Santiago, Chile, 21 de octubre. Los chilenos intentan hoy regresar a la calma, tras el violento fin de semana de protestas y actos vandálicos, que cobraron la vida de ocho personas, y una segunda noche en toque de queda, que continuará para la Región de Valparaíso al menos este lunes.
Para las 07:00 horas locales este lunes, una hora después de que concluyó la restricción, cientos de personas comenzaron a salir a las calles semivacías de Santiago y otras ciudades chilenas, para retomar sus actividades cotidianas, aunque las clases en las escuelas siguen suspendidas.
El servicio de transporte público trabaja de manera parcial, pese a que sólo la línea 1 de metro reanudó sus actividades, y de manera parcial por los daños e incendios provocados a varias estaciones y trenes, estimados en unos 300 millones de dólares.
El metro fue eje de las protestas que se iniciaron la noche del jueves pasado y de los actos vandálicos del fin de semana, luego de que el presidente Sebastián Piñera, decretó un Estado de emergencia en Santiago y otras regiones del país, ante la ola de disturbios desatada por el alza en las tarifas de dicho transporte.
La línea 1 del metro es vital para los capitalinos y quienes trabajan en Santiago, ya que atraviesa la ciudad desde la avenida Alameda hasta Apoquindo, donde se concentra gran parte de las oficinas, trabajos, servicios y centros de educación, además, por ella se desplaza el 40 por ciento de los usuarios del suburbano.
Ante los daños causados al transporte público, el Gobierno presentó la víspera un plan de contingencia, que incluye el despliegue adicional de autobuses del Transantiago en las principales avenida y taxis que trabajarán como colectivos, aunque esta mañana todo era un caos, por lo que muchas personas se desplazan a pie.
La terminal de autobuses San Borja estará cerrado hasta nuevo aviso, mientras que los terminales Sur y Alameda funcionan de manera parcial, con lo que cientos de personas hacen fila para poder abordar algún camión que los lleve a su destino, según reporte del diario La Tercera en Línea.
El caos también se registra en los aeropuertos de El Loa, en la región de Calama y Andrés Sabella, en Antofagasta, debido a que decenas de vuelos fueron retrasados por hasta cerca de cinco horas, por lo que muchos pasajeros pasaron la noche a la espera de poder abordar su avión.
Pese a la aparente normalidad que se observa en varias calles de la capital chilena, la presencia de militares es evidente, debido a que el toque de queda fue violado de manera parcial por algunos manifestantes, que siguieron con las protestas, desafiando la restricción, en vigor a partir de las 22:00 horas locales.