UNA LIGA SIN UNIÓN

De pronto hay que voltear a ver cómo está el de al lado.

Cristopher Rivera
Columnas
Foto: Especial
Cuartoscuro

La palabra “unión” y su significado no son cualquier cosa, y menos cuando nos encontramos en tiempos de convulsión social, política y hasta deportiva. Y aunque la “unión” se puede dar en las dos caras de la moneda (la maldad y el bien) tiene una característica, una esencia: solidaridad.

Por cierto, creo que en lo general los mexicanos somos una raza unida y solidaria, lo que hemos demostrado en momentos muy puntuales. Pero debo decirle también que existe en nuestro país un torno, un negocio en el que ni de broma le dan valor a la palabra “unión”. Y me refiero al futbol de la Liga MX.

Es una tristeza que la gran mayoría de los futbolistas de la Liga MX no estén concientizados de lo que es la solidaridad. Lo digo por los tristes acontecimientos que se han dado con el equipo Veracruz.

Ningún club en la pasada jornada 14 fue capaz de unirse a cabalidad con los jugadores de los Tiburones, esos que sufrían por falta de pagos y pedían a gritos un respaldo contundente por parte del resto. Todas las instituciones tuvieron miedo de parar la Liga, unas porque dependen de intereses en la Federación Mexicana de Futbol y otras porque les conviene seguir besando las suelas de los zapatos de alguno que otro dirigente o simplemente porque, como expresó Oribe Peralta, prefirieron mantenerse neutrales en favor del opresor.

Y no se trataba de parar la Liga porque a mí se me antojaba: se trataba de generar un paro porque había argumentos, había una justificación sólida, un momento propicio en el que el futbol mexicano dejó pasar la oportunidad de demostrar que cuenta con un valor invaluable e inigualable, que se llama unión.

Lo que hizo Tigres, por ejemplo, ante Veracruz, fue vergonzoso.

Realmente creo que tenemos una liga de futbol muy mediana, no solo en la parte deportiva sino también en la parte moral, de camaradería, de compañerismo y apoyo. No siempre se tiene que ver por los propios intereses, de pronto hay que voltear a ver cómo está el de al lado. Y el tiburón, por increíble que parezca, estaba devorado.

Por otro lado es cierto que existe una asociación mexicana de futbolistas profesionales, que comanda el jugador retirado Álvaro Ortiz y tiene como principal función respaldar a aquellos que, laboralmente hablando. se ven maltratados, como ocurre con el recurso humano del club Veracruz. Sin embargo déjeme decirle que de nada sirve ni servirá tal organismo mientras la esencia o soporte de la Liga siga siendo la conveniencia.

Incongruencias

No puedo creer que en el cuadernillo de exigencias para los equipos aspirantes a primera división, la Femexfut y Liga MX exijan a los clubes contar con estadios “dignos”, con capacidad de más de 20 mil aficionados, además de alumbrado y otros aspectos, antes que el bienestar económico y laboral de los futbolistas.

En otro tenor este tema del Veracruz que tanto exhibe al futbol mexicano se lo pudieron haber evitado Yon de Luisa y Enrique Bonilla, titulares de la Femexfut y Liga MX, respectivamente, pero no quisieron a pesar de que el equipo jarocho ya tenía antecedentes por falta de pagos a su personal. Los dos mencionados prefirieron aplicar en los Tiburones, que habían descendido, la regla de “pagas y te quedas en primera”.

La verdad es que por fomentar la trampa y el juego sucio De Luisa y Bonilla hoy simplemente no dan una.