) prefiere utilizar esta herramienta para usar Apps de movilidad. El reporte destaca que los motivos principales para solicitar transporte en línea son comodidad y seguridad: del total de personas encuestadas, 62% aseguró que utiliza alguna App de movilidad por comodidad, mientras 38% lo elige por seguridad.

Mi Taxi

Como una medida para cerrar la brecha que existe con los servicios por aplicación el gobierno de la CDMX implementó un nuevo programa con el que espera ofrecer una experiencia similar a aquellos que utilizan el taxi convencional. Por medio de una App conocida como Mi Taxi los usuarios podrán gestionar el viaje, conocer el nombre del conductor, calificarlo y compartir el trayecto en tiempo real para efectos de seguridad.

Transporte concesionado en la CDMX

Empresas concesionarias de autobuses: nueve.

Parque vehicular de las empresas concesionadas: mil 197 unidades.

Rutas que cubren las empresas concesionadas: 97.

Extensión de las nueve rutas concesionadas: tres mil kilómetros.

Pasajeros transportados por día en las rutas concesionadas: un millón 200 mil.

Placas para el servicio de ruta fija: 27 mil 928.

Taxis libres (90%) y de sitio (10%): 102 mil 110 unidades.

Viajes diarios atendidos por taxis: 1.1 millones.

Fuente: Secretaría de Movilidad de la CDMX